Atiende por favor:
«También Lot, que iba con Avram [Abram], tenía ovejas, vacas y tiendas.
Pero la tierra no bastaba para que habitasen juntos. Sus posesiones eran muchas, y no podían habitar juntos.
Entonces surgió una contienda entre los pastores del ganado de Avram [Abram] y los pastores del ganado de Lot. En aquel entonces los cananeos y los ferezeos habitaban en la tierra.
Entonces Avram [Abram] dijo a Lot: ‘Por favor, no haya contiendas entre tú y yo, ni entre mis pastores y tus pastores, porque somos parientes.»
(Bereshit / Génesis 13:5-8)
Ahora responde, ¿qué te parece le propuso Avram el generoso a su sobrino Lot para resolver esta dura disputa?
Te pido que no mires en el pasaje de la Torá que continúa, ni uses la memoria para contestar lo que ocurrió; solamente imagina la escena y plantea una solución.
Gracias.
Probablemente estarán aquellos religiosos que dirían que si las posesiones son el motivo de la pelea familiar, ¡qué mejor que vivir en la pobreza!
Porque, como todo religioso sabe (en ese conocimiento erróneo y oscuro de toda religión acerca de la espiritualidad) el problema del humano es el materialismo, ¿no es así?
Por tanto, al eliminar el dinero, la propiedad privada, la riqueza, la abundancia económica, bien pronto se resolverían todas las dificultades del hombre con el hombre, ¿no?
Entonces, seguramente que padre del monoteísmo (otra noción falsa que proponen los religiosos que se hacen llamar monoteístas) habrá indicado a sus empleados dirimir el pleito entregando los bienes materiales, abandonado todo placer físico, evitando el contacto innecesario con las cosas de este mundo, porque “al César lo que es del César”, ¿no es así el dicho?
Otros religiosos, tan fracasados en la espiritualidad como los anteriores, propondrían un sistema extraño de recompensas materiales a partir de la fe en ciertos seres sobrenaturales, por cumplir algunos dogmas bizarros y confusos, y por supuesto seguir fervorosamente los mandatos de sus pastores religiosos. De más está mencionar que los dinerillos deben correr presurosos a las arcas de dichos ministros religiosos, siempre con la promesa fantástica de que el que provee al gurú obtendrá inmensas ganancias posteriormente. Y, si por una de esas cosas extrañas de la vida, la riqueza y prosperidad no llega al estómago de la ovejita religiosa, siempre estará la promesa de un paraíso delirante luego de esta vida.
Por lo cual, estos religiosos probablemente dirán que Avram sentenció que su sobrino le entregara diezmos, ofrendas, contribuciones y todo otro tipo de donativo para enriquecerse aún más, dejándolo al otro sumergido en la pobreza. Así se terminaba el problema, porque Avram, líder de la secta religiosa imaginaria del religioso, nadaría en sus millonarias adquisiciones en tanto Lot, como el resto de las ovejitas pacería muerto de hambre y angustias; pero, las disputas de los trabajadores ya no se producirían más.
Otros religiosos verían la prosperidad de ambos personajes como un grave problema, por supuesto por ser asuntos de este mundo; pero, a diferencia de los anteriores religiosos no exigirían ceder posesiones ni ahogarse en deudas y famelismo. Más bien, la solución estaría en rezar mucho, adorar mucho, servir a la deidad mucho, llenarse de rituales mucho, en fin… lo que se te ocurra que la gente hace y deja de hacer poniendo en medio a Dios y dioses. Con gran fanatismo religioso, pero los bolsillos llenos, esperando que sea de arriba que provenga la solución. ¿Cómo habría el hombre de resolver las contiendas, si es de Dios el obrar y del hombre esperar con fe?
Y así, muchas otras ideas estrambóticas podrían producirse, envueltos en las roscas serpentinas del EGO, padre y tutor de toda religión.
Pero, la NESHAMÁ tiene otras ideas para ofrecer.
Ahora sí, te ofrezco leas la solución espiritual avivando lo material que dio el sabio Avram.
Busca en el TANAJ, biblia, el pasaje que corresponde a la respuesta. Está ahí mismo, un poquito más adelante del texto que te he citado.
Lee, comprende, analiza, pregunta, critica, estudia.
Luego si quieres lleva a la práctica en tu vida cotidiana, porque esa es la verdadera forma de aprender, y entonces estarás siendo conducido por tu identidad espiritual y no como autómata del EGO.
Shalom, bendición.