La bendición certera

Esta semana corresponde leer la parashá llamada Nasó ("Censa") que es la segunda del cuarto tomo de la Torá, el sefer Bemidbar, conocido en español como "Números".

Es en esta parashá que encontramos el texto de la famosísima bendición sacerdotal, la birkat cohanim, que se ha constituido en un pilar de la identidad judía.
Su traducción dice:

"El Eterno habló a Moshé [Moisés] diciendo:
»Habla a Aarón y a sus hijos y diles que así bendeciréis a los Hijos de Israel.
Decidles:

‘El Eterno te bendiga y te guarde.
El Eterno haga resplandecer Su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia.
El Eterno levante hacia ti Su rostro, y ponga en ti paz.‘

»Así invocarán Mi nombre sobre los Hijos de Israel, y Yo los bendeciré.»"
(Bemidbar / Números 6:22-27)

Numerosas son las lecciones y enseñanzas que podemos extraer de sus breves frases, pero en esta oportunidad vamos a quedarnos en una única cuestión:

¿Por qué en la introducción se anuncia que la bendición está dirigida a los Hijos de Israel (en plural), pero luego se bendice al individuo (en singular)?

Respuestas hay variadas, daremos dos:

1. Porque la bendición del individuo de Israel tiene un influjo positivo que se extiende para el resto de la nación, e incluso para el resto de la humanidad.
   Así por ejemplo, si un judío es bendecido con riqueza, es más que probable que generosamente reparta entre los necesitados noble tzedaká, o mejor aún, que promueva un movimiento de justicia social. Tenemos en la historia varios nombres que sirven para ejemplificar esto, tomemos solamente el del Barón Maurice de Hirsch.
   O si es bendecido con inteligencia y sabiduría, ésta sea empleada para beneficiar a los muchos, y no a los pocos. Por ejemplo, notable es el número de judíos ganadores del Nóbel en Ciencias, por su contribución al desarrollo de una mejor calidad de vida humana.

2. Porque Dios con justicia da a cada ser de acuerdo a sus reales necesidades.
   Tal como expresara el sabio poeta rey: "Abres Tu mano y satisfaces el deseo de todo ser viviente." (Tehilim / Salmos 145:16).
   Por lo cual, si bien los cohanim -sacerdotes- deben bendecir al conjunto de la comunidad judía, Dios se encarga de repartir lo que es apropiado para cada uno como individuo.

De estas dos respuestas podemos extraer alguna enseñanza práctica para nuestra vida: la verdadera bendición y satisfacción no está en el gozo egoísta de las posesiones personales, sino en beneficiar equitativa y justicieramente a los puros que nos rodean.

¡Les deseo Shabbat Shalom!

Moré Yehuda Ribco

Relato

Martin Buber nos cuenta que alguien preguntó al Rebbe Bunam: ‘¿Por qué se le llama "judío bueno" al tzadik -justo-?’
Y respondió el maestro: ‘Si se hubiera querido decir que reza bien, se lo llamaría "reza bien". O si se hubiera querido decir que es un buen estudioso, se lo llamaría "estudia bien". El "judío bueno": piensa bien, bebe bien, come bien, trabaja bien, explica bien, se concentra bien y todo está bien para él.’
Y a uno de sus alumnos recién llegados le dice: ‘Debes saber para qué has venido aquí. Si viniste para ser un "judío bueno", excelente has hecho. Pero, si pensaste hacer de ti como un "judío bueno", estás perdiendo el tiempo.’

Preguntas para meditar y profundizar:

• ¿Cómo se puede relacionar este relato con el comentario que brindamos de la parashá?

• ¿Que habrá querido decirle el Rebbe del relato al nuevo alumno?

• "Hijo mío, no te olvides de mi Torá [instrucción], y guarde tu corazón mis mandamientos; porque abundancia de días y años de vida y bienestar te aumentarán." (Mishlei / Proverbios 3:1-2). Según el pensamiento del rey Shlomó / Salomón en este texto, ¿cuál es la llave para adquirir bendición?

• ¿Qué está queriendo decir David con la frase: "Los ojos de todos tienen su esperanza puesta en Ti, y Tú les das su comida a su debido tiempo." (Tehilim / Salmos 145:15)?