Shabbat: Tammuz 7, 5767; 23/6/07
*Una historia repetida*
Bienvenido nuevamente para continuar nuestro estudio de la Torá a través de la parashá semanal.
En esta oportunidad toca el turno a la parashá Jukat.
En el medio de la misma hallamos este relato.
«Moshé [Moisés] envió mensajeros desde Kadesh al rey de Edom.
Y dijeron:(a) -Así dice tu hermano Israel:
(b) ‘Tú conoces todas las dificultades que nos han sobrevenido; cómo
nuestros padres fueron a Egipto, y habitamos allí mucho tiempo. Los
egipcios maltrataron tanto a nosotros como a nuestros padres.
(c) Pero cuando clamamos al Eterno, Él escuchó nuestra voz, envió un enviado y nos sacó de Egipto.(d) Y he aquí nosotros estamos en Kadesh, ciudad que se encuentra en el extremo de tu territorio.
(e) Permite que pasemos por tu tierra.(f) No
pasaremos por los campos ni por las viñas; tampoco beberemos agua de
los pozos. Iremos por el camino del Rey, sin apartarnos ni a la derecha
ni a la izquierda, hasta que hayamos pasado por tu territorio.’
(g) Edom le respondió: -No pasarás por mi tierra; de otra manera saldré contra ti con la espada.
(h)
Los Hijos de Israel le dijeron: -Iremos por el camino principal. Si
bebemos de tus aguas nosotros y nuestro ganado, pagaremos su precio.
Solamente déjanos pasar a pie, nada más.
(i) Pero él respondió: -No pasarás.
Y Edom salió contra Israel con mucha gente y con mano poderosa.
(j) Como Edom rehusó dejar pasar a Israel por su territorio, Israel se alejó de ellos.«
(Bemidbar / Números 20:14-21)
Veamos como está construido este párrafo, para que aprendamos ciertos aspectos que hacen a los valores y la ética.
(a) Los emisarios de Israel se presentan como «hermanos» de Edom.
Este
es un hecho cierto, ya que el pueblo de Israel desciende de Iaacov
(alias Israel), quien era hermano de Esav, también conocido como Edom,
patriarca del pueblo mencionado en esta sección.
Así pues, el
hermano Israel viene al encuentro del hermano Edom, en son de paz, como
amigos, como la sangre que busca a la sangre.
Es importante esta
presentación, puesto que indica la humildad de Israel, que no exige sus
derechos de primogénito para pasar por la tierra de Edom, ni empuña el
sable asesino, ni amenaza, ni se escuda en el poder del Todopoderoso
para tomar sin permiso lo que desea.
Con humilde voluntad fraterna Israel viene al encuentro de Edom, para solicitar algo mansamente, sin prepotencia y sin cobardía.
(b) Luego hacen los enviados referencia a la historia oscura de Israel, por todos conocida en aquel Cercano Oriente.
Todos habían oído de la esclavitud terrorífica de los hebreos en Egipto, de los dolores y opresiones que allí padecieron.
La
mención de estos sucesos tenía la finalidad de suavizar el áspero
corazón de Edom, para que le ingresara alguna dosis de compasión y
dejara de lado su sempiterna máscara de severidad y violencia.
Aquí
viene el hermano, desarmado y cariñoso. Ha atravesado un duro camino de
pesares y pérdidas. No viene con ánimo destructivo, sino conciliador y
apacible.
Tal la manera de presentarse los hebreos ante Edom.
(c)
Y ahora cuentan la historia mucho más reciente, la fenomenal salvación
que aconteció para ellos. Aquella que fue noticia impactante en la
antigüedad y que recorrió todos los canales de información de la época.
Pero, no lo cuentan con ánimo altivo, con ínfulas de conquistador.
Sino que, nuevamente, lo dicen con amabilidad y humildad.
Ellos
fueron rescatados por un Dios todopoderoso, no por su propia fuerzas o
méritos. Es decir, no representaban un peligro para Edom, ya que no era
hordas vikingas que venían a posesionarse de lugar. Simplemente eran
gente recién liberada, conducida por un emisario del Eterno, que
estaban mansamente presentándose ante el rey de Edom.
