Hablemos un poco de Cabalá, que es un método de estudio judío de la Torá judía.
No es algo novedoso, porque habitualmente lo hacemos en nuestros textos, los cuales suelen rebosar de conocimiento de Torá y del enfoque cabalístico, pero no lo anunciamos, ni llenamos el ojo con palabrería extraña o conceptos oscuros. Compartimos este pan de forma implícita, de manera discreta, tratando en lo posible de no quebrantar las reglas que atienen al estudio de Torá.
Que el conocimiento sea aplicable, útil, beneficioso, dentro del marco legal, para que sea bendito y de bendición.
Esa es nuestra forma de actuar, porque consideramos que es la correcta y mejor.
No precisamos de disfrazarnos de lo que no somos, ni vestirnos de manera graciosa para llamar la atención, ni de abusar de palabras incomprensibles para someter a nuestros lectores a la impresión de que somos inalcanzablemente sabios y los lectores mediocres o quizás obtusos y sin comprensión.
Preferimos comunicar auténticamente, en la medida de lo posible.
Ser claros, simples, concisos, precisos, exactos, explicar para que se establezca la comunión, y no dar cátedra de vanidad con nombre de “Kabbalah”.
En el ánimo de compartir el buen pan y de que alimente, es imprescindible hablar el mismo idioma, expresarnos con corrección, usar el lenguaje “normal” sin por ello perder el rigor intelectual.
Podemos proceder así porque no nos inspira el EGO, no buscamos poder, ni gloria, ni dinero ajeno, ni someter a los demás, ni hacernos pasar por lo que no somos. Pero los malabaristas de la fe, los que hacen de “la religión” un negocio, de la “Kabbalah” una tienda de mascotas, se empecinan en ser oscuros, impenetrables, adrede llenos de complejidades, para de esa manera someter a sus seguidores, perturbarlos, dominarlos, esclavizarlos, tal como ellos mismos están bajo la bota del EGO.
Hoy daremos unos breves pantallazos cabalísticos explícitos, breves, no queremos abundar, no nos parece ni necesario ni beneficioso.
En una conceptualización cabalística, una entre varias existentes y válidas, se representa los canales y manifestaciones de la energía de la deidad en la creación como un conjunto de cualidades que son humanamente comprensibles.
Esta elaboración conceptual recibe el nombre de “Árbol de las Vidas”, y a esas esferas de recepción de la Luz para su irradiación se las llama “Sefirot”.
Es un intento humano por comprender al infinito y absolutamente diferente (Dios), a partir de un esquema de comprensión de la multidimensionalidad humana.
Entendamos bien, en su original y puro sentido NO es un intento por describir a Dios, ni de representarLo, ni de señalar Sus “partes”.
Nada de esto está en la base de esta conceptualización, porque, limitar a Dios a una imagen,representarLo, afirmar que no es uno y único, es idolatría y blasfemia.
Pero, reconocer Sus obras, describir Sus acciones en el mundo, contemplar cómo Él se ha manifestado ante Sus criaturas, es admisible.
Estas emanaciones se encuadran en cinco “mundos”, o grados de la irradiación, según nivel de ocultamiento de la energía:
- Adam kadmón,
- Atzilut,
- Briá,
- Ietzirá
- y Asiá.
En nuestras palabras, estos cinco mundos son las cinco dimensiones que forman al ser humano, según nivel de amplitud de conectividad:
- Espiritual,
- Mental,
- Social,
- Emociona
- y Físico.
Por supuesto, al confundido anhelante de retorcidos pensamientos, le parecerá poco “sagrado” decir “Social”, y preferirá decir “Briá”, aunque no tenga ni la menor idea de lo que significa o cómo repercute en su vida diaria. Se esconde detrás de los trucos de circo del EGO, para de esa forma no hacer el trabajo espiritual verdadero, que es la construcción de Shalom.
El EGO es astuto, en lo complicado encuentra cómo dejar empantanada a la persona, que se someta, que siga presa de su sentimiento de impotencia, de sus miedos, para que no se libere de las cadenas del EGO.
Es por esto que el EGO habla difícil, renuncia a lo simple, es rebuscado cuando no es necesario.
Retornemos a la conceptualización del Árbol.
Podemos encontrar que las sefirot, esferas de emanación y acción, se organizan en tres columnas, las aprecias en el esquema que acompaña a este texto.
La de la derecha, de arriba-abajo, está formada por: Jojmá, Jesed y Netzaj.
La central, de arriba-abajo, está formada por: Keter, (Daat), Tiferet, Iesod, Maljut.
La de la izquierda, de arriba-abajo, está formada por: Biná, Guevurá y Hod.
La columna derecha es la de la apertura, la expansión, expresividad, fusionar.
La izquierda es la de la oclusión, la limitación, receptividad, desunir.
La central, es la intermedia entre ambas, no exactamente el resultado de ligar dos tendencias contrarias, sino esto y algo más.
Cuando una persona funciona centrada en una de sus sefirot, si se “especializa” en una o un reducido número, podría parecer ser un rasgo positivo, puesto que “la práctica hace al maestro”, pero no es beneficioso.
La flexibilidad es una señal de salud. Claro, flexibilidad dentro de una coherencia fluida.
Por tanto, cada una de las sefirot es esencial que sea activa, en su justa medida, tiempo y espacio.
