La Torá Oral:
El rey Salomón comparó la Torá con la luz:
«Porque el mandamiento es antorcha, y la Torá es luz.» (Mishlei / Proverbios 6:23).
La Torá es luz, y la Mitzvá, el mandamiento es una antorcha.
La antorcha es material, de donde sale la luz. La luz misma no es algo que se pueda palpar con las manos, es algo que llena el vacío. La mItzvá es la antorcha de donde se “agarra” se prende la luz de la Torá, donde se revela y se deja ver la luz de la Torá como tzitzit, berajot, kashrut.
La Torá es luz, una luz especial, la finalidad del mundo. “y dijo el Eterno: que sea luz” (Bereshit/Génesis 1:3) el Creador desea que en este mundo haya luz, la luz de la Torá, luz de santidad, moral y ética.
Rashí explica que existe cierta distancia entre el enunciado Divino “que haya luz” a “..y hubo luz”, y esta distancia es la historia del mundo. Solo al final de los días de este mundo ameritaremos y veremos esa Luz. Mientras tanto no hay luz, solo el enunciado de que haya luz. Solo la Voluntad Divina de que exista luz. Hay luminarias, en el cuarto día se crearon las dos grandes luminarias, (Génesis 1:14), mientras tanto solo tenemos estas luminarias, pero no esa gran luz. Rashí enuncia: “y vio (Hakadosh Baruj Hú) que no era apropiada la luz para la utilización de los malvados, es por eso que la reservó para los justos en los días venideros” Nosotros no estamos aptos ni capacitados para ver y utilizar esa gran Luz.
Debemos comprender que esa gran luz oculta, reservada se encuentra aquí en el mundo. Lentamente penetra, y es captada. La voluntad Divina de que haya luz no actúa en un solo instante, el Creador no desea que se revele en todo en un mismo momento, sino que se revele e ilumine gradualmente, paulatinamente. ¿Acaso no podría haber creado el Eterno todo el mundo en un solo acto? ¿por qué crear primero esto, y luego aquello? ¿por qué esperar? (Ver Abot 5:1).
Sino que ésta voluntad Divina, ésta orden divina actúa y opera lentamente, pero constante, sin interrupción, y el mundo se va a alumbrado cada vez más y más, pero gradualmente. Primero entes sin vida, luego vida vegetal, vida animal, más tarde el ser humano. Una cadena ascendente, escalonada y progresiva. Mismo la persona no despliega desde un principio en toda su completitud. Sino peldaño tras peldaño, paso tras paso todo el mundo fue y va progresando.
Los sabios nos cuentan (1) que ha habido ‘personas’ antes del primer hombre Adán. Pero esto es algo que no nos interesa, ellos no fueron creados a ‘imagen de Dios’ fue por eso que la Torá no era para ellos. No fue importante cuanto tiempo estuvieron y demás detalles, no hace ninguna diferencia. La cúspide de la creación fue Adám Harishón, el primer hombre creado a imagen Divina, poseedor de un alma, de ética, moral. Y como explica Maimonides con ‘entendimiento’ esto es el significado de ‘imagen Divina’(Moré Nebujim 1:2). Un entendimiento superior, elevado.
Un escalón más arriba se encuentra Noaj, con el cual el Eterno hace un pacto, y le promete no traer más destrucción al mundo. (Génesis 8:21) Esto es un humano sin cambios, sino fijo, asentado y consolidado. Previamente hubo otros seres humanos, pero podía haber destrucción y dejar de existir. De Noaj en adelante el ser humano está afianzado, asentado en el mundo. En los tiempos de Noaj hubo un Brit -pacto, su existencia ya es algo fijo en adelante, la existencia afianzada en el mundo.
En un nivel por debajo de Noaj se encuentra Enosh, “…entonces comenzaron a invocar el nombre del Eterno…” (Bereshit/Génesis 4:26) en los tiempos de Enosh la relación con Dios era algo confuso, mezclado con idolatría (Ver Rashí allí). Pero este era el camino a la búsqueda, al encuentro del nombre del Eterno. (Rambam, Hiljot A.Zará 1:1-2).
Veinte generaciones transcurrieron desde Adám Harishon hasta “el hombre”-Habraham nuestro patriarca. (Abot 5:2). Él, Habraham reveló la luz Divina como ninguno, superior a Adán, Enosh y Noaj. (Hiljot A.Zará 1:3). En relación a Habraham esta luz tomó otra forma, más elevada y exaltada, subío de nivel y paso a llamarse: Torá. Habraham fue el primer ser humano capacitado para captar con su entendimiento y en su alma que es Torá. Luego de dos mil años de oscuridad, confusión, vinieron otros dos mil de luz, de Torá (Sanherdin 97a).
