Tumbas de Yaacov y Yosef: Un Vínculo sagrado

Una persona puso este comentario en uno de los videos de nuestro canal:

No queda muy claro qué motivo a padre e hijo para no querer que sus cuerpos se quedaran en Egipto. Seguramente hoy en día sus cuerpos aún se mantendrían si no hubieran salido den Egipto

Ante todo es importante recalcar lo valioso del diálogo respetuoso, como así también de no emitir opiniones ligeras, sin sentido ni valor.
Porque, las opiniones valen tanto como el conocimiento que las forma, la integridad moral, el poderío emocional, etc.
Si una opinión está sustentada en la ignorancia, en el prejuicio (otra forma indigna de la ignorancia), entonces… como que no tiene mucho sentido esa opinión.
Por ello, vayamos a los hechos concretos y ciertos, no a las especulaciones que carecen de sustancia y trascendencia.

Es importante aclarar que el motivo por el cual Yaacov y Yosef expresaron su deseo de no ser enterrados en Egipto no está relacionado con la posibilidad de que sus cuerpos se hubieran conservado hasta la actualidad si no hubieran salido de allí. En realidad, su deseo de ser enterrados en la Tierra Prometida estaba arraigado en su conexión con la promesa que Dios les había hecho a ellos y a sus antepasados.

Según el relato bíblico, Yaacov y Yosef eran descendientes de Abraham, quien recibió la promesa de que su descendencia heredaría la tierra de Canaán (la Tierra Prometida). Esta promesa fue reiterada a Isaac y a Yaacov, y ellos transmitieron esta herencia y promesa a sus hijos. Por lo tanto, era de gran importancia para Yaacov y Yosef que sus cuerpos descansaran en la tierra que Dios había prometido a su familia.
¿Por qué habrían de estar en el extranjero, siendo que ellos eran parte de la promesa a ser cumplida?

No en vano es la Tierra Prometida, es un derecho de la familia de Israel, al mismo tiempo que reiterada como un don divino.

Además, es relevante mencionar que la salida de Egipto y la travesía hacia la Tierra Prometida fueron eventos significativos en la historia del pueblo de Israel. Estos eventos marcaron la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud y el inicio de su camino hacia la construcción de una nación en la tierra que Dios les había destinado. Por lo tanto, el deseo de Yaacov y Yosef de ser enterrados en la Tierra Prometida también simbolizaba su conexión con esta historia y su identidad como parte del pueblo elegido.
Ellos no querían que su simiente tuviera un motivo de arraigo en Egipto a causa de sus tumbas allí.

Por otra parte, tanto el padre como el hijo sabía de la propensión de los egipcios, de la humanidad en general, de hacer de judíos dioses.
No está de más recordar que hay cerca de dos mil millones de personas que adoran actualmente a un judío (que no existió, pero el mito existe) como su dios, su redentor, su salvación personal eterna.
Si vamos por el mundo, encontraremos más religiones, creencias e incluso corrientes científicas que tienen en su centro de adoración a algún judío, o alguna obra de un judío.

Por tanto, Yaacov y Yosef, que abominaban la idolatría, no iban a dar pie a que sus cadáveres momificados se transformaran en becerros de oro para la humanidad.
¿No?

Otro aspecto, muy interesante y que pone de relieve el poco sentido del comentario que estamos amablemente respondiendo.
Es importante aclarar que, según la tradición bíblica y la historia judía, los cuerpos de Yaacov y Yosef sí están preservados y se conocen las ubicaciones de sus tumbas. Sus tumbas se encuentran en la actualidad en la región de Judea y Samaria (también conocida como Cisjordania, gente con muy mala leche hacen terrorismo verbal al llamarla «territorios palestinos»).

La tumba de Yaacov, está en la conocida como la Cueva de los Patriarcas y Matriarcas, la mearat hamajpelá: G4F6+V7Q, ponga esa dirección en Google Maps.
Es considerada un lugar sagrado tanto para judíos como para musulmanes, de hecho, la edificación encima se llama la Mezquita de Abraham. En el sitio se encuentra un edificio que alberga la tumba de Yaacov y también las tumbas de otros patriarcas y matriarcas bíblicos, como Abraham y Sara, a excepción de Rajel, de la cual también conocemos su lugar de supultura y puede ser visitada: P692+GR.

La tumba de Yosef se encuentra en la ciudad de Shejem (mal llamada Nablus, en la actualidad), en el norte de Cisjordania. Es un lugar de gran importancia para el judaísmo y también es objeto de peregrinación y encuentro por muchos judíos: 677P+72F.

Es importante destacar que el acceso a estas tumbas y las visitas a ellas han sido objeto de disputas políticas y tensiones en la región. En ocasiones, las condiciones políticas han dificultado el acceso y las visitas a estos sitios sagrados. Sin embargo, en períodos de relativa calma y acuerdo entre las partes involucradas, ha sido posible la visitación de estas tumbas por parte de creyentes y peregrinos.
Es triste que el invasor árabe-musulmán que aún sigue enloquecido por el fanatismo, no respete ni a los vivos, como tampoco a los muertos. Usurpando lugares sagrados del judaísmo, haciendo apropiación territorial y cultural, provocando un genocidio, llevando a la destrucción al mundo.

En resumen, las tumbas de Yaacov y Yosef están preservadas y se conocen sus ubicaciones, se pueden visitar si las condiciones lo permiten.
Más allá de lo cual, ¿cuál sería el inimaginable interés que pudieran tener los personajes del Tanaj para que sus cuerpos estuvieran preservados casi cuatro mil años después de su vida en este mundo?
Incomprensible…

Un video profundizando este texto: https://youtu.be/Kcm4zp7ungs

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