Resp. 3546 – El que no es abuelo

Shalom,
«¡Bendito el que viene en el nombre del Eterno!» (Tehilim / Salmos 118:26).
Bienvenido y gracias por enviarnos su interesante misiva.

Dos respuestas.

Primera.
Por naturaleza, nuestro primer patriarca Avraham era estéril.
Solamente cuando el Eterno le otorgó la capacidad de engendrar, Avraham estuvo en condiciones de hacerlo. No por herencia, no por naturaleza; sino por intervención divina.
Esto es así para indicar que la herencia de Teraj teminó en Avraham, que no se continuó hacia sus descendientes.
Con Itzjac se inició una nueva simiente, sin rastros del pasado.

Segunda.
Avraham nació y heredó una identidad, un nombre, una educación, un destino marcado por sus padres y su sociedad.
Pero, Avraham mató a su identidad de Avram, hizo un corte rotundo con su pasado, al punto que no tenía relación con él. Se fue de su patria, borró la podredumbre e idolatría que le instilaron, hasta salió de su propia personalidad para formar una propia.
Renació por mérito propio, y luego por fidelidad al Eterno.
Así pues, Avraham fue simbólica y espiritualmente su propio padre.
(Que se entienda que el moré Yehuda no perdió la cordura, estoy hablando de aspectos internos de la personalidad del patriarca, no de los genes que obviamente eran herencia de sus padres).

Si le quedan dudas pertinentes, hágalas llegar.

Iebarejejá H’ – Dios te bendiga, y que sepamos construir Shalom.

Moré Yehuda Ribco