Para la noche de Pesaj se ha ido introduciendo desde hace muchos siglos un orden, al que se le llamó SEDER (orden, arreglo), a través del cual cumplimos con todas las reglas y seguimos la mayoría de las costumbres clásicas para esta oportunidad.
Lo escribimos aquí debajo, en mayúsculas, junto a cada uno daremos una brevísima descripción de a qué corresponde.
Luego, debajo brindamos una de las mil ideas que nos pueden alumbrar, en esta ocasión a través de las enseñanzas de Inteligencia Espiritual.
- KADESH: se hace el kidush
- URJATZ: se lavan las manos sin bendición, ya que se procede a comer la “ensalada”
- KARPAS: se come un pedazo de verdura como entrada, puede ser papa, apio, etc. remojada con agua con sal
- IAJATZ: se parte la matzá del medio de las que están preparadas de antemano, el pedazo más grande se reserva para ser comido como afikomen al final de la cena
- MAGUID: se relata el proceso de Salida de Egipto, así como se conecta con otras situaciones que nos reviven Pesaj en cada generación
- ROJTZA: se lava las manos de manera ritual con bendición
- MOTZI: se bendice hamotzí por la matzá
- MATZA: se bendice por cumplir con la mitzvá de comer matzá esta noche
- MAROR: se come la hierba amarga
- KOREJ: se come el sándwich de matzá, maror y jaroset
- SHULJAN OREJ: se come
- TZAFUN: se descubre el afikomen y se come
- BAREJ: se bendice la bendición posterior a la comida
- HALEL: se recitan loas al Eterno
- NIRTZA: confiamos en que lo realizado esta noche ha sido aceptable y aceptado, con la mayor confianza de que será mejor el año que entra
Para alumbrarnos y motivarnos:
- KADESH: ten presente que todo lo que existe contiene su chispa de santidad, porque no hay criatura o cosa que no esté conectado al Eterno. Eso es la santidad: la conexión con el Creador. Cuando tomas conciencia de esto y actúas de modo tal que pones de manifiesto la santidad, entonces toda tu vida es una celebración, de plenitud, de bendición. La santidad en todo, la elevación hacia mayores niveles siempre posible. Saberlo y vivirlo es refrescante.
- URJATZ: la pureza es la conexión con la vida, de manera tradicional es por medio del agua que se retira la impureza (grado de desconexión con la vida), por lo cual, cuando realizamos un lavado de manos ritual estamos tomando en cuenta el especial valor de la vida y el compromiso por ella. El leal al Eterno no vive con la muerte en su foco, sino con la vida. Por lo que, todos los actos han de servir para promoverla y desarrollarla. Siendo así, aprendemos a apartarnos de lo que es impuro para destacar aquello que es puro.
- KARPAS: la vida del fiel al Eterno no se debe llevar en medio de privaciones auto provocadas, ni en encierros, ni en negaciones del placer; muy por el contrario, en el disfrute de lo permitido, en el placer admisible se encuentra un camino excelente para perfeccionarnos y así llevar a la perfección al mundo. Cuando gozamos de lo permitido estamos permitiendo que los bienes del Eterno cumplan su cometido, elevando así cada chispa sagrada de todo lo que nos ha tocado redimir. Hasta la sencilla ensalada es ocasión para el deleite y por tanto para la bendición y la dicha.
Agradecer por lo bueno y disfrutarlo, aunque tengamos anhelos de más, aprendamos a pasarla bien con nuestra porción, aceptarla, agradecerla sin por ello descartar disfrutar de una porción mayor mañana. - IAJATZ: la vida no nos trae solamente deleite, también es una presencia ineludible el dolor, el sufrimiento, la privación, todos los tipos de impotencia, todo lo cual también hemos de aceptar y agradecer… ¡pero no disfrutarlo ni buscarlo adrede!
La impotencia nos rompe por dentro, pero estar quebrados no significa haber sido derrotados, ni estar con permiso para vengarnos o dejarnos llevar hacia las malas conductas. Por el contrario, guardamos lo sano, nos resguardamos para fortalecernos, para que llegado el momento sea la NESHAMÁ la que alumbre con su LUZ y no el EGO con sus herramientas precarias. El proceso para aprender a manifestar nuestro Yo Esencial puede ser largo, porque tenemos mucho por desaprender y mucho por aprender, pero es indispensable mantenernos constantes en el camino del constructor de SHALOM, porque de a vamos materializando la NESHAMÁ en cada pensamiento, palabra y acción. Hasta que finalmente, la LUZ prevalece sobre las sombras y ante cualquier impotencia irradia la energía sagrada y no la reacción animal instintiva. - MAGUID: hemos de tener memoria y compartir nuestros recuerdos con hijos, alumnos y todos los que están dispuestos a recibir nuestras enseñanzas, consejos, relatos de vida, etc.
Nacimos para ser parte de una unidad mayor, por tanto, nuestros talentos y virtudes no son exclusivamente para el beneficio personal, o para el derroche insensible; sino para ser puestos al servicio del tikún olam, que se logra de manera sublime a través de la constante construcción de SHALOM.
