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La parashá Shelaj Lejá (en hebreo: שלח לך) es la vigésima segunda parashá de la Torá. Narra cómo Moshé envía doce exploradores a la Tierra de Canaán para que recorran la tierra y traigan informes sobre ella. Los infiltrados regresan después de cuarenta días y presentan un informe dividido. Diez dicen que la tierra es fértil y hermosa, pero que está habitada por gigantes y que los israelitas no serán capaces de conquistarla. Los otros dos, Caleb y Ieoshúa, dicen que la tierra es sin duda conquistable, y que los israelitas deben confiar en Dios para que los ayude a conquistarla.
Los israelitas se desmoralizan por el informe negativo de los diez informantes que se extralimitaron en sus funciones, poniendo su fantasía, miedos y aspiraciones como prioridad en lugar de dar un informe fiel de lo visto.
Por lo cual, los débiles en el pueblo se rebelan contra Moshé. Como castigo, Dios sentencia a los israelitas a permanecer en el desierto hasta completar cuarenta años, hasta que la generación que se rebeló haya muerto.
Los temas principales de la parashá Shelaj Lejá son la emuná, la confianza en Dios y la importancia de la unidad. Los diez espías que dan un informe negativo sobre la Tierra de Canaán carecen de emuná y confianza en Dios. Creen que los israelitas no serán capaces de conquistar la tierra por sí mismos, y que necesitan depender de sus propias fuerzas. Caleb y Josué, por otro lado, tienen plena convicción en Dios y creen que los israelitas pueden conquistar la tierra con su ayuda.
La parashá también enfatiza la importancia de la unidad. Cuando los israelitas se rebelan contra Moshé, están divididos y no están unidos en su fidelidad. Como resultado, son castigados por Dios. Cuando los israelitas finalmente entran en la Tierra de Canaán, están unidos y tienen lealtad a Dios. Como resultado, son capaces de conquistar la tierra.
Hay otros temas que podemos aprender de la parashá, si Dios quiere, en próximos encuentros en este mismo sagrado hogar.
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