Parashat Vaigash 5765

De a poco

En nuestra parashá, Iosef inculca a sus hermanos:

"No riñáis en el camino."
(Bereshit / Génesis 45:24)

Rashi interpreta este versículo como: "no den largos trancos".
¿Cómo puede relacionarse la interpretación del eminente erudito con el texto de la Torá?
¿Qué vincula la "riña" con los "largos pasos"?

En un minucioso estudio de las complejidades del espíritu humano,
se nos revela que no podemos pretender alcanzar grandes alturas espirituales,
o de cualquier otra especie,
de manera súbita,
sino sólo gradualmente.
Para aquel que alcanza una cima con poco esfuerzo,
es casi seguro que su presunto éxito guarda la semilla de una contienda, de una riña, o de la disolución.
Es decir,
el gran suceso conseguido abruptamente, suele contener su amenaza cierta de fracaso.

Ahora bien,
unamos esta idea con la siguiente frase, también de la parashá, pero esta vez atribuida a la gente de Egipto:

"¿Por qué hemos de perecer en tu presencia, tanto nosotros como nuestras tierras?"
(Bereshit / Génesis 47:19)

¿Perecer las tierras?
¡Eso dijeron los egipcios!
¿Acaso sus tierras perecerían junto con ellos?
¿Es que las tierras mueren, como mueren los seres animados?

En realidad, estas palabras de Torá nos vienen a dejar una gran enseñanza.
Cada objeto, incluso lo inanimado, incluso lo que es despreciable a nuestros ojos, es considerado "muerto" si no está al servicio del Eterno, cumpliendo la meta esencial para la cual ha sido creado.
Si esta idea se aplica a la tierra, con mucha más fuerza se aplica a nosotros: solamente somos considerados "vivos" cuando estamos acatando nuestro deber, aquel que el Eterno nos ha impuesto.

Por otra parte,
no olvidemos que está a nuestro alcance hacer que los objetos inanimados,
(entre los que incluimos los alimentos, sean de origen orgánico o no; así como los objetos sagrados),
alcancen su meta en Este Mundo
cuando los empleamos tal y como corresponde.
Por ejemplo,
si comemos una manzana,
estamos usando parte de su energía, solamente la física,
pero si antes de comerla bendecimos,
estamos aprovechando tanto su energía física como espiritual,
y de esa manera
hacemos posible para la tal manzana liberar su potencial espiritual
y que alcance su meta que le ha dado el Eterno.
Pensemos en cada uno de los objetos, y en las personas de nuestro entorno,
y veamos cómo estamos favoreciendo la preponderancia de santidad y bien,
o por el contrario,
estamos siendo obstáculos para la Luz.

No olvidemos que cuando una persona quiere saltear etapas,
andar por extraños atajos con la idea de alcanzar un rápido y poco costoso éxito,
probablemente está dejando fuera muchas de las cosas que debiera estar haciendo,
y por lo tanto,
está saliendo del rumbo que el Eterno le ha dado,
y de paso,
está descarriando a otros.

¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!

Moré Yehuda Ribco


Notas:

-Otras interpretaciones de este pasaje de la Torá, y más estudios los hallan HACIENDO CLIC AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ.

Relatos, anécdotas y enseñanzas

Al ver el maestro a dos hombres discutir y golpearse por la posesión de una manta,
dijo a sus discípulos:

El ser humano ignorante,
que no está cultivado espiritualmente,
y que por tanto se ha aferrado a su Ego,
tiene terror a las despedidas,
tiembla solamente al pensar en las separaciones,
le da pavor la muerte.

Su apego a las cosas materiales lo lleva al sufrimiento
y a la huida de la realidad.
Por su ignorancia,
camina hacia el pánico,
y es tanto su interno dolor que se vuelve experto en poner todo tipo de excusas.
Y con pretextos, cree estar huyendo del Faraón que lo retiene,
cree liberarse de sus pesadas cadenas,
y en verdad,
solamente añade más y más pesados eslabones,
que lo retienen más y más en su abismal ignorancia.
Su verdadera libertad no está en la huida,
ni la del mundo material,
ni la intelectualizada por medio de huecas justificaciones,
su libertad está en reconocer al Faraón interno,
pararse ante él,
y quitarle todo rasgo y señal de autoridad.

¿Saben ustedes, mis queridos discípulos, quién es ese Faraón interno?

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

  • ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la parashá que hemos brindado?

  • ¿Quién o qué cree usted que es ese Faraón interno que nos esclaviza desde dentro?

  • El fuego que destruye
    "El fuego que surge en este mundo es un fuego que quema y destruye. El fuego que viene desde el cielo da fuerzas y construye. El fuego que destruye es el… de una visión altanera y arrogante que me lleva a pensar que “yo sé todo”"
    (R. Carlebaj. "Amigos, escuchen esto")

    • ¿Qué simboliza el "fuego terrenal que destruye"?

    • ¿Cuál es la necesidad emocional que lleva a una persona a creer que sabe todo?

    • ¿Cómo se puede liberar la persona de su altanería y arrogancia?

  • Misericordia justa
    "Aquel que reza debe dirigir su corazón hacia lo Alto en todas (las dieciocho bendiciones); pero si no consigue concentrarse en todas ellas, que al menos se concentre en una sola."
    (TB Berajot 34b).

    • ¿Por qué se estipula que debe ser la concentración lo que determina el valor de las plegarias?

    • ¿Qué enseña esta regla acerca del "legalismo" y del "rigorismo" del judaísmo, cuando se da la posibilidad de rezar solamente 1 de 18 bendiciones, en circunstancias que no se puede permanecer concentrado en todas ellas?

    • ¿Cómo puede usted dirigir su corazón al Cielo cuando reza?

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