Varios propósitos, manifiestos o no, hacen a la entrañable vida familiar.
Uno de ellos es de servir como base para la construcción de la persona de sus integrantes, especialmente la de los nacidos en ella -los hijos-.
Tomemos un aspecto importantísimo: es un hecho que el estilo habitual que tenemos para relacionarnos con el prójimo se funda en las relaciones de amor que hemos vivido en la familia.
Pongamos dos ejemplos bastante claros y frecuentes:
1- Cuando se ha criado a un hijo "pagándole" con amor (presencia materna/paterna, mimos, halagos, regalos, etc.) a cambio de su buena conducta, es casi seguro que cuando el hijo crezca, será una persona que querrá "comprar" el cariño de los demás "portándose siempre bien". Estará dispuesto a abandonar sus derechos, sus deseos, su vida a cambio de que el otro le regale una migaja de "cariño".
2- Cuando la presencia del hijo es negada por la indiferencia de sus padres, es común que el niño haga todo lo que puede para llamarles la atención, y cuando digo "todo" es "todo". Si los padres reaccionan cuando el hijo llega a extremos, cuando crezca este hijo estará pendiente de llamar la atención de los otros actuando de manera "extrema".
Por su parte, una persona que ha sentido de manera natural el amor en su familia, va aprendiendo a sentir y expresar el amor por sus amigos, y a reconocer la presencia del prójimo, sin necesidad de caer en juegos de psicología emocional o en negociados turbios del afecto.
¿Cómo se relaciona este efecto con la parashá?
En nuestra parashá, cuando la tierra de Israel va a ser repartida entre los israelitas, el Eterno ordena a Moshé que realice un censo de los varones adultos en edad de actividad, pero a diferencia de los censos anteriores, éste debía tomar en cuenta a la persona en relación a su familia de procedencia:
"Haced un censo de toda la congregación de los Hijos de Israel, de 20 años para arriba, según sus casas paternas…"
(Bemidbar / Números 26:2)
Cuando la nación está por ingresar a la Tierra de Promisión, cuando cada uno está a punto de recibir su porción, su heredad, cuando cada uno está por enfrentar por vez primera su vida de manera independiente -más allá de milagros y la constante presencia de Moshé guiándolos-, es que el Eterno les hace recordar que cada uno tiene un origen familiar. Es el momento en el cual se les obliga a tener presente que ellos no son entes en solead, sino partes de un todo llamado familia, que a su vez es parte del todo llamado nación.
Esto debía servir como poderosa señal para la persona: aunque adquiriese pronto su propiedad y aunque en breve estuviera enfrascado en desarrollar su propia vida aparte de su familia, no debería olvidar que él se fue formando a través de los lazos familiares en una nación en particular.
Tener este conocimiento es un gran paso para mejorar su vida, para corregir errores del modo de relacionarse que haya adquirido en su familia, así como también sirve para acentuar los rasgos positivos de su personalidad.
Veámoslo con el ejemplo.
Un hijo que ha crecido "comprando" cariño y llega a la edad adulta actuando de similar manera, que vive comprando cariño también de su esposa y otros de su entorno, si llega a reconocer este triste estado de cosas, está dando el primer paso para aprender a dar y obtener cariño de manera saludable. Aún estará lejos de sentir y expresar sus afectos correctamente, pero al menos estará en el rumbo correcto.
Por su parte, el hijo que ha crecido al amparo de una familia "nutritiva", si reconoce este hecho, con mayor conciencia de sus actos educará a su propia familia para ser personas bondadosas, justas y equilibradas.1
Explica el Rabí Zalman Sorotzkin que cuando la Torá anuncia que "No es bueno que el humano esté solo" (Bereshit / Génesis 2:18), nos está enseñando que debemos escoger llevar una vida familiar, en lugar de vivir centrados en nosotros mismos.
¿Y qué significa una "vida familiar"?
Una vida familiar es una relación que da vida, y esto solamente se consigue cuando el amor es genuino y sincero, y cada integrante de la familia se nutre y crece.
Una familia da vida cuando permite que todos sus miembros tengan su relativa independencia y además adquieran rasgos de personalidad que los consoliden para ser personas promotoras de vida.
¡Les deseo a usted y los suyos que pasen un Shabbat Shalom UMevoraj!
¡Qué sepamos construir shalom!
Moré Yehuda Ribco
Notas:
1- Es un hecho necesario, además de un enunciado de la Torá (Bereshit / Génesis 2:24), que la pareja cuando contrae matrimonio debe abocarse a dar vida a su relación conyugal y posteriormente también a la familia que está construyendo, debilitando un tanto su lazo profundo con las familias de origen. Ya no han de ser papá y mamá los primeros en la lista de los afectos, sino el cónyuge y los hijos.
Sin embargo, esto no implica que se desconozca a la familia, a sus padres y hermanos, pues el mandamiento de respetar a los padres (que incluye a los hermanos mayores, ver Ketubot 103a) es perpetuo.
Pero una cosa es honrarlos, respetarlos y darles una mano en la medida de las posibilidades, y otra muy diferente es que la familia de origen se perpetúe como el eje alrededor del cual gira la persona en su edad adulta.
Es muy importante tener presente esto, pues sabiéndolo se puede prevenir de caer en situaciones que laceran el matrimonio y desgastan a las familias que se están recién formando.
Relatos, anécdotas y enseñanzas
Decía el rav Shlomo Karlibaj: "Mi pareja es aquella persona que al estar sentado junto a ella jamás me siento solo".
Preguntas y datos para meditar y profundizar:
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¿Cómo se relaciona este pensamiento con el comentario a la parashá que hemos brindado?
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¿Cuál es la profunda enseñanza para la vida cotidiana de las palabras del rabino?
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Ese amor
"El amor de un padre es por sus hijos; pero el de ellos es para sus propios hijos"
(TB Sotá 49a)-
¿Cómo se entiende que el Talmud indique que el amor paternal no es correspondido por el amor filial?
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¿Puede dar ejemplos concretos del aserto talmúdico?
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La virtud en la palabra
"Un padre debe ser cuidadoso de apartar a sus hijos de mentiras y debe procurar siempre mantener la palabra dada a sus hijos"
(TB Sucá 46b)-
¿Por qué es tan importante el valor de la palabra?
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¿Cómo afecta a la personalidad del hijo que el padre/madre se dirija toscamente a él?
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