Enseñó el maestro de maestros, Maimónides:
«La metzorá (enfermedad de apariencia similar a la lepra) era un signo milagroso que debería advertir a Israel sobre la maledicencia y la calumnia.
Asímismo, el hombre deseoso de seguir el camino recto, debe cuidarse de no acercarse a los perversos ni a los necios. En los grupos donde se encuentran reunidos los cínicos y los perversos, generalmente se discuten propósitos inútiles, como está escrito… Se llega entonces a medir a los justos… a atacar a los profetas y a hablar impúdicamente de sus mensajes… tal es el tema común de conversación entre los perversos.
Por consiguiente, los propósitos de los hombres de bien en ISRAEL se limitan a la Torá y a la sabiduría. Así, el Santo bendito sea Él, los sostiene e inscribe sus méritos a su favor, tal como está escrito: «Entonces los que temían al Eterno hablaron cada uno con su compañero, y el Eterno prestó atención y escuchó. Y fue escrito un libro como memorial delante de Él, para los que temen al Eterno y para los que toman en cuenta Su Nombre.» (Malaji / Malaquías 3:16).»
He ahí la importancia de páginas como FULVIDA alrededor de la cual nos reunimos los gentiles justos, temerosos del Eterno a nutrirnos espiritualmente en lo recto, lo bueno, la luz.