(d) En
este momento indican su posición, para que no resulte una sorpresa,
para que no se sienta Edom amenazado por la súbita presencia de Israel
en sus cercanías.
Con toda lealtad y honestidad indican su lugar,
demostrando que no vienen con intenciones de guerra, que no buscan
conflicto, que lejos está su deseo de la conquista o la rapiña.
Sencillamente, ahí están y lo dicen sin temor, porque no ofenden.
(e) Recién ahora hacen su pedido, simple, escueto, sencillo, fácil de tolerar, razonable, pacífico.
Piden la libertad de paso, para transitar de un punto al otro con autorización de los moradores de aquellas tierra.
No pretenden otra cosa, sino tan solo que los dejen pasar.
(f)
Y añaden un compromiso formal, que tiene la intención de ahuyentar
cualquier duda o resquemor. No tocarán nada de Edom, no robarán, ni
pedirán prestado, no se desviarán ni usurparán. Solamente atravesarán
la comarca para seguir su viaje en paz, agradecidos a los que les
dieron permiso de paso.
Con gran serenidad y respeto plantean el
asunto los emisarios de Israel, para espantar los fantasmas del miedo o
la disputa, deseosos de agradar a Edom para que todos salgan
beneficiados.
(g) Sin embargo, a pesar de tanta precaución y
cuidado, la respuesta seca, ruda, camorrera de Edom fue: no, y si pasan
los matamos.
Sin diplomacia, sin negociaciones, sin gracia.
Un llano y severo «no», acompañado por una desagradable amenaza.
¿Qué podría motivar esta negativa?
Nosotros lo sabemos, pero del texto que hemos citado no hay indicios que nos puedan dar alguna luz al respecto.
Solamente
contemplamos la imposibilidad de los edomitas para tolerar a los
judíos, su lamentable brutalidad, su falta de afecto, su incapacidad
para convivir en paz con el que es diferente.
Atestiguamos un ánimo pendenciero, dispuesto a la gresca, al insulto fácil, la patota servil a sus bajos intereses.
(h)
Los hebreos no respondieron a la agresión agrediendo, sino que calmos y
mansos replicaron. Presentaban soluciones razonables, planteos
beneficiosos para ambos, soluciones en vez de mayores conflictos.
Proponían un camino de paz, de seguridad, de ganancia para todos.
Sazonado con humildad y modestia.
(i) Pero la respuesta agresiva fue lanzada sin más preámbulos.
Se
desató una violencia incoherente, falta de razón, irracional. Una
violencia poblada de fantasmas emocionales que perturban el contacto
con el prójimo, la comunicación auténtica, el intercambio fraterno.
Edom se lanzó a la batalla injusta en contra del manso Israel.
(j) Israel estaba patrocinado por el Todopoderoso, Quien luchaba con «mano fuerte» por Su nación.
Israel podía luchar y vencer.
Pero
Israel prefirió retirarse de ese conflicto absurdo, ya que el
verdaderamente valiente solamente da pelea con dignidad cuando no tiene
otro remedio a su alcance.
Así pues, Israel se retira, aparece como
cobarde, como tembloroso, siendo que en realidad tenía el poder para
liquidar a Edom y a todos sus amigos.
Israel priorizó la convivencia en paz, las buenas maneras, la senda
dorada; a primera vista parece que esto no redundó en bienestar…
¿Qué es lo que podemos aprender de esta historia?
Deja tu comentario aquí abajo para que sigamos analizando y aprendiendo juntos sobre este tema.
¡Te deseo a ti y a los tuyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!
Moré Yehuda Ribco
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Shalom:
Construir la Paz, es un trabjo dìa a dìa, atardecer en atardecer, nuestro trabajo es construir la paz. Siempre el mas humilde, sempre el mas leal y siempre el mas temeroso, y siempre el mas limpio para ê Hashem y la mision de guardar su ley llevando sus misvot siempre
Israel siempre humilde siempre en perpetuo Shalom.
es mi opinion.