En el año 2000 de la creación tenía Habraham 52 años (ver Rashí allí), en esa fecha el conoció al Creador por sí mismo debido a la profundidad de su gran ser. Entonces empezó la Torá.
Las personas comenzaron a bajar esa luz Divina a la realidad, a los actos y acciones, con completitud. Esto es Torá.
Sobre Habraham está dicho: “Debido a que escuchó Habraham Mi voz, y cuidó mis estatutos, preceptos y enseñanzas…” (Bereshit 26:5). Habraham Avinu cumplió toda la Torá aún antes de que fuese entregada. Por supuesto, él no estudió Torá como hoy en día se estudia en la Ieshivá, pero los sabios no explican que sus riñones les enseñaron Torá (Iomá 28b). Él era poseedor de una conexión interior espiritual, profética y moral. Tenia Ruaj Hakodesh en un nivel asombroso, y de está forma pudo captar las cuestiones espirituales en forma directa y pura.
“…la Torá que nos ordenó Moshé…”
Desde Habraham avinu hasta Moshé hubo un constante progreso, subida. Moshé Rabenu representa la Torá en forma ordenada, limpia, prescripta y dada a la congregación de Israel.
“Moshé recibió la Torá del Sinai” (Abot 1:1)
Torá Tzivá lanu moshe morasha (Devarim/Deuteronomio 33:4)
Moshé Rabenu, él encarna la Torá en su máxima completitud, la Torá escrita. No era esta la Torá que correspondía a la generación de Enosh o Noaj, incluso tampoco para la generación de Habraham Avinu.
Antes del recibimiento de la Torá había que estudiar la Torá que precede a la Torá, “Derej Eretz”-educación, es decir la buena conducta, (Ver Vaikrá Rabá 9:3) comportarse con ética y moral, lo más básico en la formación humana. La sana y simple educación que debe preceder al estudio de Torá, y solo luego de esta fase aparece Moshé Rabenu y recibe la Torá.
Este recibimiento es parte de “los dos mil años de Torá” (Sanhedrin 97a) que comenzaron en la época de Habraham, solo que él junto con los demás patriarcas, Itzjak y Iaakov supieron discernir por ellos mismos entre el bien y el mal. Lo permitido y prohibido. Lo puro e impuro. Por esa pureza de espíritu, brotaba de su interior. Desde sus almas.
Desde Moshé Rabenu comenzó el servició a Hashem desde otro enfoque, otro camino: ‘el entendimiento’. El eterno desea que las personas trabajen con sus cabezas, y a partir de esto entender que es la Torá.
Esto es lo que se llama Torá shebealpe-la Torá oral.
El alma de Moshé
Los sabios nos cuentan que Moshé Rabenu recorrió y visitó las futuras Ieshivot y Bate-Midrashot (casas de estudio) que habría a lo largo de la historia, y vió a Rabí Akivá como explicaba montañas y montañas de halajot (leyes), como exponía enfoques novedosos y prodigiosos. Le preguntaron los alumnos a su maestro Rabí Akivá: ¿Cuál es la fuente de tus palabras? ¿En qué basas eso? Les contestó: así enseño Moshé en el Sinai, así se trasmitió en su nombre. (Menajot 29b).
Si todo estaba ya dicho y enseñado desde el Sinai. ¿Para qué se necesitaba un Rabí Akivá?
Las palabras, los mensajes estaban ocultos, velados, había que descubrirlos y destaparlos. Tal como la luz de la Creación que se va revelando de a poco paulatinamente.
Y a pesar que ya habían sido dados los 5 pentateucos, todavía había mucho que revelar, generación tras generación.
Dice la Guemará: “Todo lo que se enseña como ‘nuevo’ ya fue dicho y enseñado a Moshé en el monte Sinai” (Meguilá 19b)
Tal como los libros de encontrar a Wally. Cuando lo encontramos no lo inventamos nosotros, solo descubrimos lo que desde un principio y siempre estuvo allí. Todo lo que en futuro hasta el final de las generaciones se ha de enseñar que mana de la Torá fue enseñado a Moshé, todo está allí, guardado, oculto, esperando que alguien lo descubra y revele.
