Compartir las cargas
"Así aliviarás la carga que hay sobre ti, haciendo que otros la compartan contigo." (She. 18:22)
"Rabi Bunem escuchó el elogio de un hombre que amaba la soledad y comentó:
_ A veces un hombre ama la soledad, y se dirige al bosque para estar solo, pero desde allí echa una mirada entre las ramas para ver si no hay alguien que lo mira desde lejos admirado".
A veces conocemos personas (amigos, familiares, conocidos, etc.) que sufren y se apartan de nosotros, y a veces dan el pretexto: "solo estoy mejor".
Puede ser que sus palabras sean sinceras (no como el personaje del relato).
Puede ser que sus sentimientos, su deseo de soledad, sea puro.
Pero, en general, muy íntimamente desde el bosque de la soledad están esperando la mirada de otro significativo, la palabra de otro; o mejor: el oído abierto de otro, el corazón sensible de otro.
Porque la Torá nos lo dice claramente hoy: las cargas personales se alivian si se comparten.
Así pues, si conocemos a alguien que sufre, acompañándolo, prestándole atención, expresando con nuestras palabras o actos o silencios que lo reconocemos como un ser importante para nosotros, entonces, su sufrimiento se aliviará.
Seguramente que no lograremos evitar padecimientos reales (heridas, enfermedades, muertes, pobreza, etc.), pero el pensamiento y el espíritu pueden alcanzar pequeños "milagros" dispuestos a nuestro alrededor para nosotros. Si sabemos cómo alcanzarlos, si sabemos cómo compartirlos…
Que buen ejemplo y consejo. Relacionado directactamente con la Ley Noajida de Prohibición del asesinato.
A veces cargamos con la perdida de un ser querido; y lo que no queremos es compartir nuestro dolor, Y quizá esa sea a la vez una forma de llamar la atención…