Este es un mensaje que debe ser leído y comprendido por judíos y gentiles por igual.
Si bien te podrá parecer un tema muy alejado de la vida judaica, de la hermosa y pura existencia dentro del marco de la halajá, es indispensable que el mensaje esté claro, puesto que el adversario ha logrado infiltrar hasta el seno de comunidades de shomrei Torá umitzvot. El tema que trataré en este momento ya no es una problemática que compete solamente a los gentiles, pues hace rato que está afectando también a algunos judíos más apartados del judaísmo. Tenlo presente y si puedes, dame una mano para sostener a nuestros hermanos que se están perdiendo detrás de la idolatría.
Recuerda que:
kol Israel arevim ze la ze – cada judío es garante el uno por el otro
(ver explicación extraordinaria en Eijá Rabbá, parashá 3, 35)
Cuenta la parashá acerca del complot pergeñado por el levita Koraj y sus compinches en contra de la autoridad de Moshé y Aarón, y por tanto en rebeldía contra el Eterno.
Con encendidos discursos que mezclaban hábilmente verdades con mentiras, con palabras lisonjeras faltas de autenticidad, con derroches de carisma y efectivismo emocional, Koraj lograba seducir a grandes masas de gente. Sus prédicas apuntaban al corazón de sus escuchas, y más precisamente a los rincones más negros de ellos, allí en donde anidan temores ocultos, deseos imposibles, ambiciones nefastas, celos tumefactos. Era también un malabarista del razonamiento, pues presentaba preguntas que aparentaban poseer plena validez y lógica, cuando realmente eran delirios inventados para confundir a sus escuchas y traer caos al campamento de Israel. No buscaba jamás que predominara la verdad y la justicia, sino simplemente asentar su poder y dominar con sus astutas trampas.
Es, sin dudas, un modelo de lo que los pastores mesiánicos, que tienen el atrevimiento soez de hacerse llamar "rabinos mesiánicos", hacen en la actualidad.
Para sus nefastas y criminales prédicas toman un punto o dos auténticos, que plagian de sitios kosher de judaísmo, o de algún libro que han latrocinado; y sobre esos pequeños puntos de pureza construyen un monumental edificio de mentiras, engaños, estafas, idolatría, inmoralidad y muerte. Son hábiles los "piratas de la fe" (falsos judíos mesiánicos, netzaritas, sefaraditas mesiánicos, ebionitas, efraimitas, etc.) a la hora de presentar sus discursos a su público. Son astutos. No se muestran abiertamente como lo que realmente son, sino que se ocultan detrás de enmarañadas palabrerías que asemejan santidad, pero cuando se los descubre, cuando se echa luz sobre ellos, se ve la terrible y cruel verdad: son lobos sedientos de diezmos y sangre, disfrazados mañosamente con la piel de castos corderos.
Detrás de sus falsos nombres hebreos, tales como "ben Abraham",
están los (por ejemplo) Hernández o Cristiani;
detrás de sus títulos falaces de "rabinos o jajam",
están los verdaderos roles de pastores evangélicos o predicadores cristianos;
detrás de sus promesas de "salvación",
se encuentra una realidad de torturas y tormentos eternos;
detrás de sus palabras duras en contra de los que desean la verdad y la libertad,
se encuentra el miedo que ellos tienen a ser descubiertos y a perder entonces el dinero que están robando de continuo a sus congregaciones.
¡Es terrible!
Es doloroso ver como noájidas caen en las garras sanguinarias de estos personajes.
Pero es mucho más doloroso contemplar como judíos, hijos de la nación que debe ser de Luz espiritual para las naciones, van también detrás de estas tonterías malignas y absolutamente perjudiciales.
Muchos inocentes han caído en las trampas de los carroñeros de la fe, y si bien el Imperio del MAl está empezando a caer, aún sus militantes siguen provocando muchos destrozos en buenas familias y persisten en su terquedad siniestra.
Es cuestión de tiempo y de ser firmes en nuestros estudios y dedicación al cumplimento de los mandamientos que el Eterno nos ha dado, para que finalmente el Imperio del MAl sea extirpado del mundo, y para que los que están cautivos de sus funestas patrañas espirituales/emocionales puedan ser redimidos.
Mientras tanto, tengamos en cuenta la preciosa advertencia que desde Arriba nos han dado con respecto a lo que debemos hacer con los "mesiánicos" y otros "piratas de la fe" de su calaña:
"¡Apartaos, por favor, de las casas (moradas y "templos") de estos hombres impíos! No toquéis ninguna cosa suya, no sea que perezcáis con todos sus pecados."
