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En pocos días estaremos celebrando un nuevo Shavuot, una de las festividades bíblicas del pueblo judío, y de las más importantes en el calendario judío. En esta festividad, recordamos el momento en que los judíos recibimos la Torá en el Monte Sinaí, hace más de 3.300 años. Es un tiempo de reflexión y de renovación espiritual, pero también es una oportunidad para proponer cómo podemos aplicar los valores de la Torá en nuestras vidas cotidianas.
Uno de los aspectos más relevantes de la Torá es la importancia de la paz y la justicia. En estos tiempos difíciles, cuando Israel se enfrenta a muchos desafíos y amenazas, resulta más imperioso que nunca recordar estos valores y trabajar juntos, todos los judíos entre nosotros y acompañados por los gentiles que son constructores de Shalom, para lograr la paz.
Como judíos, tenemos la responsabilidad de hacer nuestra parte para construir un mundo mejor. Podemos hacerlo a través de nuestras acciones cotidianas, al tratar a los demás con respeto y compasión, y al trabajar para promover la justicia y la igualdad.
Parte de nuestro rol es ayudar a que la espiritualidad se manifieste en la vida cotidiana, que se abra la conciencia de que somos criaturas del mismo Creador y cada uno tiene el trabajo que Él nos ha encomendado.
También podemos hacerlo al apoyar a Israel, un estado que ha enfrentado muchos desafíos en su historia, pero que sigue siendo un faro de democracia y libertad en una región tumultuosa. Al apoyar a Israel, estamos apoyando la visión de un mundo más justo y pacífico.
Estamos siendo colaboradores con el advenimiento del Mesías, con su mensaje de redención, espiritualidad y concordia para todas las criaturas de la tierra.
En este Shavuot, que podamos recordar los valores de la Torá y trabajar juntos para construir un mundo mejor y más pacífico. Que podamos apoyar a Israel en su búsqueda de la paz y la seguridad, y que podamos ser una luz para los demás en nuestro camino hacia un futuro mejor.
¡Jag Sameaj!
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