por 
Querida comunidad:
Estamos viviendo momentos difíciles y oscuros, cuando pensábamos que el caos ya había quedado atrás y no volvería. Ahora, más que nunca, buscamos una fuente de luz y esperanza que ilumine nuestro camino. Necesitamos una llama sagrada que nos muestre la senda y nos dé una esperanza real.
En nuestra tradición, encontramos una enseñanza poderosa que dice: «Un poco de luz disipa mucha oscuridad«. Esta frase nos recuerda que incluso en los momentos más difíciles, podemos encontrar la fuerza para enfrentarlos y superarlos. Hoy quiero compartir con ustedes una perspectiva inspiradora: en lugar de enfocarnos en la oscuridad, debemos centrarnos en la luz. Cada uno de nosotros es una chispa divina y debemos ser conscientes de ello y compartir esa verdad con los demás. Así es como podemos iluminar el mundo que nos rodea.
La imagen que acompaña este mensaje muestra manos sosteniendo velas encendidas. Este poderoso simbolismo nos recuerda que, a pesar de la oscuridad que pueda existir, siempre hay una fuente de luz que puede guiar nuestro camino. Somos responsables de encender esa luz, mantener la llama, compartirla y multiplicarla.
Podemos hacer esto a través de múltiples acciones. Podemos comenzar encontrando nuestra propia chispa divina y compartiéndola con el mundo. Puede ser esa chispa que somos, comunicándola a los demás y haciéndoles comprender esa realidad. También puede ser cualquier enseñanza que nos inspire y motive a construir un sentido de paz y armonía tanto en nuestro interior como en nuestro entorno.
En lugar de dejarnos consumir por la oscuridad, es importante recordar que cada uno de nosotros tiene la capacidad de marcar la diferencia. Cada acto de bondad, cada palabra amable y cada gesto amoroso se convierte en una llama brillante que ilumina la oscuridad. No debemos subestimar el poder de nuestras acciones, por pequeñas que parezcan. Cada vez que elegimos hacer el bien, estamos contribuyendo a disipar la oscuridad que nos rodea.
Aunque pueda haber consecuencias amargas y recibir odio como respuesta, nuestras acciones llenas de luz pueden inundar de verdad nuestra existencia. No debemos permitir que nos quiten nuestra alegría y nuestra perspectiva optimista. No se trata de dar la otra mejilla, pero tampoco podemos eliminar la oscuridad sin luz.
Recuerda que la felicidad no es un destino final, sino una elección que hacemos en cada momento. Al elegir actuar con bondad y generosidad, creamos un sentido de felicidad y plenitud en nuestras vidas. Si permites que las acciones maliciosas de los malvados no solo te hagan daño, sino que también te roben la alegría y la visión optimista, entonces les estás dando tu poder.
Por eso, una buena forma de enfrentar la vida es no preocuparse por el fracaso, sino ocuparse de no perder oportunidades de éxito al no intentarlo. A menudo, el miedo al fracaso nos paraliza y nos impide compartir nuestra luz con el mundo. No dejes que el miedo te detenga. Cada intento, incluso si no alcanza el éxito esperado, es una oportunidad para aprender y crecer.
Porque, ciertamente, la vida es como un shofar, si no lo has soplado correctamente, ¿cómo esperas que se exprese? Cada uno de nosotros tiene un don único, una melodía personal que solo nosotros podemos tocar. No tengas miedo de expresar tu autenticidad y compartir tu luz. Solo cuando te permitas brillar plenamente, podrás iluminar el mundo que te rodea.
¡Que nuestras acciones brillantes iluminen el mundo que nos rodea!
Bendiciones y shalom.
https://youtube.com/yehudaribco
