Estando postrado y sin mucha movilidad tuve oportunidad de ver la TV, cosa que no hago habitualmente, entre otras cosas por la intensa sensación de aburrimiento y vacío que me produce.
Pero, estando ahí me gustó un programa llamado Pesadilla en la Cocina, o Kitchen Nightmares.
En éste, el famoso (yo no lo conocía) chef Ramsay visitaba locales de comida en USA para darles una mano y levantarlos del fracaso en el cual se encontraban.
Como show televisivo supongo que le añadían sal y pimienta por sobre la real situación del restorán o pizzería, pero el hecho es que finalmente podemos distinguir tres orígenes en las calamidades que trataba de resolver el experto cocinero:
- Problemas de estructura, equipamiento, disposición física de los elementos, accesibilidad, decorado.
En resumen, todo lo vinculado a la parte material del establecimiento. - Problemas en el menú, evaluación de costos y precios, contratación de personal idóneo, manejo calificado de la tarea.
En definitiva, aquello que se relaciona con el conocimiento teórico que se debe aplicar. - Problemas de vínculos, comunicación, trato con el personal, relaciones entre dueños, atención al público, disposición de los empleados para el servicio.
Es decir, lo que se conecta con las actitudes y emociones inherentes al trabajo específico y las personas en torno.
Rápidamente nos damos cuenta de que estos tres nos recuerdan a otros tres que hemos estado estudiando y repasando la última semana, las TPA, de las cuales puedes leer por ejemplo en https://serjudio.com/exclusivo/cterapia/tpa.
Las dificultades del primer punto se podían resolver de manera más o menos sencilla y veloz, teniendo a los expertos y el dinero que pudieran acondicionar los puntos deficientes.
Las del segundo ítem también encontraban una resolución relativamente simple, pues se estudiaba, se preparaba, se perfeccionaba y se obtenía el conocimiento teórico necesario.
Pero, cuando de cuestiones de actitud/emocionales/relacionamiento humano se trataba, entonces los obstáculos se acrecentaban y algunos se convertían en grietas insalvables.
De hecho, aquello que menos atención le prestamos en hogares y centros de enseñanza, como es el fortalecimiento emocional, es lo que más nos suele perturbar en definitiva.
Tengamos atención a esto y enfoquémonos para salir adelante de cualquier pesadilla, sea en la cocina o donde quiera que nos toque vivirla.