La ira es una forma de idolatría y
ésta es una de las caretas de la falsedad.
Algunas veces, muy poquitas por cierto, por estos caminos entreverados se llega al Eterno,
a la bendición, a la santidad, a disfrutar de la Luz que todo el tiempo alumbra en nuestro beneficio;
pero luego de mil volteretas dolorosas, de terribles engaños-desengaños, de padecer y sufrir.
Y solo unas poquitas, muy poquitas, veces el resultado final es favorable,
casi siempre, solo se termina por recoger miseria, esa que se ha sembrado.
Más saludable, más inteligente, sería que te apartes del mal y hagas el bien,
porque según dicen los profetas y sabios hombres de bien,
ese es el camino, la verdad y la vida y no otro.