Algo te ha molestado,
te sentiste enojado,
tal vez frustrado,
quizás entristecido por no poder.
¡Eso es normal!
No debieras sentirte pecador,
ni permitir que nadie te manipule haciéndote sentir así.
Lo que debes aprender es
a NO reaccionar automáticamente cuanto te sientas así,
sino,
darte cuenta de tu sentimiento,
encontrar qué te ha generado sentirte impotente,
reconocer tus límites así como tu poder,
y entonces elaborar una respuesta que edifique
y por tanto te llenes de tranquilidad.
Algunos consejos para corregir el hábito: http://serjudio.com/exclusivo/cterapia/algunos-consejos-para-dominar-al-enojo