Este Shabat leemos de dos sifrei Torá, en el primero la parashá SHEMINÍ según corresponde al ciclo anual de lectura público; en el segundo la porción denominada PARÁ.
La lectura especial se refiere al complejo ritual para purificarse cuando se está impuro de muerte.
Con gran inteligencia se postuló añadir esta porción en el Shabat que antecede al comienzo del mes de Nisán, para que las personas recuerden que en poco tiempo deberán peregrinar al Templo en Ierushalaim, para realizar el sacrificio Pesaj, por lo cual debían estar en estado de pureza.
De cierta manera esto es un vínculo muy fuerte con la parashá semanal.
Se trata de la inauguración del Mishcán, el Templo portátil empleado originalmente en el desierto; que fue continuado luego por el Beit HaMikdash de Ierushalaim.
La lectura es previa a Nisán, siendo que el Mishcán fue inaugurado el primero de ese mes.
Hay involucrados sacrificios en honor al Eterno en ambas secciones.
Pero, especialmente en las dos se trata de preparativos.
Es algo muy importante a tomar en consideración: el estar preparado.
Prepararse para lo esperable, pero también estar acondicionado y entrenado para lo inesperado.
No siempre, pero es común, dedicar tiempo, esfuerzo, energía, voluntad disponiéndose para aquello que anhelamos, suponemos, queremos, esperamos. Vamos al gimnasio, hacemos dieta, tomamos medidas, coordinamos, planificamos, estudiamos, evaluamos, revisamos y un sinnúmero de acciones, físicas y mentales, que nos dejan dispuestos para aquello que estamos aguardando.
Pero, es muy frecuente, no tomar en consideración formarse para responder creativa y provechosamente ante los imprevistos; por lo cual, estamos limitados en nuestras herramientas para obtener el mejor provecho de la repentina situación.
Las dos parashiot nos indican a ser conscientes de lo esperable, pero sin dejar de prepararnos para lo inesperado.
Nuestro dominio es limitado, por lo cual podremos hacer un número limitado de cosas, no estamos en condiciones de poder con todo. Pero, al entrenarnos, aprender, perfeccionarnos, mejorar, estudiar, ejercitar, capacitarnos, atrevernos fuera de la zonita de confort, admitir errores para pulirnos, ampliar nuestra mente y corazón, estamos posibilitándonos un mejor presente con un más satisfactorio futuro.
Quiera el Eterno que tengamos siempre buenas noticias y sepamos estar a la altura de los acontecimientos.