En pocos días será un año que David Fremd z”l Hi”d, el querido javer, partió de este mundo.
En fecha civil es el 8 de marzo.
Aquel 28 de Adar II fue el día elegido por el asesino, por los asesinos, para quitar la vida física a este hombre, en realidad a este judío.
Porque por judío fue asesinado.
Y sigo esperando que el Sr. José Mujica admita sus responsabilidad en el evento, porque fue él quien alegremente declaró públicamente (agosto 2014) que los judíos se estaban poniendo en la mira de actos de terror porque el Estado de Israel ejercía “genocidio” sobre el inocente pueblo palestino. Y lo repitió, y como es él su pregón recorrió como reguero de pólvora, la cual finalmente estalló y se llevó la vida física del padre, esposo, hermano, tío, primo, cuñado, amigo, patrón, compañero, vecino y todo lo que era y podría haber llegado a ser David. Y el veneno de Mujica seguramente impregnó otras almas perturbadas, no por la locura, sino por el egoísmo y la maldad, por lo que no sabremos hasta dónde y cuándo seguiremos soportando sus efectos macabros. Pero, no solamente este hombre tiene su parte en el amargo acontecimiento. Sin embargo, por ser quien es, su peso es inconmensurable.
En el recuerdo de David estamos asistiendo a todo lo bueno y a todo lo malo que existe en nuestro mundo.
Todo lo malo, porque la gente buena y justa padece cruelmente; porque las familias se quiebran por la irracionalidad de la religión y otros fanatismos; porque el que presume de poderoso se lleva por delante la vida y bienes de los demás; porque la mentira y las justificaciones siguen brotando para castigar a las víctimas y alentar a los emisarios del imperialismo árabe-musulmán; porque el hombre sigue en exilio de su espíritu; porque los que gobiernan son mezquinos y buscan la ventaja y no el bien común.
Todo lo malo, porque el buen tipo que era David ya no comparte los mates con los suyos, ni abraza a sus queridos, ni es saludado por sus vecinos; esa presencia benéfica y benefactora desapareció, en un arrebato súbito, en la inesperada ráfaga de maldad que lo consumió injustamente.
Todo lo bueno, porque su ejemplo de vida no murió con él, sino que ahora está más fuerte que nunca. Porque podemos recordarlo con pena y dolor, pero al mismo tiempo con la esperanza de que el mundo tiene algún remedio en tanto haya más personas como David. Porque nos unimos a recordarlo, o en soledad alguna noche nos pasa por la mente su presencia y sabemos que está con vida tanto en el Gan Eden así como en los que con nobleza continúan su estirpe (biológica y práctica).
Todo lo bueno, porque el javer no pretendía ser perfecto y en ello radicaba parte de su perfección. Así nos deja un amplió legado que con obras de bondad y justicia podemos desarrollar.
La persona yace en su pequeña tumba, la cual estrenará lápida en unos días, indicando el lugar de reposo físico para peregrinación de aquellos que así lo sientan necesario. Monumento a un hombre, uno de su familia y su pueblo; pero también conmemora a todos los otros mártires judíos (y quizás gentiles, no lo sé) que cayeron vilmente por causa del odio y del terror. Porque David dejó de ser el buen tipo sanducero para convertirse en un símbolo.
Mientras tanto, aquel odio que acabó con sus pasos, sigue vigente. Porque no empezó ni terminó en el inmundo sujeto que empuñó el cuchillo aquel día.
Pero, la persona eterna de David no reposa, sino que está activa, poblando la mente, corazón y manos de aquellos que siguen su modelo de vida dedicado al bienestar solidario.
Mientras, el mundo sigue atestiguando presidentes (políticos, líderes) degradantes que difunden mensajes de quebranto, radicales que aman la muerte más que la vida, corruptos que protegen la maldad, negociados de todo tipo; y parece que son ellos los que están triunfando.
La victoria del mal sobre el bien.
Por algo mueren los Davides del mundo y los Goliates con sus compinches rufianes celebran impune e impúdicamente. Esos mismos malandrines que salen a protestar en marchas irreverentes reclamando vaya uno a saber qué absurdidad en nombre de qué imaginarios dictados sobrenaturales.
Pero, sabemos que habrá un tiempo mejor, de plenitud y bienestar.
Cuando el hombre entienda y cumpla su destino como constructor de SHALOM, que se realiza a través de acciones (pensamientos, palabras, actos) de bondad y justicia.
Tal como el querido javer nos enseñó con su vida.
Las palabras bonitas y los sentimientos amargos no nos traerán la persona física; pero permitamos que la persona espiritual nos guíe hacia lugares de calma y bendición.
Shalom javer.
Increíble que estemos ya cerca del año, siento que el tiempo pasa muy rápido, esperemos que pronto desde el Cielo venga la justicia con este y tantos otros casos
y por que esperar del cielo la justicia y no del sistema de los hombres?
que tan podrida puede estar la sociedad que es incapaz de vivir bajo un minimo manto de justicia?
Pues, ay moré ya quisiera, pero al respecto me he vuelto tan pesimista, tal vez por que aquí en Colombia veo eso día con día, sin duda alguna eso sería necesario, pero parece que estamos en un mundo que humanamente se hace más injusto.
es por ello la imperiosa necesidad de enseñar con potencia, claridad y extendidamente el noajismo!
el mundo esta en derrumbe porque falta conciencia de los mandamientos que el Eterno ha dado para los gentiles asi como su cumplimiento.
son tan basicos, coherentes, acordes y sin embargo el EGO tiene mas poder!
ser asi?
Cierto lo que dicen. Pero el problema no es tanto de Justicia, pues nuestros paises la tienen. Y estoy seguro que en nuestros paises hay mas jueces, fiscales, policias o militares que asesinos y otros delincuentes. El problema no es jurídico en que las leyes hagan cumplir Justicia; es politico en que las politicas publicas han diluido la Autoridad de esos jueces, fiscales, policias o militares.
Y mientras no exista Autoridad, no existirá Justicia.