Resumen de la parashá Ree ("Mira…")
Sidrá 47ª de la Torá; 4ª del sefer Devarim. Entre pesukim 11:26 y 16:17.
Haftará en Ieshaiá 54:11 – 55:5.
Perek 11: Moshé pone frente a Israel la bendición y la maldición. La primera si uno atiende y cumple con lo que H’ estipula. Lo segunda si uno se deja apartar y alejar del Eterno.
Perek 12: Al tomar posesión de la Tierra de Israel, es mitzvá extirpar toda manifestación idolátrica, presente o pasada. Empero, todo lo que esté consagrado a H’, debe ser fielmente preservado. El sitio para adorar a H’, será el que Él elija, y los sacrificios y ofrendas deberán elevarse desde ese exclusivo lugar. Se estipulan diversas mitzvot referidas a los sacrificios rituales y a las ofrendas.
Se ordena ayudar al menesteroso.
Se reitera la prohibición de ingerir la sangre del animal, que debe ser sacrificado según la ley.
Perek 13: Está prohibido añadir o escatimar de las mitzvot.
Moshé advierte que no se debe aprender de las acciones e ideas de las otras naciones, pues pueden llevar a la idolatría y a la perversión.
Si una persona, se denomina profeta y propone que el pueblo abandone la Torá o que practique idolatría, debe ser condenado a muerte. Mismo destino le espera a quien incite a otros a esas actitudes. En esta línea, es obligación eliminar las ciudades de los idólatras.
Se debe inquirir a los testigos con detenimiento.
Perek 14: Esta prohibido herirse o arrancarse cabellos como señal, pagana, de duelo.
Son reiteradas diferentes estipulaciones que hacen a la kashrut.
Se debe separar el segundo diezmo, y el diezmo destinado a los indigentes.
Las deudas deben ser canceladas en el séptimo año, como recompensa Hashem bendecirá a la persona en todos sus caminos.
Perek 15: Se amplían las leyes relativas a la caridad y gentileza hacia los desposeídos o menos favorecidos.
El esclavo hebreo debe ser liberado con suficientes riquezas, tras seis años de labor.
Perek 16: La parashá finaliza con una referencia explícita a los Shalosh Regalim, las tres festividades de peregrinación: Pesaj, Shavuot y Sucot; y especialmente remarca el carácter de alegría y gozo compartido por todos los habitantes de la tierra.
sus propios pecados, y de sus perversiones que llevaron a la decadencia y degradación. Ya que los israelitas no pueden ser juzgados con rigidez, pues su historia es un continuo collar de pecados, quejas, revueltas, insolencias y desafíos contra H’.
Ni bien pasados unos días de que contemplaron la majestad de H’, en el monte Sinaí, cuando la entrega de la Torá, y ya estaban pecando vilmente, cosa que continuaron haciendo durante los varios años en el desierto.