Tres ropajes del espíritu

Recién publique un comentario sobre la parashá Emor.
Quisiera añadir lo siguiente, que nos lleva por un rumbo diferente al que plantee anteriormente.

Al respecto del fortalecimiento y embellecimiento de los tres vestidos del espíritu nos aconseja nuestra Tradición en diversas oportunidades.
Pero considero que el pasaje que te cito a continuación es un fiel resumen que nos conduce por el camino de la bendición eterna.
Brindemos atención al inspirado salmista cuando dijo:

«¿Quién es el hombre que desea vida?
¿Quién anhela años para ver el bien?
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Apártate del mal y haz el bien; busca la paz y síguela.«
(Tehilim / Salmos 34:13-15)

Es muy claro el mensaje.
Si queremos vida y queremos buena vida, entonces debemos acomodar esos tres ropajes adecuadamente.

No hablar mal de las personas ni mentir. Se incluye en el no hablar mal, el no murmurar ni llevar chismes de otras personas.

No hacer lo que es malo, sino hacer lo bueno. ¿Y qué es bueno? Solamente aquello que nuestra Tradición indica como tal.

Reconocer aquello que es realmente paz y entonces hacer lo posible para seguirla (o construirla como me gusta enseñar a mi).

Quizás pueden parecer consejos muy simples, para nada profundos, pero ciertamente encierran el misterio de cómo alcanzar los mejores frutos en esta vida y las mayores recompensas en la vida eterna.