A veces surge una pregunta acerca de masacres ordenadas por la Torá contra ciertos pueblos de antaño, como por ejemplo en la guerra con Midián que se exigió:
«Ahora pues, matad a todos los niños varones y a toda mujer que haya tenido relaciones sexuales con varón.
Pero dejad vivas para vosotros a todas las muchachas de entre las mujeres que no hayan tenido relaciones con varón.»
(Bemidbar / Números 31:17-18)
Algunos preguntones son directamente mal intencionados, antisemitas que buscan motivos para agredir, como para hacer menos repugnante su odio.
Otros preguntan desde el deseo de comprender, como una tarea intelectual; sin mucho miramiento por la espantosa crueldad de la historia.
Otros están sinceramente impactados, sus emociones son las que trastabillan, porque no conciben tan terribles acciones y demandas del Eterno.
Otros quieren aprender la lección honestamente, para entonces encontrar qué corresponde aplicar en nuestra vida cotidiana.
Otros se sienten mal con el asunto por lo que tienen ideas que chocan con sus creencias, para lo cual necesitan aclarar lo que está siendo narrado, reubicarlo.
¿Cómo podemos explicar este asunto?
De manera muy sencilla en realidad, que creo dejará con el ánimo apacible a todos los interesados, excepto obviamente al antisemita, a quien no le interesa la verdad sino solamente mecanismos para expresar su odio y manifestarlo en la realidad.
Es imprescindible ubicarnos en el contexto social, tener presente las costumbres, saber qué estaba pasando y ver las necesidades que debían ser satisfechas.
Si Israel no combatía con sus enemigos, sería exterminado.
Si no recurría a métodos extremos, sería aniquilado.
Si hubiese venido con la bandera del pacifismo, no habría pasado no siquiera el primer conflicto.
O hablaba el idioma del enemigo, o perecía.
Era un idioma extraño para ellos, al cual no querían recurrir, pero dadas las circunstancias lo aprendieron apresuradamente para tenerlo luego encajonado, no hacer uso habitual de él sino solamente cuando realmente se lo precisara.
En determinadas circunstancias lo ético –espiritual- es hablar el desagradable idioma del enemigo, y hacerlo con mayor énfasis, para que no queden dudas de nuestra postura; aunque el resto del tiempo escojamos una vida mucho más saludable y armoniosa.
¿Se entiende?
Era así de simple la fórmula.
Este mundo moderno se las da de superado, de ético, pero si vemos alrededor no tardamos en encontrar que la maldad sigue proliferando.
El discurso seudo pacifista del llamado progresismo, no es otra cosa que sensiblería que se convierte en cómplice del criminal.
Los tratados internacionales que regulan los conflictos armados, son geniales, pero se rompen incesantemente.
La hipocresía es la que asiste en primera fila.
Miremos el abuso constante que el imperio árabe-musulmán ejecuta, escudados y respaldados por el progresismo internacional, y comprobaremos que para miles de millones de contemporáneos las condiciones de vida no han variado sustancialmente con los milenios.
O contemplemos el injusto respaldo a la popular “causa palestina”, invento del imperialismo para destrozar al judaísmo.
Poco ha variado el fondo del lenguaje de la violencia de los antiguos, se ha empeorado con la sofisticación del armamento.
Claro, pero si lo vemos con mayor amplitud podemos decir que realmente hay una conciencia mayor, es innegable.
Estamos más cerca de la Era Mesiánica, de hecho ya la hemos comenzado, lo cual conlleva prestar atención a estos asuntos y desear una vida ética –espiritual-, que rechace las injusticias, la violencia innecesaria, el EGO, etc.
El mensaje de construir SHALOM se hace cada vez más extendido, se va corporizando.
Pero, mientras el EGO siga siendo el amo y no nos orientemos de acuerdo a la NESHAMÁ, no podemos esperar verdaderamente SHALOM.
Entonces, en el caso citado más arriba, o Midián recibía tremenda paliza, o el que desaparecía era el pueblo judío.
Son decisiones difíciles, sin dudas, pero no hay nada de inmoral en defenderse y hacer lo que es necesario hacer.
Porque construir SHALOM requiere de bondad, pero también de justicia. Ambas, en equilibrio. No un exceso que lleva a la muerte o al desgaste.
Por otra parte, está presente en el pasaje citado al comienzo la misericordia Divina.
No era bueno que Midián dejara de existir, por ello quedarían las chicas jóvenes, las cuales eventualmente serían esposas de israelitas y traerían al mundo a niños que serían educados para una vida de mayor bondad y justicia, de lealtad, de SHALOM. Niños que serían entrenados para el bien, y que serían de la simiente de Midián, la cual sobreviviría y entraría a un nivel de conciencia mayor, de más claridad y compromiso con la vida y lo espiritual.
El día que las naciones del mundo, así como cada individuo, haga caso al llamado de la NESHAMÁ, será innecesario volver a las armas, entonces éstas serán convertidas en elementos de labranza:
«Acontecerá en los últimos días que el monte de la casa del Eterno será establecido como cabeza de los montes, y será elevado más que las colinas; y correrán a él todas las naciones.
Muchos pueblos vendrán y dirán: ‘Venid, subamos al monte del Eterno, a la casa del Elohim de Iaacov [Jacob], para que él nos enseñe sus caminos, y nosotros caminemos por sus sendas.’ Porque de Tzión [Sion] saldrá la Torá, y de Ierushalaim [Jerusalén] la palabra del Eterno.
Él juzgará entre las naciones y arbitrará entre muchos pueblos. Y convertirán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.
¡Oh casa de Iaacov [Jacob], venid y caminemos a la luz del Eterno!»
(Ieshaiá / Isaías 2:2-5)
Un pequeño comentario al respecto: La guerra en sí misma no es loable, pero hay circunstancias que llevan a que se deba realizar. Mucho de este problema se debe a que la gente tiene imaginarios de lo que creen que debería ser una «religión», que supone debe ser una agrupación de melosa paz y de inferior amor; pero esta apreciación no vale al considerar al judaísmo pues en este caso estamos haciendo mención de un pueblo que debía y tenía que defenderse y atacar en ciertos momentos. En cuanto a las guerras que aparecen en el Tanaj consideremos tres cosas:… Read more »