Ayer comentamos un poco acerca del versículo:
«Asimismo, [Moshé] tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo [judío], el cual dijo: –Todas las cosas que el Eterno ha dicho, haremos y escucharemos (comprenderemos).»
(Shemot/Éxodo 24:7)
Hoy añadimos un poquito más, para lo cual prestemos atención a este otro párrafo del texto sagrado:
«Mandó a los de Yehudá [Judá] que buscaran al Eterno, Elohim de sus padres, y que pusieran por obra la Torá y el mandamiento.»
(2 Divrei Haiamim/II Crónicas 14:3)
Advierte que por un lado se menciona la Torá y por otro la mitzvá (mandamiento).
¿Esto que nos quiere decir?
Al menos tenemos dos respuestas que se complementan y no se contradicen.
1- Torá es la escrita (los cinco libros de Moshé), mitzvá es la oral.
Por tanto, hay que tener el mismo grado de aplicación, conocimiento, actitud, respeto, cumplimiento por ambas vertientes de lo que es Torá.
Es decir, no hay Torá si se elude su faceta escrita o su faceta oral.
2- Torá está indicando las narraciones que se encuentran en los libros de Moshé.
Mientras que mitzvá refiere a la parte estrictamente legal, del código que forman las 613 mitzvot.
Tomando en consideración esto, cuando los judíos dijeron “haremos y escucharemos”, pudieron estar declarando también dos cosas:
1- Tendremos en consideración la oralidad que escuchamos como Torá para poder realizar adecuadamente aquello que está escrito.
Porque no andamos a oscuras y dando tumbos de ignorantes, suponiendo que lo literal es lo que se debe aplicar tal cual.
O tomando nuestras opiniones como el camino marcado por Dios, ya que estamos conscientes de que la opinión vale tanto como el conocimiento/experiencia/ética/inteligencia/adecuación de aquel que la emite. Por tanto, no estamos andando según el criterio personal, o de algún inesperado iluminado que se manifiesta como pastor de su rebaño; sino que nos aferramos al timón de aquellos que están capacitados para revelarnos verdadero conocimiento.
Para lo cual, es imprescindible que la letra grabada en lo escrito cobre vida terrenal a través del espíritu oral; así tendremos la conexión idónea.
Nos queda muy claro que lo literal es incomprensible sin lo oral, o al menos en peligro de ser entendido de manera incorrecta.
2- Cumpliremos con las ordenanzas y estudiaremos el texto, tanto el código legal como sus narraciones, pues éstas sirven para conocer una porción de nuestra historia como pueblo judío, para visualizar el fundamento de los mandamientos, pero especialmente para mantener el testimonio de la actividad de Dios que se manifestó a nuestros antepasados y no dependemos de fe o la creencia necia.
El judaísmo es un combo de Torá y mitzvá, de teoría y práctica. Ambos son complementos necesarios e indispensables y tienen un mismo origen en el Creador que nos reveló Su Voluntad.
Recomiendo repasar esto: https://serjudio.com/exclusivo/respuestas-a-preguntas/resp-6046-la-tor-oral y este otro https://serjudio.com/tora/la-tora-oral