Sucesos diarios

El Eterno anuncia a Moshé en nuestra parashá:

"Después apartaré Mi mano,
y verás Mis espaldas.
Pero Mi rostro no será visto."
(Shemot / Éxodo 33:23)

Es de suyo que el lenguaje empleado en este lugar es alegórico y no literal.
No hay mano, ni espaldas ni rostro "de carne y hueso" del Eterno, pues Él no tiene cuerpo, ni materia, ni forma que lo contenga o represente.
Entonces, es necesario hacer un esfuerzo para comprender más allá de la literalidad el sentido de este versículo.

Por regla general, y basándose en numerosas fuente, (ver por ejemplo Devarim / Deuteronomio 29:1-5), los Sabios reconocen que el sentido es (más o menos) el siguiente:

"Dejaré de actuar puntualmente en lo que estás experimentando,
y verás cabalmente lo que he hecho.
Pero mis intenciones íntimas, nadie las sabrá nunca".

Frecuentemente, nosotros no entendemos el propósito de ciertos eventos que acontecen en nuestras vidas.
Tan sólo más tarde, cuando el tiempo ha pasado y el contexto es diferente, podemos (quizá) tener la oportunidad de darnos cuenta del significado implícito y espiritual en aquella vivencia pasada.
Si contamos con la suficiente humildad y capacidad analítica, tendremos unas herramientas indispensables para descubrir lo que la Providencia ha obrado en nuestro beneficio, pero que sin embargo permanecía encubierto por nuestra limitada y necia mente humana. Mente que incluso así iluminada, permanecerá cegada al conocimiento de los motivos ocultos del Creador.
Aceptar nuestra limitación, es el primer paso para nuestra madurez y auto-superación.

¡Les deseo Shabbat Shalom UMevoraj!

Moré Yehuda Ribco

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Relatos, anécdotas y enseñanzas

Un abatido jasid llega hasta su rebbe: -"Rebbe, estoy en serios problemas financieros".

Y el sabio respondió: -"¿Y cuál es el problema?"

-"Rebbe, perdí mi trabajo. He perdido todos y cada uno de los trabajos que tuve".

-"¿Y por qué sigues perdiéndolos?"

-"Bueno, sinceramente, creo que es porque no tengo el corazón puesto en ellos, sino en otra cosa".

El rebbe clavó una dura mirada en su discípulo y comentó: -"Tú eres un estudiante sobresaliente de Torá. Tratas con corrección a la gente. Entonces, ¿por qué no te haces rabino?"

El jasid gesticuló para decir: -"Rebbe, yo anhelo ser rabino. Pero, los rabinos interpretan la Torá para la gente. Sus decisiones pueden afectar la vida de la persona y de su vida espiritual eterna. ¡Yo no puedo ser rabino! Tengo miedo de cometer algún error…"

El rebbe contempló los ojos de su jasid para concluir: -"¿Y? ¿Quién puede ser rabino? ¿Uno que no tema cometer un error?"

Preguntas y datos para meditar y profundizar:

• ¿Cómo se relaciona el relato con el comentario a la parashá que hemos brindado?

• ¿Ha dejado de hacer o decir algo relevante por miedo o vergüenza?

• Humilde sabiduría
  "La sabiduría engendra humildad"
  (Ibn Ezra a Kohelet/Predicador 8:1)

  • ¿No debiera ser expresado precisamente al revés: "La humildad genera sabiduría"? ¿Por qué le parece que el sabio lo ha puesto así?

  • ¿Cuáles son las cualidades personales de quien es realmente humilde?

• Recompensa
  "Si pecas, ¿qué logras tú contra Él? Si tus rebeliones se multiplican, ¿qué le podrás hacer a Él? Si eres justo, ¿qué le darás a Él? ¿O qué recibirá Él de tu mano?"
  (Iyov / Job 35:6-7).

  • ¿Qué gran reprensión se desprende de estas palabras?

  • Si el Eterno nada, absolutamente nada, gana con nuestras buenas obras, rezos, amor al prójimo; y nada de nada pierde con nuestros malos actos, entonces, ¿por qué nos dio mandamientos para cumplir estrictamente?