Es sabido que la tefilá (rezo, plegaria) es un momento en el cual, solos o en grupo, nos dedicamos a comunicarnos con el Creador, nuestro Padre.
Para conseguirlo realmente, primero tenemos que hacer un movimiento de introspección, es decir, de mirada interna.
Vernos y ver nuestra circunstancia, darnos cuenta de lo que estamos viviendo para poder agradecer sinceramente, alabar con honestidad y sencillez y también pedir al Amo del universo con respeto y humildad.
Si la profecía era la comunicación de Dios hacia el ser humano, la tefilá es la comunicación del humano hacia Él.
Entonces, surge una profunda duda cuando llegamos (en el orden sistematizado de plegarias dentro del judaísmo) al “Shemá Israel”, que es uno de los puntos esenciales del rezo de la mañana y de la noche.
”Shemá Israel, Adonai Elohenu, Adonai ejad” – “Escucha Israel, el Eterno que es nuestro Dios, el Eterno es Uno y Único” este párrafo está tomado de la Torá.
También dicen los Sabios que previamente a ser grabado en la Torá fue pronunciado al unísono por los hijos de Iaacov/Israel cuando éste se encontraba en sus últimos momentos.
Como sea, es una convocación al resto de los judíos para reafirmarnos en nuestro SABER (que NO fe) en la existencia y actividad de un solo dios, ese que es EL DIOS.
Es decir, NO estamos charlando aquí con Dios.
Tampoco le estamos agradeciendo a Él nada.
Ni le estamos ensalzando.
Ni tan siquiera pidiendo.
Lo que estamos haciendo es afirmar nuestro SABER en Su existencia y Su accionar en el mundo.
Le pedimos a nuestros hermanos que se sumen a esta afirmación, se la recordamos a los que por algún motivo la olvidaron.
Lo que indudablemente no estamos haciendo es una cuestión religiosa, porque eso siempre contradice a lo espiritual.
Ni tampoco estamos conversando con Dios, que es lo que se supone que deberíamos estar haciendo en la tefilá.
Entonces, la pregunta es: ¿por qué?
Reformulemos la pregunta para que quede clara.
¿Por qué está en el sidur (libro de rezos para los judíos) el “shemá Israel” : «escucha Israel», que es parte de la Torá, siendo que el rezo es una apelación del hombre al Creador?
Por tanto, sería más lógico que dijera: «shemá Hashem»: “escucha Dios”,
en lugar de convocar a que sean los judíos los que escuchen.
Ciertamente es una inserción a lo menos extraña, cuando tomamos en consideración el motivo de elevar plegarias.
Por cierto, si dijéramos que es para que tomemos conciencia de a quién le rezamos, entonces lo razonable sería que estuviera al principio del rezo, o como una introducción al mismo. Pero en verdad está en el medio, como preámbulo al rezo principal y que es verdaderamente “la tefilá”, como lo es la plegaria llamada “Amidá” o “Shemoná Esré”.
Por cierto nuevamente, si cumpliera una función pedagógica, de enseñarnos que solo existe Dios y el resto de los dioses son fantasías, podríamos suponer que es una lección que se precisa previamente al rezo y sin duda antes de iniciado el mismo, pues, en medio de la tefilá avisarnos de que existe solo un Dios, que es Uno y Único, resulta un tanto paradójico.
Así pues, precisamos una respuesta verdadera.
Yo te compartiré dos, probablemente haya otras.
La primera.
En los párrafos anteriores a que digamos el shemá se narra cómo la creación alaba al Uno y Único, reconociendo Su dominio y que no hay otro aparte de Él. Desde los astros hasta los ángeles.
No podemos quedar fuera de ello, entonces proclamamos al Eterno al estilo de los ángeles pero en nuestra condición de humanos.
Es entonces una alabanza más, aunque su aspecto a primera vista pudiera parecer otra cosa.
La segunda.
Dijimos que la tefilá es el momento de nuestra conversación con Dios, de hablar con Él.
No podemos ni debemos esperar que nos responda activamente, no somos profetas.
Pero Él tiene Sus modos de responder, por ejemplo con eventos que suceden y a veces tomamos conciencia de su sincronicidad con nuestra comunicación con Él, en tanto que muchas otras lo dejamos pasar sin advertir.
Además, hay otra respuesta y es lo que Él ya ha comunicado a través de Sus profetas, aquello que quedó registrado en la Torá y en los libros proféticos del Tanaj.
Lo que debemos entender es que, cuando estamos haciendo tefilá en realidad estamos conversando, no simplemente hablando con Dios; ya que Él efectivamente nos está respondiendo.
¿Cómo nos responde?
Con los versículos de la Torá que están prescritos en la tefilá, entre ellos el shemá Israel.
Él nos está diciendo “escucha Israel”, Yo soy el Uno y Úno y luego los mandamientos que componen la lectura que continúa en la Torá y fue transcrita en el sidur, más los otros dos párrafos de la Torá que completan la lectura diaria del shemá.
Ahí mismo, al comienzo está el deber de amarLo con todo el corazón, todo el alma y todo lo que poseemos.
Lo cual nos establece claramente cómo quiere Él que sea nuestra relación: de amor.
Él nos ama y espera que Le amemos.
Esto es lo que nos dice a diario, siempre que recitamos el shemá y estamos haciéndolo con la intención adecuada.
Es así, estimado lector, que respondimos a la pregunta que nos interrogó antes.
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