La senda del poderoso

Tú no vas a cambiar a nadie, sino solamente a ti mismo.
Pero, cuando tú cambias, provocas en el entorno reacciones o respuestas.
Es decir, las personas cambian si tú cambias.
Porque de alguna manera tienen que adaptarse a la nueva versión de ti.

Si los otros no cambian tras tu cambio, probablemente se produzcan choques, enojos, agresiones, y/o distanciamiento.
Porque el otro estará en situación de impotencia, viéndose inesperadamente sin los instrumentos conocidos para relacionarse contigo.
O porque se vea en peligro, vaya uno a saber la razón.

En ocasiones el otro acompaña buenamente tu cambio, porque se produce un avance interno en él y siente el poder que está en sí y que antes no tenía, o desconocía a su alcance.

Antes de continuar, estamos hablando de que tú realizaste un cambio positivo, porque desaprendiste entrenamientos nocivos y fuiste incorporando nuevas conductas y creando nuevos hábitos saludables y de proyección vital.
Porque podríamos estar hablando de los cambios perjudiciales, pero no es ahora el caso.

Las reacciones o respuestas de los otros pueden sincronizar con tu evolución y fortalecerte en ella; o pueden oponerse para devolverte a la vieja posición.
Porque el cambio les molesta, por varios motivos.
Uno de los cuales es que dejaste una posición de impotencia, en la cual eras más fácil de dominar e incorporaste la conciencia de poder en tu vida, al menos en un área puntual de tu existencia.

Cuando te encuentras con esos obstáculos a tu desarrollo, podrás regresar a la antigua versión; o puedes paralizarte y angustiarte por tu nueva imagen y quedar como anestesiado y sin orientación; o puedes darte cuenta que cada palo que le ponen a tu rueda sirve para fortalecerte, como experiencia para adquirir nuevas habilidades y seguir avanzando.
Por supuesto que es esta tercera opción le mejor.
Que las trampas en tu contra te sirvan para empoderarte, que las agresiones no te dañen sino que se conviertan en fuerza interna para lograr más altos logros.
Es una tarea que habrá que ir aprendiendo, porque no es sencillo adquirir maestría y dominar el arte de ser cada día más poderoso.

Pero, para iniciar (o continuar) por el sendero del crecimiento es necesario unos cuantos ítems a tomar en consideración:

  1. saber dónde está tu debilidad
  2. saber cuáles fortaleces tienes a tu disposición
  3. comprometerte con la tarea de dejar un hábito que te agobia
  4. ponerte una meta cercana, pequeña, posible; tan solo una, de a un pasito por vez, sin grandes cometidos para realmente alcanzar las pequeñas victorias diarias que finalmente harán el gran triunfo
  5. no quedarte atrapado por el pasado, de ninguna manera; solamente saber de dónde vienes, aprovechar todo lo que te sirve de él, pero no vivirlo ni sentirlo como si siguiera existiendo
  6. no estar ansioso por el futuro, aunque tengas tu previsión, guardes recursos para mañana, te marques objetivos, no vives ni sientes ese tiempo inexistente, sino solamente el aquí y ahora
  7. dejar fluir lo que no puedes dominar
  8. dominar aquello que está a tu alcance
  9. apartarte de personas tóxicas que insisten en hundirte y  dejarte en impotencia
  10. acercarte a personas que puedes ayudar y te pueden ayudar
  11. confiar en el Creador y conversar con Él desde lo profundo y con sinceridad, no ritualmente, sino creativa y auténticamente
  12. agradecer al Creador por todo lo que te ha tocado como porción y disfrutar de lo permitido y saludable
  13. perdonarte si tropiezas y no condenarte a ser un fracasado por un traspiés
  14. perdonar a quien no es capaz de seguirte en tu ascenso, y soltar las amarras que te hunden
  15. no querer cambiar a nadie, sino solamente a ti mismo

Espero que sigas estas enseñanzas y alcances pronto mejores posiciones de bienestar y gozo de la bendición que llueve sobre ti en este momento.
Y ayúdanos colaborando económicamente: https://serjudio.com/apoyo

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x