Canales de poder

El Creador es incomprensible para nuestro limitado entendimiento.
Todo lo que digamos acerca de Él, caerá infinitamente lejos de lo que Él “es” (tampoco es).
Solamente contamos con las palabras que nos provee Su Revelación, aquellas verdades que obtuvieron los profetas que quedaron registrados en el TANAJ.
Así como las enseñanzas que elaboraron los Sabios, que nos guían en el imposible terreno de lo que es impensable q incluso inimaginable.

El Creador es Todopoderoso y quiso compartir una ínfima parte de ese inconcebible poder con nosotros, Sus criaturas.
En especial con el hombre, único en el planeta tierra que está formado también por NESHAMÁ (espíritu, Yo Esencial, una chispa de Su LUZ).
Por lo cual proveyó de canales para que Su poder pudiera verterse en recipientes y que éstos no se desbordaran ni se rompieran en la inexplicable tarea de poner límites a lo que es ilimitado.

A esos recipientes en la tradición cabalística se los ha denominado SEFIROT.
No son personalidades del Todopoderoso, ni cualidades diferenciadas de Él, sino manifestaciones de Su Poder contenido de forma tal que nos resulten beneficiosos sin provocarnos daños y que también nos sirvieran como modelos de conducta.
Es decir, cuando conocemos las Sefirot y aprendemos acerca del poder que representan, estamos en el umbral para adquirir conductas que nos lleven a desplegar ese poder en nuestras vidas.

Cada una de estas manifestaciones del Poder nos permiten entrenarnos y poner en práctica el poder a nuestro alcance.
En eso consiste uno de los motivos de nuestra existencia: el llevar a su máxima manifestación el potencial de cada uno, para hacer de nuestro Yo Vivido un reflejo de nuestro Yo Esencial.
Es decir, que el Poder del Eterno sea expresado a través de este recipiente limitado que es el ser humano.

De acuerdo a la Tradición son diez las Sefirot, por tanto, diez los recipientes que contienen Su Poder.
Son diez las características que podemos desarrollar para que el potencial se manifieste.
De esta manera nos sobreponemos a la natural impotencia que vivimos y sentimos de manera continuada; porque estar en este mundo implica un constante sometimiento a la impotencia.

Las tradicionales diez Sefirot y el poder que representan para el hombre son:

1. Jojmá: sabiduría, intuición, iluminación que proviene de fuera, creación
2. Biná: inteligencia, abstracción, razonamiento, conocimiento que se genera intrínsecamente
3. Daat: la interacción de Jojmá y Biná que permite conectarse con la realidad y no estar perdido en abstracciones, creatividad práctica
4. Jesed: el favorecer a otros de forma desinteresada
5. Guevurá: el restringir y marcar límites
6. Tiferet: la verdad, la memoria emocional, la construcción de SHALOM
7. Netzaj: la agresividad, el impulso a superarse, la actividad, el perseverar, la confianza, expresividad efusiva
8. Hod: la belleza, la comunicación íntima, la contención, el disfrute, el capital
9. Iesod: los impulsos, las pasiones, la expansión, la comunicación afectiva, el relacionarse con otro
10. Maljut: el control, la organización, el mando, el cuerpo

Cuando la actividad del hombre se ve perturbada por el EGO, todos estos poderes son trastocados y pueden derivar en:

1. fanatismo, superstición, delirio
2. obsesiones, abstracciones que se alejan del mundo real, intelectualización que esconde sufrimiento
3. pensamiento difuso, inmadurez mental y emocional, manipulación emocional
4. someter a la dependencia a quien está subordinado, comprar el cariño, no dar paso a que otros actúen
5. crueldad, malicia, avaricia, miedo, angustia
6. corrupción de la política y justicia, inmoralidad, falta de principios, echar culpas
7. destrucción, guerra, violencia, compulsiones
8. inoperancia, pereza, debilidad, ansiedad
9. abusos sexuales, adicciones, engaños, soledad
10. caos, enfermedad, miseria

Como podemos advertir, cuando los antiguos estudiosos pudieron definir estas ideas y darnos una visión de la canalización del Poder para permitirnos manifestarlo, estaban dando un paso importante en el conocimiento de la siquis humana y el perfeccionamiento de nuestra conducta.
Contar con manuales que nos guíen nos dará la oportunidad para corregir nuestro Yo Vivido y sincronizarlo con el Yo Esencial.
Esto da como resultado una vida de poder, de placer, de comunicación, de shalom, en donde las herramientas del EGO ejercen su función normal y por tanto la persona cuenta con una libertad y salud deseables.
Así podemos ejercer con mayor calidad nuestro destino de ser socios del Eterno en el perfeccionamiento del universo.
Lo cual, comienza por casa.