(Bemidbar / Números 16:26)
Si amas tu vida, si amas tu vida eterna, entonces acatarás fielmente este consejo.
Te apartarás completamente de los "mesiánicos" y otros del estilo.
No pisarás sus casas.
Sus eventos serán para ti anatema.
No concurrirás, ni siquiera de visita o por negocios, a sus antros de congregación religiosa, a sus "templos".
No tocarás nada de ellos, no permitirás que ninguna de sus pútridas posesiones u objetos te corrompa.
Ninguno de sus pestilentes libros estará en tu casa o en tus manos; no oirás ninguno de sus inmorales y sádicos CDs (que si bien podrían ser melodiosos para el oído, son veneno para el alma); extirparás de tu seno sus objetos (medallas, panfletos, objetos rituales, etc.); eliminarás de tus "Marcadores" o "Favoritos" sus nauseabundos sitios de Internet; prohibirás que te hablen de sus dogmas ridículos a la par de peligrosos; marcarás como "spam" (basura) y desecharás sin ojear sus hediondos anuncios enviados por correo electrónico… en definitiva, ¡harás caso a lo que Dios TE manda!
Porque, ¿no te lo dice la Torá? Si eres próximo a ellos, tendrás su mismo espantoso destino: perecer tu alma a causa de la gravedad de estos pecados.
Por otra parte, ¿qué te indica la haftará que debes hacer para alimentar tu espíritu?
Porque apartarte del mal y la corrupción es solamente una fracción de lo que debes hacer para crecer.
Rehuir del mal no es suficiente, pero se completa con una actividad realmente constructiva.
Presta atención:
"Si teméis al Eterno y Le servís, si obedecéis Su voz y no os rebeláis contra el mandato del Eterno, entonces viviréis en pos del Eterno vuestro Elokim, tanto vosotros como el rey que reine sobre vosotros."
(1 Shemuel / I Samuel 12:14)
¿Lo entiendes?
Actuar con bondad y justicia, cumpliendo con dedicación con los mandamientos que te competen, sirviendo al Eterno tal como Él demanda que se haga y no de acuerdo al deseo personal o al dogma de alguna religión ajena.
Ese es el camino para la verdadera VIDA, tanto en Este Mundo como en el Mundo Venidero.
Recuérdalo y no dejes caer este mensaje.
Y si te sientes carcomido por el sentimiento de culpa, y supones que tus pecados y errores del pasado son tan hondos que no tienes derecho a reconciliarte con el Eterno, pues ¡NO ES ASÍ!
El Eterno aguarda tu arrepentimiento y desea concederte Su perdón.
Atiende a estas palabras:
"No temáis. Vosotros habéis cometido todo este mal; pero con todo, no os apartéis del Eterno, sino servid al Eterno con todo vuestro corazón.
No os apartéis tras las insignificancias que no sirven ni libran, ya que son insignificancias.
Pues el Eterno no desamparará a Su pueblo, por causa de Su gran nombre; porque él ha querido haceros pueblo Suyo."
(1 Shemuel / I Samuel 12:20-22)
Ponte a trabajar para crecer y estar en pos del Eterno.
Deja de lado cualquier corrupción que aún sostengas, haz verdadera teshuvá (arrepentimiento total y sincero) e introdúcete de lleno en el mundo del Eterno.
Esa es la única manera para que no te suceda lo que a Koraj y a los seguidores de sus patrañas:
"La tierra abrió su boca y se los tragó a ellos, a sus familias y a todos los hombres que eran de Koraj [Coré], junto con todos sus bienes.
Ellos con todo lo que tenían descendieron vivos al Sheol. La tierra los cubrió, y perecieron en medio de la asamblea."
(Bemidbar / Números 16:32-33)
Y ten en cuenta esta frase:
"[Dice la Torá]: Porque el que me halla, halla la vida y obtiene el favor del Eterno."
(Mishlei / Proverbios 8:35)
No permitas que te trague la tierra, no perezcas con cada amanecer, no dejes que tu vida eterna se dilapide en las reuniones con los perversos.
Aspira a la bondad y a la justicia, haz tuyo el camino de los rectos, y entonces sobre la tierra estarán firmemente posados tus pies, pero tu cabeza y alma estarán en las Alturas.
¡Te deseo a ti y los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Cuídense y gocen de lo permitido para qué sepamos construir shalom!