¿Pan de la pobreza?

Sabemos que la matzá se come en la primera noche de Pesaj (y segunda en la diáspora) porque la masa no fermentó, en el apuro por salir de Egipto.
Eso es lo que encontramos en la tradición, lo que sabios repiten, aunque otros (Rambán, por ejemplo) disienten en esa interpretación del verso:

"No comerás con ella [la ofrenda de Pesaj de las generaciones posteriores a Egipto] ninguna cosa que tenga levadura. Durante siete días comerás con ella pan sin levadura, el pan de aflicción [de la pobreza], para que te acuerdes todos los días de tu vida del día en que saliste de la tierra de Egipto. Pues con prisa saliste de la tierra de Egipto."
(Devarim / Deuteronomio 16:3)

Se dice que, en el apuro por salir de Egipto, la masa no fermentó, por tanto no se formó el pan inflado que comemos habitualmente, el que es jametz; sino que la masa quedó “pobre”, sin henchir, finita, como si fuera una pita (el pan “árabe”).
Pero, pensemos un poco; los judíos sabían que saldrían esa noche, tuvieron varios días para preparase.
¿No tendrían las viandas listas, siendo que el pan era el alimento fundamental de todas las dietas en aquella época y en varias otras?
Lo cierto es que el apuro está referido al modo en el cual fueron echados por Faraón, no a la premura por amasar a último tiempo su alimento.

Resulta que, ANTES de la salida encontramos el siguiente pasaje, en donde el Eterno ordena a los judíos el preparativo para el sacrificio pascual y estar listos para la salida vertiginosa de la tierra de opresión:

"Aquella misma noche comerán la carne, asada al fuego. La comerán con panes sin levadura y con hierbas amargas."
(Shemot / Éxodo 12:8)

Sí, los judíos ya conocían la matzá ANTES de Pesaj, ya la comían, era necesario comer la carne asada junto a matzá y maror, ANTES de salir de Egipto sin tiempo para que la masa leude y sea cocida sobre las espaldas de los judíos.
Por tanto, esa explicación habitual, que reitero es también repetida por sabios (aunque otros disienten), pareciera que tuviera su razón, pero no es el motivo que abarca TODA la explicación del asunto.

¿Se entiende?
Los judíos comieron matzá y maror, acompañando el korbán Pesaj original, ANTES de que Pesaj existiera, ANTES de que se le atribuyera el simbolismo de pan fabricado a las apuradas junto a hierbas que representan la amargura de la esclavitud.

De hecho, la familia judía (y allegados), al igual que el resto de los nómadas de la antigüedad comían habitualmente matzot.
NO en Pesaj.
No como ritual.
No como símbolo.
No para oponerlo al jametz, que pasaría a representar al EGO.
Lo comían porque ese era el alimento habitual para su forma de vida en continuo movimiento, en desapego a cuestiones materiales territoriales.

Como leemos, al respecto de Lot cuando recibió la visita de los enviados del Eterno que antes habían pasado por la morada del tío Abraham:

"Pero él [Lot] les insistió mucho; así que fueron con él y entraron en su casa. Él les preparó un banquete; hizo panes sin levadura y comieron."
(Bereshit / Génesis 19:3)

Es que, ESE era precisamente el pan que ellos conocían y consumían habitualmente.
No el pan que nosotros llamamos así, sino el pan sin levadura era el de todos los días.
Tal como el pan de pita sigue siendo principal entre las culturas de medio oriente actualmente.

Un pan sencillo, pobre, como si fuera afligido, que se prepara en poco tiempo, sin complicaciones, que no precisa de grandes hornos ni de paciencia para que leude, ser amasado, vuelta a leudar.
¡NO! Es simple, es presuroso (como la salida de Egipto, ¿recuerdas?).
Un puñado de harina, otro de agua (o aceite), un par de palmaditas para que tome consistencia, se lanza sobre una chapa caliente (o similar) y en pocos momentos queda cocido.

