Es cuestionable el argumento ya que el Adam es una creacion .
La creacion tiene un comienzo por tal razon no eterna.
Quedo a sus ordenes.
Shalom, muchas gracias por su consulta.
Ante todo, el post que genera su duda NO ES de mi autoría, sino del autor cuyo nombre está mencionado allí. Él es un hombre noájida que estudia, indaga, cuestiona, lucha, hace las paces, se equivoca, acierta, vuelva a estudiar, desaprende, aprende, todo ello porque está en sincera búsqueda de conocer su identidad espiritual y expresarla correctamente.
Para ello debe ir haciendo luz sobre su Sistema de Creencias, ese que nos manipula y aleja de la Verdad; pero, no hablaremos del S. de C. en este post. Ya lo hacemos en varios otros.
Es un trabajo indispensable para todo el que desea ser leal del Eterno, ventilar nuestro S. de C., para que ya no tenga poder (o tenga menos) en nuestros pensamientos, sentimientos, palabras, acciones.
Porque, en tanto dejemos al S. de C. operar desde las sombras, seguiremos esclavos del EGO, y por tanto siendo religiosos, supersticiosos, prejuiciosos, encadenados a falsedades, etc.
Al ir quitando el dominio del S. de C. sobre nosotros, vamos encaminando nuestra vida para andar de acuerdo al estilo de vida espiritual: construyendo SHALOM, siendo leales al Eterno porque cumplimos los mandamientos que Él nos ha dado a cada uno para que cumpliéramos.
Ésta no es para nada una misión sencilla, mucho menos viniendo del mundo del cristianismo y otras creencias que no siempre armonizan y son compatibles con la pureza, santidad y belleza del código ético/espiritual del noajismo.
Como sea, el Sr. autor ha plasmado uno de sus tantos esfuerzos mentales/emocionales para ir acercándose a la Verdad, que es el Eterno.
Confieso que no entiendo todo lo que ha escrito en ese post, y que hay ciertas cosas que según yo interpreto de sus palabras no estoy de acuerdo.
Pero, es un post para que la gente despierte, para remover cáscaras que ocultan la LUZ, porque en ningún momento el autor pretende adoctrinar ni ser abanderado del conocimiento de origen divino.
Es una persona que está luchando con un extraño sujeto durante la noche, tal como el patriarca Iaacov hiciera aquella memorable noche que contendió con un “hombre”. El resultado, espero, que sea el crecimiento de este buen señor así como el de aquello que leyendo sus frases tengan la oportunidad de confrontar a sus propios “demonios” (uso esta palabra en absoluto sentido poético) y entonces encuentren una senda más despejada al Padre.
Yo leo lo que los otros autores publican y si no veo ninguna desviación hacia cuestiones prohibidas, entonces no soy quién para censurar la expresión del autor. A veces quizás no sean pensamientos dentro de lo habitual, pero pueden estar cumpliendo la importante función de generar movimiento que lleva a preguntar, cuestionar, revisar lo sabido, corregir, etc. Y eso es algo excelente, porque solamente cuando nos enfrentamos con la posibilidad del error, es que estamos aprendiendo.
Y, cuando hay cosas que sobrepasan mi entendimiento, confío en el filtro que otros lectores sabrán poner cuando sea necesario.
Dicho lo cual, pasemos a responder su interesante misiva.
Los Sabios nos enseñan a no indagar en lo que pudiese haber existido antes del momento inicial de este universo, sino solamente concentrarnos en este mundo, al que podemos acceder a través de los sentidos, con ayuda de instrumentos, y también aprendiendo de las enseñanzas de ellos que brotan de la Divina Fuente.
Todo el resto, son especulaciones, fantasías, que pudieran acertar con algo cierto, pero no podemos depender de la suerte para conocer la Verdad.
Por tanto, abstenerse de esas conjeturas es lo más saludable.
Como también de pretender tener conocimiento del mundo espiritual, que es por completo diferente a todo (absolutamente todo) que nosotros conocemos y podemos conocer. Pues, es una realidad que no está limitada por tiempo ni espacio, en tanto que nuestro mundo siempre se encuentra sometido a esta limitación. Hasta los sueños más delirantes que alguna persona pudiera tener, están sometidos al tiempo y espacio. Por tanto, todo lo que la Tradición nos cuenta del mundo espiritual son meras alusiones, imágenes poéticas, maneras de expresar humanamente aquello que es imposible de describir o tan siquiera percibir.
Es importante entender esto, porque podemos llegar a gruesos errores si tomamos literalmente lo que se nos cuenta del mundo espiritual.
Entonces, yendo a lo que usted inquieta: ¿es eterna nuestra existencia?
La respuesta es triple, no, sí, quién sabe.
No: en tanto nacemos a este mundo, limitados por tiempo y espacio, con un período de existencia terrenal limitado, ciertamente no somos eternos.
En este mundo construimos, como vamos pudiendo, el Yo Vivido, nuestra personalidad, que es ese personaje al que acostumbramos reconocer como “yo”.
Este Yo Vivido tiene una vida de ¿cuánto?, ¿120 años? ¿Unos miles si hicimos algo (bueno o malo) que amerite ser recordado por las generaciones?
Pero ciertamente, el Yo Vivido perece y de él no queda nada específico.
Mientras el Yo Vivido está animado por el NEFESH (alma, energía vital) y esté con posibilidades físicas, entonces habrá interacción con el mundo; pero cuando el NEFESH se despega del cuerpo, le decimos adiós a esta vida.
Sí: sin embargo, ese Yo Vivido que estamos siendo NO ES lo que somos en esencia, puesto que antes de nacer a este mundo, y tras nuestro pasaje por él, la NESHAMÁ existe. Esa NESHAMÁ que podemos llamar como Yo Esencial, el espíritu, y que siendo una chispa de la Divinidad entonces podríamos asumir que es eterna como lo es Él.
