Te invito a estudiar un poco acerca de la parasha Shelaj Lejá.
Seleccionamos de la parashá
1. Amar la Tierra Prometida.
2. Construimos nuestra realidad a partir de nuestra percepción-decodificación de lo que sentimos.
3. La correcta autoestima es base de una vida armoniosa.
4. El miedo puede conducir a terribles acciones.
5. Dios no castiga las faltas sino que provoca que se rectifique el orden quebrado.
6. Existen señales sagradas del pacto entre Dios y el pueblo judío.
7. No dejarse llevar por las pasiones, ni las que nacen por deseos externos ni por internos.
8. Recordar cada día que Dios nos liberó de la esclavitud.
9. Tzitzit.
Dice la parashá:
"Mereshit -de lo primero- que amaséis daréis al Eterno una ofrenda alzada, a través de vuestras generaciones."
(Bemidbar / Números 15:21)
Mereshit, que hemos traducido como “de lo primero”, se puede entender también como “desde el principio”.
A la persona se la debe instruir en Torá (valores trascendentes) y buenas acciones desde el primer momento de vida en este mundo.
Así es educada para que su proceder sea pleno de amor y de respeto hacia el Eterno y hacia el prójimo.
Mientras el niño aún está en su cuna, se lo debe “elevar hacia el Eterno”, tal como expresa el versículo que citamos, lo que en lenguaje figurado representa el prepararlo para que sea una persona íntegra, dedicada por completo a lo que es bueno y justo.
Que su deseo vaya hacia lo alto, para que no se quede hundido en la miseria que resulta de esclavizarse a las pasiones caóticas.
Cuando así se educa a través de todas las generaciones, se preserva la santidad de la nación, y la calidad ética de sus integrantes.
Relato: El tigre y el zorro
Si se enfrentarán un tigre y un zorro, ¿quién crees que vencería?
Todos sabemos que el tigre es un animal robusto, ágil, sagaz, está preparado para cazar y obtener a sus presas.
En cambio el zorro, ¿qué puede hacer un zorro en contra de un tigre hambriento?
Parece evidente que el tigre lleva las de ganar, sin embargo, déjame que te cuente una vieja fábula:
‘En una ocasión un tigre atrapó a un zorro.
Cuando estaba por devorarlo éste le dijo: “A mí no puedes comerme.”
Respondió el felino: “¿Acaso tu carne es venenosa? Porque de no serlo, ¡no veo motivo para que no seas mi plato principal de mi almuerzo!
El zorro rápidamente añadió: “El Creador me ha designado primer ministro de todas las bestias. Para que lo entiendas, soy importante en el gobierno de Dios, por lo que si me comes o haces cualquier daño estarás desobedeciendo Sus Leyes… ¡no quisiera estar en tu lugar cuando Él te juzgue!”
El tigre, con cara pensativa, comentó: “Mira que eres mentiroso animal… ¿quién te va a creer que tú eres algo más que mi comida?”
El zorro, con toda calma, dijo: “Lo que tienes de fuerte, lo tienes de tonto… ven, acompáñame al bosque y comprobarás mis palabras.”
Dicho lo cual ambos se encaminaron hacia la espesura cercana.
Allí el tigre corroboró las palabras del zorro, pues cada animal que veían escapaba presuroso.
-¿Viste? – dijo el zorro- ¿No te había dicho yo que todos los animales me temen porque saben mi importante rango en el gobierno de Dios?
El tigre asintió con su cabeza y liberó al zorro rápidamente, no sin antes pedirle disculpas y hacerle prometer que no lo denunciaría ante el Rey.’
Como tú puedes comprender, no siempre el que tiene la fuerza se lleva la victoria.
Preguntas para repasar y reflexionar
1. ¿Por qué huían los animales al ver al zorro?
2. ¿Cuál era el poder que tenía el zorro sobre el tigre?
3. ¿Cómo relacionas este relato con el contenido de la parashá?
4. ¿Te parece que esta enseñanza tiene alguna relevancia para la vida cotidiana?
5. ¿Conoces algún otro relato o anécdota que tenga similar contenido?
6. ¿Cuáles son las señales sagradas del Pacto eterno entre Dios y los judíos?
¡Te deseo Shabbat Shalom UMevoraj! Moré Yehuda Ribco
Por que iba acampa~nado del tigre