Contar, relatar, recrear las vivencias para que el mensaje de vida no se pierda ni se confunda. - ROJTZA: nuestra tarea como constructores de SHALOM implica muchas veces estar en contacto con lo que desconecta de la vida, porque estamos en permanente situación de impotencia, de falta de poder, de apocamiento de la energía vital. Sin embargo, encontramos fuerzas para reponernos, para ayudar a otros a fortalecerse y por ello estamos reconectándonos a cada rato con la conciencia de la vida, de la plenitud, del poder. Vamos más allá de rituales, rótulos, mandatos sociales, reglas de la moral, obligaciones irracionales, instintos, para manifestar en la realidad la presencia de la NESHAMÁ. Construir SHALOM es conectarse con la vida, llenarnos de poder, dominar aquello que está en nuestra capacidad de dominar y dejar correr como agua que se va lo que no tenemos capacidad de controlar.
- MOTZI: vemos el fruto de nuestro trabajo, nos damos cuenta de la labor del hombre que partiendo de los bloques naturales construye ciudades complejas e inmensas. El Creador nos dio los instrumentos y los materiales pero depende de cada uno hacer la parte que le corresponde para que todo esté sincronizando y sonando en la orquesta cósmica de la Creación.
Como el pan, el humilde pan ázimo, que toma lo básico de la naturaleza pero lo transforma, lo humaniza, lo dota de sentido, lo conecta con la eternidad. - MATZA: el hombre tiene mandamientos para cumplir, lo sepa o no, lo quiera o no, los cumpla o no. Siete para cada uno de los gentiles, y para el pueblo judío hay 613. Cada uno tiene su propio código de conducta pautado por el Eterno, que está acorde a su espiritualidad. Aprender los mandamientos nos permite vernos al espejo de la eternidad, cumplirlos nos permite tomar conciencia de que somos parte de esa eternidad.
- MAROR: sí, también para el que construye SHALOM e incluso es detallista con el cumplimiento de los mandamientos existe el fracaso, la impotencia, la amargura. Aunque somos hijos del Eterno, también somos materiales y por tanto marcados para la corrupción, la muerte, la decadencia, la enfermedad, todo tipo de padecimiento que quedan enmarcados en: impotencia. Cuando llega el tiempo de beber el trago amargo, es ese tiempo. No por esto vamos a perder el sendero ni olvidarnos de nuestra verdadera identidad. Más bien, a través del sufrimiento también encontrar la fortaleza para sobreponernos y alcanzar así cimas que ignorábamos por no haber padecido ese momento de impotencia.
- KOREJ: y a veces no nos damos cuenta del valor de lo que estamos experimentando, es un caos, una confusión. Está lo dulce, está lo amargo, está lo sagrado y lo que parece no serlo. No perder las riendas de la vida, no dejarnos llevar por el EGO, mantenernos serenos.
- SHULJAN OREJ: cuando llega la plenitud, disfrutarla. Cada uno de acuerdo a su capacidad y circunstancia. Avergonzarnos por nuestra riqueza, dar riquezas por nuestros privilegios, negarnos a disfrutar no nos hace más sanos ni fieles, sino todo lo contrario.
- TZAFUN: existe el bendito placer del cuerpo y existe el placer más allá de él. Ambos son buenos, ambos son sagrados. No quedarnos solamente con uno de ellos, no quedarnos sin ninguno de ellos.
Descubrir quien somos en realidad, esa esencia infinita que es la NESHAMÁ, para lo cual precisamos vivir construyendo SHALOM, cumpliendo los mandamientos que nos corresponde de acuerdo a la Divina Voluntad. Entonces, estaremos disfrutando del paraíso terrenal, entonces estaremos llenando de placer indescriptible nuestra parcela de infinitud. - BAREJ: agradecer, bendecir, ser conscientes son cuestiones indispensables para obtener el mayor grado de disfrute. Pasar por la vida gozando de cosas y no agradecer por ellas, no darnos cuenta de lo que implican, no construir sentido trascendente, es gozar solamente una ínfima parte de lo que nos toca.
- HALEL: tengamos presente que aunque esté oculto, aunque no se presente, hay un Creador que sostiene el mundo, lo regula. Cuando nos conectamos con Él, entonces estamos alcanzando un estado de existencia que es imposible de otra manera.
- NIRTZA: confiemos en nuestras capacidades, hagamos nuestra parte, no dependamos de milagros ni esperemos que sean otros los que hagan lo que nos toca a cada uno de nosotros hacer. Si tú no haces tu parte, nadie más la hará, ni siquiera Dios. Pero también confía en que Él está haciendo Su parte y no precisa de tus quejas e imposiciones. Está bien que pidas ayuda, está bien que seas ayudado, pero recuerda que Él es el amo y tu el siervo. Haz de tu vida que sea la manifestación de ser un hijo del Altísimo.