Lo que no hacer en las discusiones

Estás en una situación estresante, enojosa, que te hace sentir en impotencia.
Quizás realmente lo estés.
En muy pocas ocasiones de estas es en verdad necesario recurrir al golpe, huida o grito. Por ejemplo si te están asaltando, o tu pareja te está pegando, o ves un auto que está por atropellar a un peatón y quieres advertirle, o cosas por el estilo.
Pero, en la inmensa mayora de los eventos conflictivos, no es bueno, ni provechoso, ni te acerca al éxito actuar de esta forma violenta.
Entonces, si estás en un altercado con tu pareja, nunca jamás debieras recurrir a las herramientas del EGO para sobresalir. Ni si eres maestro y tu clase está bochinchera y poco ordenada. Ni si no te gusta el menú de un restorán. Ni… ¿entiendes?
Deja el grito, el golpe, el escape para cuando realmente son imprescindibles. El EGO es nuestro amigo siempre y cuando actúe para lo que fue creado y no usurpe los lugares y funciones de otros aspectos de tu vida.

Ok, entonces, si estás enojado con tu cónyuge, ¿qué no debes hacer?

  • No eches culpas.
  • No ataques.
  • No grites.
  • Tampoco levantes el tono.
  • No manipules.
  • No insultes.
  • No pegues.
  • No hagas gestos desagradables.
  • No rompas o lances objetos, tampoco azotes puertas o mesas.
  • No menosprecies al otro.
  • No interrumpas lo que el otro te está diciendo, aunque sea erróneo, disientas, te resulta desagradable. Espera tu turno.
  • Escucha lo que el otro te está diciendo.
  • Trata de entender lo que el otro te está diciendo.
  • Trata de darte cuenta que te está diciendo con lo que dice y calla.
  • No supongas, pregunta.
  • No amenaces.
  • No uses palabrotas.
  • No te burles.
  • No pidas complicidad de otros para agredir.
  • No dejes de aceptar tus responsabilidades.
  • No aceptes que te echen culpas.
  • No aceptes que te falten el respeto.
  • No irrespetes.
  • No mentes el divorcio o la separación, a no ser que realmente quieras dar ese paso.
  • No metas en el baile a la familia de tu pareja.
  • No uses a vuestros hijos como pelotita de ping-pong.
  • No seas sarcástico.
  • No traigas a colación lo que pasó hace x tiempo, sea que tenga que ver ahora o no, sea que ya hayan discutido sobre ello o no.
  • Trata que la discusión sea para encontrar puntos de encuentro, que se haga la luz allí en donde hay sombras y temores.
  • No estés argumentando solo para tener razón, ser el de la última palabra.
  • No te apures en responder.
  • No dejes al otro con la palabra en la boca, dándole la espalda y marchándote.
  • No aceptes lo que no es aceptable, pero negocia lo que es negociable.
  • Si uno de los dos gana la discusión, los dos perdieron algo más importante que ella.
  • A veces no se puede seguir viviendo juntos, aceptarlo es tan necesario como hacer algo positivo al respecto. No te empecines en que marche lo que no funciona.
  • No des por perdido aquello que todavía no está perdido.
  • No te vengues.
  • No guardes rencor.
  • No le hagas al otro lo que no te gusta que te hagan a ti.
  • No esperes que el otro de “el paso” para pedir perdón.
  • No des excusas.
  • No te escondas, sino que mejor admite tus errores, no eres menos valioso por ello, al contrario, eres mucho más apreciable.
  • No tienen que resolver sus conflictos todos aquí y ahora, pueden ser graduales pero comprometidos en lograr una mejor vida para todos.
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Jonathan Ortiz

Esto deberia entregarse a cada pareja que decide vivir juntos.
Gracias Moré

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