«וְאֵ֗לֶּה שְׁמוֹת֙ בְּנֵ֣י יִשְׂרָאֵ֔ל הַבָּאִ֖ים מִצְרָ֑יְמָה אֵ֣ת יַֽעֲקֹ֔ב אִ֥ישׁ וּבֵית֖וֹ בָּֽאוּ:
Éstos son los nombres de los Hijos de Israel que entraron en Egipto con Iaacov [Jacob], cada uno con su familia:»
(Shemot/Éxodo 1:1)
Unas pocas columnas antes la Torá ya nos había dado los nombres de los hijos de Israel que llegaron a Egipto.
También ya conocíamos la historia de su arribo, los vericuetos de la narración que comenzando con el patriarca Abraham derivó en el asentamiento hebreo en Egipto.
Y sin embargo, la Torá no tiene empacho en hacernos acordar quienes eran los israelitas llegados a Egipto, a instancias de las desventuras de Iosef.
Interesante aspecto, ya que sabemos que la Torá no tiene ni siquiera espacios sin algún sentido y por tanto no repite ni añade sin motivo.
Varios han dado respuestas muy inteligentes al respecto, pero ahora solamente compartiré contigo una.
Para los israelitas parecía imposible caer hacia el abismo de la esclavitud, ya que tanto por abolengo, cultura y convenios sociales establecidos, era impensado algo así.
Sin embargo, de nada valieron ni rangos, ni tradiciones ni tampoco los arreglos del pasado cuando un buen día el entorno cambió y las condiciones se modificaron.
Entonces, los que eran señores pasaron a ser siervos.
Lo que no era posible de pensar, no solamente fue pensado sino que sucedió.
Así nos viene la Torá a enseñar hoy que no tomemos las cosas a la ligera ni supongamos que estamos liberados de la esclavitud.
Porque al rato menos esperado, podemos quedar atrapados en las redes de las adicciones, patologías, manipulaciones y otras maneras de ser siervo.
Mira lo que dice la parashá, esos mismos prohombres y sus familias, esos que unos párrafos atrás eran condes y barones de Egipto, ahora estaban en un escalafón tan bajo que ni siquiera se levantaban del polvo.
Lo mismo te puede pasar a ti o a quienes quieren.
Las trampas del EGO no faltan a diario, ¡abundan!
Por ello, ten cuidado y no te confíes en tu poder, porque estás bailoteando sobre la tela de una araña, si te resbalas te atrapas.
¿Cómo hacer para permanecer libre?
¿Cómo ayudarte y ayudar a otros a que Egipto no te corrompa?