Sería buenísimo que cada niño (y claro que niña, para ser modernos e inclusivos) fuera producto del amor y viviera el mismo sentimiento/conducta amorosa durante toda su vida.
Pero sabemos que no es así.
La Torá nos cuenta de un personaje que indudablemente fue gestado por amor, cuidado con amor, salvado en amor, nutrido de amor y que todo esto lo llevó a vivir con bondad y justicia, haciéndolo lo humanamente posible para establecer el amor en su entorno y en toda la humanidad.
Sus padres se habían separado para que su relación amorosa no produjera un hijo, pues no querían que éste muriera terriblemente, ya que había un decreto real para eliminar a cada bebe que naciera en esas fechas.
Sin embargo, la hija de ambos convenció al padre de que debía triunfar el amor por sobre el decreto de muerte; por lo que sus padres volvieron a juntar sus vidas y de este reencuentro se gestó al niño del amor.
Para aprender mucho más: https://belev.me/2018/12/31/salvo-por-amor/
Por ahora es GRATIS y no te pide nada a cambio, es un acto de verdadero amor.