Ese desorden mental está ahí para ocultar algo.
Entre ese barullo hay dos cosas que se pierden:
- la voz de la NESHAMÁ, tu conciencia espiritual con su llamado ético; y
- lo que te avergüenza y tratas de esconder con el relajo.
Haz un plan para aquietar el ruido, para silenciar el griterío, para poner orden en tu casa.
Aprende a meditar, a llenar de paz tu mente, a detectar lo que debe ser eliminado de aquello que debe ser rescatado del olvido.
Es parte de tu tarea diaria, pero especialmente en estas fechas previas a ROSH HASHANÁ, el año nuevo universal.