Los sabios nos enseñan que cada Talmid Jajam verdadero y auténtico posee chispas del alma de Moshé, tal como cada rey posee chispas del alma de David.
Pregunta:
Siendo así ¿cómo es posible que hayan discusiones entre los sabios? ¿acaso no todo es de la misma fuente?
Respuesta: las discusiones brotan del hecho que hay distintos rostros en la Torá, parecido a un dado. Un sabio revela una cara del dado y el otro sabio revela otra cara, pero tanto esta opinión y ésta son “…palabras del Dios viviente…” (Erubín 13b). Tal como las discusiones entre Bet-Shamai y Bet-Hilel, la realidad es una realidad compuesta y no siempre sencilla, según la sabiduría, el entendimiento, la línea de pensamiento cada sabio logra revelar un lado verdadero del cubo, cierto totalmente, Divino. El otro sabio descubre quizás lo contrario del primero, pero no es esto una contradicción en lo más mínimo. (2)
Hay distintos motivos del por qué cada sabio revela un rostro del asunto y el otro alumbra con una parte diferente. Incluso cuando hay contradicción entre uno y otro. Y es realmente cuando hay una discusión rotunda que vemos la verdad de cada uno, ya que si fuese similar solo que con otras palabras podría ser tildado de ‘copia’.
Las distintas posturas que toma cada sabio se debe al temperamento y naturaleza de cada sabio. Si uno es por ejemplo un hombre de Jesed-Bondad y el segundo es un hombre de Din-Justicia, los dos son verdaderos y auténticos, pero aún así discuten. No siempre que uno discute alega que la otra postura no es correcta o verídica. Y también no siempre que se discute la mentira lo que se dirá será verdad, hay veces que hay una mentira tan tan grande que incluso lo contrario a eso sigue siendo mentira. También en la lógica si un enunciado no correcto no quiere decir que su inverso si lo sea.
La verdad total está compuesta de distintas partes, diferentes vistas, y cada posición es en sí un fragmento de la verdad. Cuando diferentes personas revelan y muestran diferentes lados de esa misma verdad se expresa en ‘majloket’-discusión.
Por ejemplo: una persona observa una habitación totalmente cerrada desde un pequeño agujero que hay en la pared y ve que hay una silla delante de una mesa. Otra persona desde la otra pared (en frente) mira también desde otro agujero y observa que la la mesa se encuentra delante de la silla.
Esto es una contradicción! Pero los dos dicen la verdad. Cada uno desde una perspectiva diferente vió otra ‘verdad’
El Eterno ve toda la verdad todos los lados, y nosotros aspiramos a eso, poder ensanchar nuestra vista. Y en el camino hacia eso utilizamos esta herramienta llamada ‘majloket’-discución.
No hay otro camino sino éste. Ver cada lado y postura. Se avanza claro, más lentamente pero avanze constante.
No es el majloket el estado ideal, separación y alejamiento, pero así es la realidad. El correr de las generaciones nos han mostrado la legitimidad del camino. La verdad no se concluye a través de un platillo de plata
Notas:
(1)Higrot Hareeía 1, pag. 105
(2) (Ver Maharal, Beher Hagolá pag.19-Derush al Hatorá pag.42-Derej Jaim pag.259)
(Pregunta tomada traducida y adaptada del libro Jaié Olam, pag 26.)
muchas gracias por compartir con nosotros tan buen material!
Gracias Moré, acerca de qué temáticas le gustaría que escriba? mitzvot, temas de actualidad según la perspectiva, hay algún punto que le desea q haga incapie?
netanel, lo estas haciend muy bien.
me gusta la idea de la actualidad desde una optica de tora vaavoda, si se pudiera.
pero cualquier tema q estes estudiando, lo q quieras compartir, lo q sea de provecho para el q lo recibe y tbn para vos por compartirlo.
bienvenido sea lo q fuera.
Me surge una pregunta ¿cómo contribuye el noájida consciente de su identidad a la traída de luz al mundo?
Más bien replanteo la pregunta ¿En qué grado contribuye el noájida consciente de su identidad a la traída de luz al mundo?
construyendo shalom a traves de una vida de bondad y justicia, apartandose del mal y haciendo el bien…
q mejor luz q esa, q alumbra cada rincon del planeta, cada casa, cada cuerpo, cada vida?
No hay nada más bonito que aprender. Definitivamente. Gracias!