por 
Desde el comienzo de la humanidad la gente quiere magia, y la quiere gratis y ya, pero termina pagando fortunas por esa magia inexistente. Hoy no ha cambiado en nada esta realidad, ahora creemos en cualquier cosa, nos dejamos dominar por el relato más intenso emocionalmente, más repetido, más hueco y que prometa alguna magia increíble.
Desde teorías conspirativas que harían reír a un niño hasta gurús de Instagram que venden la felicidad en frasquitos, en el medio, pasando por todo tipo de fanatismos ideológicos y políticos.
¿Qué pasó con el pensamiento crítico? ¿Por qué nos aferramos a creencias que nos hacen sentir más seguros, aunque sean absurdas?
La Torá nació en un mundo donde la idolatría era evidente, era palpable, era la realidad material del 99.8% de la humanidad, por ello con frecuencia habla de la tentación de creer en ídolos, en cosas son impotentes, pero la fe de los creyentes convierten en deidad, que evidentemente, no son Dios.
Hoy, esos ídolos vienen en forma de influencers, algoritmos y promesas fáciles. La incertidumbre, el miedo, la soledad… son sentimientos universales que nos hacen vulnerables a cualquier mensaje que nos ofrezca una salida rápida.
Y hoy, la rapidez y las promesas mágicas, ¡abundan! Así como también el demonizar a un grupo o sector, por lo general identificado con «lo judío», a lo que absurdamente se le pone el rótulo de «sionismo». Es decir, estamos en una época terrible, en la cual en lugar de estar siendo cada vez más libres, estamos siendo absorbudos por las diferentes idolatrías, algunas que se hacen llamar «derechos humanos», «progresismo», etc.
Pero, ¿qué hay detrás de esta necesidad de creer en algo más allá de nosotros mismos? Tal vez sea el deseo innato de pertenecer, de encontrar un sentido a la vida, de sentirnos conectados con algo más grande.
Sin dudas que también se encuentra la dominación que tiene sobre nosotros el EGO.
El problema es que a menudo confundimos esa búsqueda con la necesidad de creer en cualquier cosa que se nos presente, y por lo general, eso que se presenta, es un subrogado del EGO.
¿Cómo navegar en este mar de desinformación?
- Cultiva el pensamiento crítico: No te creas todo lo que lees en internet. Investiga, compara fuentes y, sobre todo, cuestiona.
- Conócete a ti mismo: ¿Qué es lo que realmente te importa? ¿Cuáles son tus valores? Al tener una base sólida, serás menos susceptible a las influencias externas.
- Rodéate de personas que te inspiren: Busca amigos y mentores que te desafíen a crecer y a pensar de manera crítica.
- Encuentra tu propia espiritualidad: Judaismo y Noajismo te permite tener una conexión profunda con algo más grande que tú, te vinculan con la esencia espiritual que eres.
En definitiva, la clave está en ser conscientes de nuestros propios sesgos y en buscar la verdad de manera activa. Ten en cuenta que la ignorancia es la noche de la mente, pero la fe sin razón es su crepúsculo. Por ello, no te dejes embaucar, no te doblegues ante las creencias y los relatos, sino que atrévete a pensar creativamente, a cuestionar todo, pero con fundamentos, anímate a descubrir tu naturaleza espiritual y rompe las cadenas del EGO.
¿Qué opinas? ¿Te sientes identificado con esta realidad?
Comparte este mensaje con tus allegados y anímalos a reflexionar sobre estos importantes temas. Involúcrate en iniciativas que promuevan la construcción de Shalom.
Sigue participan de este sitio sagrado, serjudio.com, y de nuestro canal https://www.youtube.com/@YehudaRibco.
<
p style=»text-align: center;»>https://youtube.com/yehudaribco
