La ignorancia es una de las formas de la impotencia, por tanto el EGO propende a mantener a la persona en el desconocimiento, la falta de conciencia, el engaño, la fe.
No dejes de estudiar, analizar, profundizar, criticar con tino, usar tus fuerzas mentales para aprehender las cuestiones y reforzar tus cualidades.
Procura aprender, para hacer que tus acciones expresen tu conocimiento.
Apártate de la repetición mecánica de lemas, de memorizar frases para satisfacer al orgullo, de ser un discípulo necio y engreído.
Sé poderoso, para lo cual habrás de ser tú mismo, en armonía con tu Yo Esencial.