¡Qué duras que resultan las esperanzas vacías!
Esas que no son confrontadas con la realidad,
ni filtradas por la razón.
Y sin embargo,
tan necesarias cuando empujan a romper los límites allí en donde no debieran estar.
Te propongo que revises tus esperanzas,
para que veas si solamente trabajan como anclas a situaciones enfermizas y que te maltratan,
o te impulsan a saltar por encima de las dificultades, porque te inspiran a subir en la escala de tu potencial.