Como en éste ejemplo:

"Entonces Avraham [Abraham] fue de prisa a la tienda de Sara y le dijo: -Toma rápidamente tres medidas de harina fina, amásala y prepara unas tortas."
(Bereshit / Génesis 18:6; profundizar con Bereshit Rabá 48)

¿Ves la premura, la facilidad?
O aquí:

"Entonces [Eliahu/Elías] se levantó y se fue a Sarepta. Cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña. Él la llamó y le dijo: -Por favor, tráeme un poco de agua en un vaso, para que beba.
Cuando ella iba a traérsela, la llamó y le dijo: -Por favor, tráeme también un poco de pan en tu mano.
Ella respondió: -¡Vive el Eterno, tu Elokim, que no tengo pan cocido! Solamente tengo un puñado de harina en una tinaja y un poco de aceite en una botella. Y he aquí que estaba recogiendo un par de leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, a fin de que lo comamos y muramos.
Entonces Elías le dijo: -No tengas temor. Ve, haz como has dicho; pero de ello hazme a mí primero una torta pequeña y tráemela. Después harás para ti y para tu hijo."
(1 Melajim / I Reyes 17:10-13)

Pero, en Egipto la cultura sedentaria, de opulencia, de tomarse las cosas con parsimonia, era la clave.
Ellos eran los lords y los popes.
Allí se despreciaba a los pastores de ovejas, a esos pobres hombres sin cultura sofisticada, sin rituales complejos, sin pan horneado, esponjoso, humeante.
Lo que para Egipto representaba su poder, el pan, para los pastores representaba esclavitud.
Era dejar los amplios territorios sin dueño para afincarse en parcelitas, para encerrarse en paredes, para llenarse de riquezas materiales que hacen perder de vista lo realmente importante.
Egipto es el símbolo de la opresión, porque unos pocos ricos se aprovechaban de los bienes de la tierra y del trabajo fatigoso de las mayorías.
Porque el autoritarismo, la apariencia de poder, no dejaba ver la real impotencia de monarcas, sacerdotes y eminencias.

En esto se marca la diferencia, en apreciar el momento, en disfrutar de lo permitido, en no pretender controlar lo que no se puede ni debe controlar.
En gozar del simple pan sencillo, que se realiza en un par de movimiento, tanto como el más suntuoso pan engordado.
Agradecer la rica confitura tanto como la modesta fruta.
Allí está la libertad.
No en la riqueza, pero tampoco en la pobreza, sino en el disfrutar de lo permitido de acuerdo al aquí y ahora de cada uno.

¿En qué se equivocó Egipto?
En pretender que la nada era un dios.
En asumir que el que más grita más sabe.
En aceptar que el que pega más fuerte tiene el poder.
En hacer de cuenta que el dinero compra la felicidad, o al menos tapa mejor los hoyos que deja el sentimiento de impotencia.
En no agradecer por lo simple, en el anhelo nunca satisfecho por una porción más.
En depender de la opresión, en vez de disfrutar de la libertad.
En poner al EGO como amo y señor, dejando el AMOR relegado a una celdita mental.
¿Se te ocurren más cosas, que no sean “religiosas”, por favor?

Creo que este sencillo mensaje de Pesaj viene bien en este momento.
¿Tú qué opinas?

(Para más información, muy interesante y valiosa, te recomiendo este link, está en inglés, que me ha nutrido bastante para este artículo).

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JULIAN Martinez

Pan de pobreza. O Pan de Riqueza, cuando es el pan que se ha con el esfuerzo de nuestro trabajo, sin que el trabajo sea una maldicion, sino todo lo contrario, nuestra parte en la creacion de la naturaleza, nuestra aportacion fisica a todo lo que El Creador nos ofrece para nuestro sustento. Pan de riqueza, si dentro de su simpleza vemos, que con frecuencia lo simple es lo mas autentico, sin disfraces, sin caretas, sin artificios y que cumple con todo aquello para lo que es creado: alimento y sustento. Pan de riqueza cuando no solo se conmemora y… Read more »

Jonathan Ortiz

Qué bonito mensaje Moré, aprender a disfrutar lo poco o mucho es la verdadera libertad.

Gracias y saludos

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