Hay algo que yo llamo «celdita mental» y que está muy relacionado con la famosa «zona de confort».
Acerca de ésta, muchos se preguntan, y con razón, cómo es que se insiste en que no es algo saludable y agradable, y que por tanto lo saludable y agradable es salir de ella. Argumentan que, si es una zona en la que estamos confortables, entonces cómo puede ser que no sea buena, porque confort implica sentirse bien. Por lo tanto, siguen diciendo, resulta bastante catastrófico pedir a la gente que salga de su zona de confort.
Sin dudas, es razonable y lógico, aunque le falta una pata a esta mesa para que se sostenga.
Déjame explicarte brevemente.
Es muy saludable tener nuestros espacios y tiempos para disfrutar, para estar confortable.
De hecho, la Torá impone a la nación judía el mandamiento de tomar todo un día para aflojar con la presión y estrés de querer estar controlando a todo y todos. Dios nos pide, a los miembros del pueblo judío, que durante el día de Shabat nos abstengamos de ejercer el dominio artificial sobre la creación, que nos reconozcamos como parte del ecosistema, que nos tomemos un recreo del esfuerzo de la semana laboral. Para hacernos un bien multidimensional. Eso, mis amigos, es tener una gran zona de confort que dura un poco más de 24 horas cada semana. Si nos lo tomamos en serio, podremos disfrutar de eso que está en nuestra vida, pero que no atendemos (probablemente) durante el resto de la semana, por estar enfocados en el trabajo, en la tarea, en ser los amos del universo. Así pues, en el día de Shabat (que significa de reposo o de abstención de la tarea creativa), tenemos la oportunidad de darnos cuenta de las personas a nuestro lado, nuestras relaciones, situaciones, cualidades, el mundo en general, pero no desde la perspectiva del que quiere conquistar o al menos sobrevivir, sino como hijo e hija de Dios. Es una bendita zona de confort, la cual a su manera pueden aprovecharla también los gentiles, aunque no deben hacerlo a la manera tradicional que lo hacen los judíos, para no confundir su identidad espiritual ni apropiarse de los elementos sagrados que no les corresponden. Sobre esto último ya hemos explicado muchas veces, búscalo si te interesa.
El elemento positivo de la zona de confort se termina cuando comienza a tapar situaciones molestas o problemáticas que debieran ser tratadas para eliminarlas o repararlas.
Cuando damos excusas para no hablar con el jefe explicándole que el sueldo es muy exiguo y no nos alcanza para comer, honestamente. Entonces, es la zona de confort de pensar que al menos tengo trabajo, no comeré todos los días pero tampoco me muero de hambre, hay gente que la pasa peor, o cualquier otra cosa que el EGO invente a través de la mente sometida a él.
Es cuando la esposa se acuesta con cualquier hijo de vecino y le duele al marido, pero prefiere justificarla de cualquier forma, porque al menos sigue casado y recibe algún cariño de vez en cuando.
Es cuando el marido la maltrata a menudo, de maneras groseras e infames todas las veces, y la esposa prefiere sufrir en silencio, porque la menos sigue casada y ella explica que esa es la forma primitiva de demostrar cariño que tiene su marido.
Podría seguir inventando ejemplos, más o menos trágicos, pero creo que se entiende la idea que quiero transmitir. Esta zona de confort brinda alguna apariencia de confortabilidad pero no es para nada confortable.
Hay que ser valiente y tener coraje para mirarnos y mirar las situaciones y darnos el permiso para tener tiempo y espacios de confort que nos nutran y nos hagan más poderosos, y al mismo tiempo, desechar aquellos que son falsas islas de confort cuando son en verdad infiernos sin piedad.
Hay que ser valiente y tener coraje para animarse a dar un paso fuera, y luego otro, hasta ampliar la zona de confort a una que sea más agradable; hasta que deje de serlo y asumirlo y comenzar a ampliar nuevamente nuestra mente y corazón.
Seis días trabajarás y harás tu obra, nos dijo a los judíos Dios; pero el día séptimo es de relax, para que encuentres tu identidad más allá de las etiquetas de este mundo y los golpes bajos del EGO.
Una enseñanza para todo aquel que quiera aprovecharla.
https://youtube.com/yehudaribco