Como noájida, es decir un gentil, tienes un compromiso con tu NESHAMÁ (espíritu, Yo Esencial) y por tanto con el Creador; cumplir con los Siete Mandamientos Universales:
- No servir dioses que no son el Dios de Israel.
- No maldecir a ese Dios.
- No asesinar al humano inocente.
- No mantener relaciones sexuales prohibidas.
- No robar.
- No comer parte de animal con vida.
- Establecer cortes de justicia.
Si vives de acuerdo a estos parámetros sagrados, estás tonificando tu vida, fortaleciendo tu existencia, adquiriendo buena vida en este mundo y para la eternidad.
Ésta es la base para una vida individual y colectiva saludable, a la LUZ de la NESHAMÁ.
No tienes la obligación de combatir la idolatría, ni de convertirte en un guerrero “de la fe”. De hecho, no es bueno que te dediques a las cosas “de la fe”.
Mejor es conocer tu identidad espiritual, vivir de acuerdo a ella, aprender de buenas fuentes que no te llevan por caminos que te son ajenos y no te corresponden.
Por esto mismo, es fundamental desaprender todas las creencias, adoctrinamientos, fabulaciones y etcéteras varios que te podrían haber dado desde la infancia, o que te siguen perturbando actualmente, y te alejan de tu centro, de tu abrazo sagrado con el Creador. Esto incluye aquellos que se extravían con delirios de judaizarse, sin convertirse leal y legalmente al judaísmo, como una pretenciosa impostura religiosa que debe ser por completo evitada y hasta censurada. El judaísmo es para judíos, y tiene grandiosas enseñanzas para toda la humanidad, pero NO ES el camino sagrado para los gentiles.
Cuando llegas a la edad de salir del nido familiar, por tanto de encontrar pareja, ésta debe ser del otro sexo. No es admisible, en el marco del noajismo, el “matrimonio homosexual”. Igualmente, la persona homosexual debe ser respetada, tratada con la dignidad propia correspondiente a todo hijo de Dios.
Por supuesto que el cónyuge no puede ser ni el propio padre, madre, hermano, hermano, hijo, hija, ni otras relaciones incestuosas. Con los primos, en principio no hay inconveniente.
También es imprescindible que ambos contrayentes sean adultos, responsables, deseosos de comenzar este vínculo y que no tengan otra vinculación matrimonial. Pueden ser solteros, divorciados, viudos, definitivamente separados allí en donde la ley social no habilite otro tipo de finalización del vínculo matrimonial.
Sería aconsejable que tu media naranja fuera también noájida y consciente, como tú.
Pero, eres parte de un grupo absolutamente minoritario en la humanidad.
Es que, si bien todos los no judíos (los gentiles) son por nacimiento y derecho noájidas, solamente un ínfimo porcentaje lo sabe, lo admite, lo acepta y vive de acuerdo a esto.
Hay miles de millones de noájidas que no tienen idea que lo son. Muchísimos de ellos igualmente respetan casi todos los mandamientos noájicos, sin saberlo. Al día de hoy son pocos en el mundo que están totalmente alejados de su identidad espiritual, voluntariamente o no.
Por ello, si no tienes opción y encuentras a quien pudiera ser tu pareja y ésta no es consciente de su identidad noájica, ¡no la rechaces!
Habla con esta persona que amas y con la cual proyectas una familia.
Explícale tu estilo de vida, ya que NO ES una religión, tampoco una creencia, ni una doctrina; ES un modo de vida espiritual.
Infórmale que tú prefieres abstenerte de actos religiosos de cualquier índole, y que eres firme en educar a tus futuros hijos en los caminos del noajismo. Por tanto, que no estás dispuesto a participar de cualquier religión, ni participar de sus actos, ni adoctrinar en ella a tus descendientes.
No tienes porqué negarte a tu relación de pareja si la otra persona sigue presa de su sistema de creencia que le nubla la percepción de su Yo Esencial.
Respeto a la persona, es fundamental, aunque rechaces de plano sus creencias y lo sigas haciendo hasta el último día.
No es un planteo sencillo, ni todo el mundo está capacitado para conversarlo ni tampoco para sostenerlo en el tiempo.
Pero es imprescindible armar un hogar basado en la construcción de SHALOM, no en las rencillas, ni en las disputas por ver quien manda y tiene razón.
Te repito que no es fácil, pero el noájida tiene admitido el matrimonio con el esclavo de religiones, y hasta en última instancia podría participar de algunos de sus acontecimientos significativos sin adorar un palmo de las falsas creencias. NO adorar falsos dioses, ES un mandamiento. Recuérdalo. Pero, por ejemplo si la familia del esposo celebra una cena navideña, ¿hay algún ritual religioso que se haga adorando al falso dios en él? Si es solo un acontecimiento familiar, una cena, ¿cuál es el problema?
Ahora, es necesario medir cada situación siempre teniendo en claro la construcción de SHALOM sin perder de vista la sintonía con tu NESHAMÁ.
Buscar la media naranja moldeada en la idolatria , es como colocarle a un carro una llanta cuadrada.
Es mejor guardar la calma mientras llega la correcta(o).
Gracias Morè.