Por supuesto que hemos de ser cautelosos y no limitar la NESHAMÁ a una identidad individual, porque cuando ya no vivimos más como Yo Vivido en este mundo, entonces no es una entidad individual sino que la chispa está integrada a la LUZ del Eterno, una emanación de Él.
Por tanto, al día de hoy sabemos que la NESHAMÁ es eterna, por ser una chispa de la LUZ del Eterno, y su eternidad se explica precisamente por ser parte de Él. Así como Él es Eterno, una chispa de Él lo es.
Pero, ni siquiera durante nuestra vida terrenal la NESHAMÁ realmente es una entidad separada, reconocible, porque si recuerda lo que mencionamos más arriba en el mundo espiritual no existen las limitaciones temporo/espaciales, ni esa realidad es posible de ser comprendida. Por tanto, nos debemos asumir como ineptos para comprender esto, y con humildad decir que todas las enseñanzas de la Tradición (muchas de las cuales vertemos en nuestros posts, aquellos de mi autoría al menos) en lo que refiere al mundo espiritual nos dejan perplejos, sin capacidad de afirmar o negar por completo con absoluta seguridad, puesto que el intelecto humano es incapaz siquiera de rozar la realidad aquella.
Por tanto: quién sabe.
¿Se entiende hasta acá?
En síntesis, tenemos una existencia limitada y a la vez una que es eterna, pero no sabemos que pasa antes de la Creación, ni sabemos que ocurre al final de la existencia del universo (sea cuando ello fuera, que para Dios también ya es ahora).
Ahora, sobre que Adam es una creación: sí, por supuesto, con manifiesta claridad lo expone el sagrado texto de la nación judía (la Torá) según dictó Dios a Moshé para que escribiera.
Pero ese es el Adam terrenal, sin embargo, ¿qué sucede con el Adam espiritual, aquel que contenía todas las NESHAMOT de la especie humana?
Ese Adam espiritual es una emanación del Eterno, pero obviamente NO ES el Eterno, ni una subdivisión de Él.
Sin embargo, el hecho que sea una emanación del Divino nos resulta por completo incomprensible, es una cuestión que supera nuestra capacidad intelectual, pues pertenece al plano espiritual, por tanto nuestro conocimiento termina aquí.
Y sí, la creación en modo alguno es eterna, al menos en la visión clásica del judaísmo.
Hubo un comienzo definido, aquel que dio inicio a TODO: el espacio, el tiempo, incluso lo espiritual y todo lo que hay en ellos. Está en el primer versículo de la Torá.
(Recordemos que Dios tampoco es espíritu, como no es material; pues ambas realidades son obras de Él, desprendidas y/o elaboradas por Él).
Y probablemente haya un final del tiempo y del espacio, y no sabemos de lo espiritual. Ni tampoco podemos especular sobre una realidad en la cual el espacio/tiempo hayan desaparecido, es incomprensible, inaccesible para nuestra mente. Quizás algún científico súper genial pueda teorizar sobre ello, no tengo idea, pero dudo que siquiera el más genial de los astrofísicos tenga la capacidad de comprender un universo sin tiempo ni espacio.
Pero recordemos que estamos hablando de cosas que no pueden ser comprendidas por mente humana, ni siquiera imaginada, por lo cual es de sabios y prudentes no seguir dando vueltas sobre el asunto.
En resumen, para algunas personas es interesante estos temas que no tienen modo de ser comprensibles realmente, y ni siquiera toda la enorme sabiduría de las enseñanzas de los Sabios alcanzan para siquiera rozar un poco de la realidad del Eterno. Se nos brindan imágenes, se dan referencias comprensibles, pero el hecho en sí permanece imposible de ser accedido.
Por esto, humildemente considero que es mejor dedicarse de lleno a temas que sean accesibles, que sean pasibles de ser llevados a la práctica.
Como por ejemplo lo que enseñamos de la construcción de SHALOM, sin meternos en cuestiones peligrosas, porque, cuando nos entretenemos con temas por completo fuera de la mente del hombre nos ponemos en gran riesgo, pues fácilmente nos dejan expuestos a llenar el vacío de nuestra mente con fantasías que bien pronto se convierten en religiones, dioses, salvadores fantásticos, rituales, dogmas y todo esto tan pesado que viene esclavizando a la humanidad desde su mismo origen.
Entonces, mi modesta recomendación es dedicarnos de lleno a hacer de este mundo un paraíso terrenal, porque de esa manera estamos cumpliendo la Voluntad del Padre.
Él no se dedicó a disertar de metafísica con Adam, tampoco con Noaj, a la hora que mandó los Siete Mandamientos para cada uno de los hijos de las Naciones.
Tampoco estuvo interesado en discursear de mística, ni exponer realidades sobrenaturales cuando dictó la Torá a Moshé para los judíos. Sino que fue práctico, concreto, sumamente terrenal pues nuestra tarea es traer el mundo espiritual a este mundo. Cada uno viviendo de acuerdo a su código de ética/espiritual que le corresponde: noajismo para gentiles; judaísmo para judíos.
Si hacemos de la construcción de SHALOM nuestro trabajo constante, con pensamientos, palabras y acciones de bondad y justicia, bien pronto descubrimos la Divina Presencia en nuestra vida y en la de los demás, y todo lo metafísico se deshilacha para dar paso a la plenitud de gozar de la bendición de lo Alto.
Que esta bendición sea la que siga poblando su vida y la de sus seres queridos.
Tenga un excelente día, shalom y bendición.
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