1) los otros hijos de Abraham, los que tuvo después de Isaac, también debían estar circuncidados, verdad? Aunque no fueran judíos.
2)Si después de Noé, el único en servir fielmente a Dios fue Abraham, y lo eligió porque sabía que se ocuparía de enseñar a su descendencia, ¿no es apropiado que el que se acerca al judío como ‘familiar’ lo sea más como hijo de Abraham que de Noé?
3)Abraham no era judío, pero tampoco era simplemente noájida, ya que ¿no es cierto que para fundamentar la eternidad de la Torah se demuestra que Abraham guardaba leyes, preceptos y mandamientos que eran muy similares a ella y que Noé no tenía? Incluso se argumenta que Adam celebraba el shabat, según si le corresponde el salmo 92.
4) En el libro de Jonas, Dios no dice que las personas de Nínive son ‘sus hijos’. Sólo se entiende que son ‘su creación’ y los ama y les tiene compasión.Comprendo el celo por mantener su herencia, pero para el alma que no se ‘llena’ con esa distancia que le ponen, el ‘confórmese con lo que le dejamos ser’ sabe a desprecio. Y, se supone, que los esparcidos que ‘deben’ volver su corazón a Dios y regresar al pacto están asimilados en las naciones, no están siendo judíos observantes en una isla oculta del océano.
Dios le bendiga por su trabajo.
Lis I.
Asistente escolar
Santa Fe, Argentina
43 años
Shalom, muchas gracias por su consulta.
Respuestas en su orden:
1- Sí, como así también los que eran «propiedad» de Abraham, como los esclavos por ejemplo.
La circuncisión era una costumbre conocida y practicada en aquellas épocas también, no solo entre los hebreos o los que eran esclavos de los mismos. Pero la circuncisión como señal del pacto eterno entre Dios e Israel, es exclusivo para los judíos. A quien no le guste, está en todo su derecho, pero que le reclame a Dios.
Por otra parte, la herencia espiritual, la distinción especial, no la obtuvieron «los hijos de Abraham», sino solamente Itzjac, que era también el hijo de su esposa Sará. Luego, el nieto Iaacov, y a través de él sus hijos, quienes se constituyeron en el pueblo de Israel. El resto, los primos, no son judíos, no tienen el pacto especial, no son la semilla sagrada. Son los parientes lejanos, que tienen que cumplir los mandamientos del noajismo, como cualquier otro noájida. Si hubieran guardado el recuerdo en sus respectivas familias de ser descendientes de Abraham con las concubinas, entonces debieran haber seguido practicando la circuncisión, NO porque fueran de la herencia sagrada del pueblo especial de Dios, sino por ser parientes cercanos de ellos.
2- No sabemos quiénes son esos familiares, porque los hijos de la ancianidad de Abraham fueron enviados al Lejano Oriente, donde prontamente se mezclaron con los habitantes y perdieron las enseñanzas de Abraham. Fueron asimilados por los pueblos que los acogieron, y se ha perdido el rastro de ellos. Si alguna persona actualmente tiene la fantasía de ser descendiente de aquellos hijos, no es más que una fantasía que no tiene manera de ser demostrada. Así pues, familiares de los judíos hay varios, o los hubo. Pero actualmente solamente estamos los judíos y nuestros primos los ismaelitas, que se suele confundir con los musulmanes, pero en realidad son algunos de los árabes de la antigüedad, de los cuales, hasta donde yo sé, tampoco hay manera de registrar su ascendencia hasta el patriarca hebreo.
3- No era judío, era noájida. Pero por ser fiel a los mandamientos noájicos, el único de hecho; y por ser alguien dispuesto a vivir una vida de real fidelidad, y no de patrañas religiosas; es que Dios decidió otorgarle el precepto de la circuncisión. Eso no lo hace judío.
En cuanto a las lindas leyendas de los sabios de antaño, que los patriarcas cumplían con la Torá y etcétera, no dejan de ser lindas enseñanzas que no tienen asidero en la realidad.
Abraham, Itjac y Iaacov se supone que no cumplían con la Torá que recibió el pueblo judío a partir de la Revelación en el monte Sinaí, sino que vivián de acuerdo al pacto noájico, pero además llevaban una vida de intensa conciencia espiritual, lo que les permitía intuir aquellas conductas afines a su raíz espiritual, que siglos más tarde sería conocida como espiritualidad judía. Eso no los hacía judíos, tal como la semilla del manzano no es un manzano.
4- ¿Entonces?
https://serjudio.com/personas/re060606.htm
Pero, además Dios NO tiene hijos, literalmente. Un hijo, para Dios, es todo lo creado. Lo que hay es la relación de la persona con Dios, que se puede comportar como hijo o como rebelde. Para comportarse como hijo no precisa haber nacido del útero de la Diosa, sino vivir de acuerdo a lo que Dios le pide que haga, de acuerdo a si es gentil o judío.
Ahora, voy a comentar muy brevemente el párrafo siguiente: «Comprendo el celo por mantener su herencia, pero para el alma que no se ‘llena’ con esa distancia que le ponen, el ‘confórmese con lo que le dejamos ser’ sabe a desprecio. Y, se supone, que los esparcidos que ‘deben’ volver su corazón a Dios y regresar al pacto están asimilados en las naciones, no están siendo judíos observantes en una isla oculta del océano.»
No veo un celo por mantener una herencia, sino simplemente el compromiso por ser verdadero y leal a Dios.
Si prefiere quien le mienta y le dé lo que quiere, pero fuera de lo que es justo y bueno… ok, es su decisión; no la mía.
No es cuestión que le dejamos ser, es cuestión de lo que uno es.
Si nació gentil, es noájida.
Si nació judío, es judío.
¿Quiere ser judío? Pues, sigue las reglas que hay para convertirse al judaísmo, miles lo han hecho y lo siguen haciendo sin inconvenientes severos.
El gentil que realmente quiere andar por el camino de Dios según lo deben hacer los judíos, no inventa, no roba identidades, no fantasea con historias inexistentes, no elabora excusas que sirven para engañarse y hasta falsificar ante el prójimo. Porque, por más que el gentil se disfrace de lo que cree es judío, eso no cambia que su esencia espiritual seguirá siendo gentil, y deberá rendir cuentas ante Dios por esa apropiación indebida.
Pero, puede optar por hacer las cosas de manera leal y legal, iniciando, transitando y culminando un proceso de conversión según sus reglas.
¿No le gusta? ¡Qué pena, así son las cosas!
El alma que no se llena por vivir como gentil, entonces buscará hacer las cosas bien, no travistiendo su identidad y echando culpas a los judíos porque esa persona no hace las cosas como corresponde.
En cuanto a los esparcidos entre las naciones, esa gente de ascendencia israelita pero que perdió su rumbo espiritual en alguna ocasión del pasado, también tienen que pasar por la conversión leal y legal al judaísmo.
Así que aquel que sabe, porque hay documentos veraces; o sueña, porque no tiene más que sus fantasías; que es descendiente de israelitas que perdieron su conciencia espiritual y su forma de vida judía; entonces, va con HUMILDAD ante el rabino de su ciudad, habla con él, le expone su deseo de pasar a ser parte de la comunidad judía y camina con integridad el camino de la conversión al judaísmo.
Tenga un excelente día, shalom y bendición.
https://youtube.com/yehudaribco
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