Servir a H’ como corresponde
"el espíritu de Iaacov su padre revivió…" (Bereshit 45:27)
Explica RaSh"I que regresó a Iaacov el Ruaj HaKodesh, el Espíritu de Dios.
¿Qué significa esto?
Pues, que durante la veintena de años que Iaacov guardó desmedidamente luto por su hijo, la Divina Presencia no lo acompañó.
Es decir, aquel que mantiene inalterable un espíritu de tristeza, de congoja sin límite, incluso por un hecho justificablemente doloroso de la realidad; en lugar de hacerse un bien, se perjudica enormemente.
No solo desde el punto de vista emocional, pues no hace el necesario y saludable trabajo de elaborar el duelo.
Sino también desde el punto de vista espiritual. Pues, el bajón emocional, la desesperanza, la apatía, la depresión alejan la Compasión que Dios está dispuesto a derramar sobre el alma dolida.
Por eso sabiamente canta el salmista: "Sirvan a H’ con alegría, vengan ante Él con júbilos" (Tehilim 100:2).
Este canto se convirtió en el lema de la secta de los jasidim, y es, sinceramente, un eslogan que habría que hacerlo parte de la vida diaria, para realmente, tener una vida diaria, en definitiva dedicada al Eterno .
Shabbat Shalom les desea Yehuda Ribco
Preguntas para esta semana:
- ¿En dónde podemos distinguir la Mano de Dios detrás de estas historias?
- ¿Por qué Iosef no volvió a Kenaan cuando tuvo su oportunidad?
Respuestas para la semana anterior:
- Diciéndole al Faraón que es H’ el que interpreta los sueños, en tanto él es un mero intermediario.
- Proponiendo a su padre que elimine a dos de sus nietos (hijos de Reuvén) si alguna desgracia le acontecia a Biniamín en el viaje a Mitzraim.