Estamos ya en la séptima frase en esta serie que iniciamos hace unos días, donde visitamos la sabiduría en los balcones del templo de la Comunidad Sefaradita de Montevideo.
אשרי אדם שומע לי
Podemos vocalizar esta frase como «ashrei adam shoméa li», y lo tradujimos como «Bienaventurada la persona que me escucha (dice Dios)».
Nuevamente ha sido seleccionado un versículo del Mishlei/Proverbios, en esta oportunidad más exactamente en 8:34.
Si bien estamos en una casa de oración, por lo cual se espera que seamos nosotros quien hablemos y el Creador quien escuche, nuestra tradición sagrada nos enseña que estamos participando de un diálogo, y no un monólogo.
Nosotros nos comunicamos con nuestro Rey y Padre, en tanto que Él también nos deja Su santísimo mensaje para que lo atendamos y vivamos de acuerdo a él.
Porque al hacerlo, alegría y bendición se encuentra en la vida de la persona que deja de lado su egoísmo y se dedica a estudiar la palabra del Eterno y llevar adelante una vida de espiritualidad en el mundo terrenal.
En el ritual establecido en el templo se lee de la Torá determinados días de la semana y del año, porciones que ya han sido explicitadas por los Sabios para que leamos. Por ello, en la sinagoga no solamente se reza, sino también la palabra del Creador es escuchada. Pero, más allá de los formalismos, la invitación es a conocer la palabra del Eterno todos los días y más importante, llevarla a cabo en la medida de las posibilidades.
Allí radica una fuente de bienestar y bendición.
https://youtube.com/yehudaribco