En artículo recién publicado, llamado “Revisitando el Huerto del Edén”[1], se deja entrever algo interesantísimo que, desde mi perspectiva, no se puede dejar pasar por alto.
Aparte de la enseñanza manifiesta, contiene una instrucción latente de la que, consciente e inconscientemente, nos encanta eludir: “de donde vengo”, “quien soy”; para que de alguna manera se tenga claro en donde se está y hacían donde se dirige.
Es decir, esquivamos el existencialismo por ser el conformismo el camino más fácil; y de paso, aceptamos la fe absurda dando por sentado verdades absolutas. En esa posición aceptamos la existencia, mientras que el vivir lo hacemos como si fuésemos cosas impulsadas por instintos y fuerzas naturales.
Sobre el artículo mencionado, mantenerse en las sombras del anonimato para darle campo a la aceptación sin reflexiones, es exactamente igual que el automatismo “amen” común en las iglesias ante las intervenciones ilógicas de sus líderes.
Pues bien, personalmente me puso reflexivo las citas que se utilizaron, que textualmente trascribo:
“Tomó, pues, el Eterno Elohim al humano y lo puso en el jardín de Edén, para que lo trabajase y lo guardase.”
“..Y el Eterno Elohim lo arrojó del jardín de Edén, para que labrase la tierra de la que fue tomado…”
En el primero párrafo, ¿de dónde fue tomado el humano?. No lo dice. Se limita a decirnos que el humano fue tomado de X lugar para ser puesto en el Edén. Entonces ¿de dónde viene el humano?. La respuesta sería de ese lugar X.
Podría objetarse diciendo que el segundo párrafo que se cita despeja la X, al decirnos que ese lugar es la tierra contigua al Edén, pues de ahí fue arrojado. El problema que eso plantea es que no despeja la X, pues si hubiese sido así, entonces el humano regresa inmediatamente a confundirse con los elementos naturales; es decir, pierde su individualidad y funcionalidad.
Por ejemplo, si tomo un globo y lo inflo con el aire que exhalo, mi oxígeno lo diferenció de otros globos no inflados, incluso de otros inflados, pues ningún otro puede tener un contenido exacto al mío. Pero si lo estallo, mi oxigeno se confundió con la masa de aire; y ya no se podrá diferenciar el aire que exhalé; no podré decir “ahí va-está mi oxigeno expelido”.
Así pues, el primer párrafo señala que el humano fue tomado de un lugar X, pero no fue en la tierra del exilio, pues en ella siguió siendo humano, y no se confundió con el resto de elementos naturales.
Mi pregunta al autor del artículo fue ¿donde está, y que es, el lugar X, del que provino el humano? Porque pareciera que fue “hecho” en otro lado distinto al que fue puesto.
Y bajo la advertencia de complejidad, la respuesta es que el humano fue hecho en una realidad diferente de consciencia; materialmente es tomado de los elementos naturales, pero además de elementos inmateriales, y cada elemento conectado a su fuente.
¡! Las irracionalidades del acto Creador ¡!
Me parece una genialidad formar un ser tridimensional con elementos naturales e inmateriales para que luego éste se rompiera el coco intentando racionalizar el fenómeno con el fin de que se respondiera en donde se encuentra y para donde va (es decir, trascender), y no para desear regresar a la oscuridad intrauterina de la madre tierra confundiéndose con el resto de elementos.
Pero por más admiración al acto irracional, no se despejas la X. ¿Donde está, y que es, el lugar X, del que provino el humano? Porque si se llegara a prestar un poco más de atención al lugar X, sabríamos en donde estamos y para donde vamos, aumentaría el nivel de consciencia del hombre, renunciaríamos a las confesiones de fe religiosas paralizadoras, daríamos un salto en el proceso evolutivo para trascender a un ser completamente distinto y, hasta ahora, completamente desconocido.
Pero, ¿A quién le agrada el existencialismo? ¿Quién desea aventurarse en racionalizaciones, no como las psicoanalíticas que justifican los motivos, sino investigativas, que aportan elementos probatorios? Porque de “amenes” y “likes” nos cuesta pasar[2]
Para finalizar, agradezco al serjudio.com por la publicación de estas breves ideas.
Su amigo
Luis D. Perez Ch.[3]
[1] http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/revisitando-el-huerto-del-edn
[2] http://fulvida.com/2016/01/10/donde-todos-piensan-igual-nadie-piensa-mucho/
[3] El autor del artículo no es judío. Las ideas cuenta con autorización y revisión previa de Serjudio.com