Shabbat: Tevet 20, 5768; 29/12/07
Un comentario de la Parashá Shemot (Shemot 1:1 – 6:1)
*Desde el abismo*
¡Bienvenido lector estimado!
Damos comienzo al segundo tomo de la Torá, el sefer Shemot, llamado en español «Éxodo».
Esta traducción es bastante acertada, pues en buena medida el libro relata algunas de las peripecias de los hebreos durante su estadía en la prisión de Egipto, sus padecimientos como esclavos, su proceso de redención, su salida y la paulatina construcción de una identidad y una nacionalidad.
Difícilmente encontremos otra nación que recuerde a diario su pasado oscuro, de esclavitud y sometimiento.
Por lo general a la gente le gusta presentarse con sus colores más brillantes, sean estos reales o no.
Pero, para Israel es un mérito reconocer nuestro pobre pasado, con su posterior crecimiento y radiante porvenir.
No somos menos valiosos por reconocer que nuestros ancestros fueron esclavos, sino que quizás somos más dignos, más poderosos, pues entendemos que nuestra fuerza no viene de armas, murallas, imperios y someter a otros a nuestra bota, por el contrario, nuestra fortaleza viene de lo espiritual, que es la única fuente inagotable, imperdible.
Leemos los dolores de nuestros antepasados, sus acciones indignas, sus ánimos atribulados y a veces rebeldes; pero al mismo tiempo confirmamos la Presencia del Eterno con ellos, siendo Él quien los escogió, protegió y acompañó todo el tiempo.
Ante esta realidad inobjetable, no podemos menos que sentirnos agradecidos y gozosos, por los bienes realizados con nuestros padres, y aquellos que recibimos nosotros a diario.
Podemos entonar junto a los recién liberados de Egipto la estrofa «Mi jamoja H’ baelim» (Quien como tú, Eterno, entre las divinidades – Shemot / Éxodo 15:11) y añadir «umi keamja Israel» (y quien es como Tu pueblo, Israel – 2 Shemuel / II Samuel 7:23).
Así pues, entramos al sefer Shemot, con seriedad, pues estamos por atestiguar nuevamente los tormentos a los que se vio sometido nuestro pueblo.
Pero, lentamente, va amaneciendo la redención para Israel, su liberación y encumbramiento, lo que conlleva una emanación de Luz, Vida, Bendición para todas las naciones del mundo que son leales al Eterno.
Al ver el dolor ajeno, al sintonizar con él, podemos aprender de nuestra propia interioridad.
Al conocernos, estamos capacitados para mejorarnos.
Tal como aconteció en nuestra parashá con Moshé:
«Aconteció cierto día, cuando Moshé [Moisés] había crecido, que fue a sus hermanos y les vio en sus duras tareas.»
(Shemot / Éxodo 2:11)
Y en el Midrash añade:
«Sus tormentos me lastiman a mí también, deseo poder morir por vosotros»
Shemot Rabá 1:32
Para el joven Moshé hubiera sido fácil permanecer en el palacio, ¿qué tenía que buscar entre los esclavos?
Podía llevar una vida de placeres y lujos inimaginables.
Pero, su conciencia ética despertó y no pudo permanecer ajeno al dolor y necesidades de sus hermanos.
Desde el fondo de su neshamá una inquebrantable y tenue voz le reclamó acción constructiva, y así fue.
Nosotros también tenemos esa suave voz en nuestro interior, es cuestión de abrirnos y escucharla, para reconocer nuestra situación y la del prójimo, para estar capacitados para crecer y ser constructores de Shalom.
Espero que podamos hacerlo.
¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!
Moré Yehuda Ribco
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bellizimo! y no es por nada q’ la salida de egypto se recuerda siempre,en fiestas ,en la tefila diaria,en el birkat hamazon!bendicion despues del pan.. es q’ el pueblo estaba destinado a ser esclavo ,pero nunca a ser oprimido de la manera q’ fue.aun asi y justo por ello,Hashem los libero,y les mostro milagros increibles,y devolvio a los egipcios ,mida kenegued mida,al pan pan..con las 10 plagas(el midrash cuenta q’ eran muchas mas,y c/ una de acuerdo al nivel de crueldad utilizado contra el pueblo) y mucho mas.. saco a su pueblo con riquezas y poderio.no salieron como limosneros ,sino… Read more »
si, q hermoso, esta expresion es una de mis preferidas y muy importantes para mi
Podemos entonar junto a los recién liberados de Egipto la estrofa “Mi jamoja H’ baelim” (Quien como tú, Eterno, entre las divinidades – Shemot / Éxodo 15:11) y añadir “umi keamja Israel” (y quien es como Tu pueblo, Israel – 2 Shemuel / II Samuel 7:23).
en esta parasha podemos aprender cuan importante es nuestra identidad y cuan importante el valor q le demos.