Somos un sistema multidimensional, y así debemos funcionar. Cuando se bloquea un canal, se perturba el flujo del sistema. Al estar problematizada una dimensión es toda la persona la que sufre, aunque le síntoma sea específico a un área.
Reitero, en su justa medida, tiempo y espacio cada sefirá recibiendo y revelando su potencial.
Alguien que caracterice su vida por actuar según su sefirá de Jesed, por ejemplo, y sea extremadamente buena, dadivosa, generosa, dispuesta a dar todo por los demás, ciertamente no está haciendo las cosas bien.
En su contracara, el excesivamente rígido, avaro, carente de buenas acciones por estar siempre en actitud de justicia estricta, tampoco está haciendo ni bien ni justicieramente sus cosas.
Ambas sefirot deben ser activas, armonizadas, porque el exceso, el rechazo a cualquiera de los olamot o sus sefirot, empobrece a la persona, le quita sentido a su existencia, perjudica la ecología cósmica a la que debe favorecer.
Entonces, cada cualidad ha de ser ejercitada, cada acción entrenada, cada dimensión tomada en consideración, porque cuando se deja de nutrir alguna, o se desequilibra en favor de alguna, no hay salud, sino enfermedad. Es la ruptura de las vasijas, que se menciona en el lenguaje cabalístico tradicional. La enfermedad por exceder la capacidad de una vasija al tiempo que se agota la capacidad de otras.
Por lo cual, tu vida saludable se compone de acciones positivas en el mundo espiritual, mental, social, emocional y físico. (Ya enseñamos que en realidad el mundo espiritual no crece ni disminuye, no se ve afectado por nuestras acciones y omisiones, igualmente es un plano a mantener saludable. Está enseñado, busca por favor).
Tu salud está en mantener en actividad cada una de las emanaciones de tu personalidad sagrada, lo que permite armonizar entre tu Yo Esencial, el Auténtico y el Vivido.
Porque es en esta armonía que se alcanza la plenitud, la paz, la trascendencia.
¿Cómo se armoniza?
Bueno, no te lo puedo decir en unas pocas líneas, pero te daré alguna idea, además de las que ya compartí contigo en otras ocasiones.
Debes permitir que cada sefirá se active en tiempo, forma y medida.
Todos ellos forman parte de un sistema, el individual, el colectivo, el universal. Todos son necesarios, todos forman parte de la armonía. Cada uno interactúa con otros, no hay manera de que sean independientes. Los altos y los bajos, de un lado y del otro, la interacción es la norma. De hecho, cada sefirá es holográfica, es decir, contiene a las otras, por tanto es impensable que se tome a una sin armonizar con el resto.
Así, hay tiempo, forma y medida para:
- Rezar (no las payasadas religiosas, sino la Comunicación Auténtica con el Padre Celestial desde lo más profundo de tu ser)
- Crear, idear, estudiar
- Razonar, analizar, teorizar
- Resolver, inteligencia aplicada a ordenar el caos
- Ser bondadoso, involucrarse con los demás como si no hubiera límites
- Ser justo, reconocer las cualidades propias y ajenas, tomar la distancia necesaria
- Trabajar para mejorar y alcanzar el éxito real, aquel que es “yo gano y tú ganas”
- Ser tenaz y esforzado, aventurarse, establecer marco de seguridad, dar otro paso más
- Sensibilidad, receptividad, agradecer, recogerse
- Comunicar auténticamente, conectarse a una persona que es significativa
- Ejercitar el cuerpo, gozar de lo permitido y alejarse de lo prohibido
Aquí y ahora, es el momento para conocernos, respetarnos y amarnos.
Sin culparse por lo pasado. Sin temblar por el futuro. Porque ambas son irrealidades, fantasmas, motivos para huir y no vivir el presente.
Es cierto que el pasado nos aporta material, que el futuro nos condiciona, pero es el aquí y ahora la única realidad actual.
Por tanto, el ideal, la meta, es construir Shalom a cada momento.
Las herramientas para ello son las que acabamos de mencionar, justamente las que son antagónicas a las del EGO.
El EGO usa el llanto, el grito, el golpe o la desconexión de la realidad, con todos sus respectivos derivados y ramificaciones más o menos evidentes.
La construcción del Shalom no apela a la manipulación, ni a la extorsión, ni a la mentira, ni a la presión social, ni a la amenaza, ni a la falsa promesa de salvación, ni a la demanda de fe en absurdos, ni a la ceguera, no a ser oveja de un pastor, ni a mendigar, ni a mantener vividores, ni a… nada de lo que se acostumbra a hacer a partir del EGO.
Las herramientas de la construcción de Shalom se pueden resumir en: bondad (columna derecha), justicia (columna izquierda) y autenticidad/lealtad (columna central).
Por supuesto de estas también son raíces, de las cuales emergen ramas frondosas, árboles y bosques de acciones, conductas, creencias, pensamientos, emociones, gestos, palabras de Luz.
Con las herramientas de la Luz se construye Shalom, que es paz, plenitud, armonía, salud, alegría sincera, autenticidad, conexión, sentido, fluidez, perpetuidad.
Responde a la pregunta: ¿quién soy?
Luego, ¿adónde voy?
Y por último: ¿para qué estoy en el mundo?
Saludos estudiaba hoy sobre עתיק יומין y el alma de Mashiaj y ahora me quedan mucho más claras las cosas. Soy recurrente en las visitas a la web pero recientemente me he registrado. Muy agradecido.
bienvenido ariel