Resp. 6087-Dios y la mujer.

Buen día.

Antes de las respuestas, una enseñanza muy útil para la vida cotidiana, que agradezco poder compartir a raíz de esta misiva.

Suele pasar que cuando uno mira con anteojos cuyos lentes están manchados, uno cree que el mundo que está viendo está mugriento, cuando la verdad la suciedad está en quien mira… no en el afuera.

Debemos aprender a limpiarnos/corregirnos para usar mejor el intelecto (racional, emocional, social, etc.) y así perfeccionar nuestra existencia individual y colectiva.

Ahora, respuestas en su orden:

A) En los ejemplos que usted trae a colación yo encuentro precisamente lo contrario a lo que usted exclama con tanta vehemencia.
Yo veo mucha consideración y alta estima por la mujer, cosa que era dificílisimo encontrar en el contexto histórico social de los relatos del TANAJ (que NO Torá) que usted menciona.
De hecho, también en la actualidad es cuestión complicada encontrar que se respeta a la mujer en su cualidad de tal, por más discursos seudo progresistas que se borboten, la realidad es que no hay respeto por la persona, sea cualquiera su género; pero se hace especial menoscabo en la mujer.
En la Tradición sagrada se trata de educar a la persona y al colectivo para que eso no ocurra; pero, se choca contra la cultura y sus usos, las que suelen estar diseñadas por el EGO y no por la NESHAMÁ.
Es por ello que las pautas de construcción de SHALOM de la Tradición van ingresando lentamente, lleva ya varios milenios este goteo de espiritualidad que de a poco va brindando mejores resultados.

Como sea, justamente en las anécdotas que usted menciona no se encuentra nada en particular contra la mujer, por el contrario, se ve gran consideración y respeto a pesar de las circunstancias.
Porque éstas, las circunstancias, realmente eran salvajes y brutales. Poco recomendadas, para nada ideales, lejos de lo que establece la Torá como marco de vida para judíos o gentiles, pero, son las circunstancias que los hombres creamos por seguir aferrados al mando del EGO en lugar de orientarnos a través de la NESHAMÁ.

Brutalidad desatada, violencia terrible, salvajismo que surge de la animalidad del hombre y aumentada por sus pasiones mal dirigidas.
Eso hay en los relatos que usted quiso traer para denostar al judaísmo y su sagrado texto.

Y no es ese estado abominable lo que pretende la Torá ni se inculca a los hijos de la Tradición.
Se enseña a construir SHALOM, con acciones de bondad y justicia.
Se apela a la violencia como último recurso y siempre tratando de que sea medida y controlada. Dirigida por la Ley y no por el EGO.

Precisamente eso es lo que yo veo en los ejemplos que usted quiso usar para agredir a la Tradición.
Veo el resquicio de bondad y justicia allí en donde las situaciones eran terribles y espantosas, con violencia asquerosa borbotando sin piedad.
Y ya explicaré esta bondad y justicia, así como la estima y cuidado por la mujer, allí en donde usted ve humillación y maltrato.
Como dijimos al principio de esta respuesta, cada uno ve a través de sus propios lentes…

1- En las guerras de aquella época, y hasta donde sé ahora también ocurre, los guerreros se aprovechan de las damas y abusan de ellas despiadadamente. No hay reglas ni árbitros. Las mujeres están a merced de los depredadores sedientos de sangre, que asesinan, destruyen y también violan.
Si no me equivoco se establecieron en algún momento del siglo XX normas para el combate que prohíben, entre otras cosas, estos hechos despreciables. ¡Bueno sería que se cumplieran a rajatabla, así como las otras que tratan de disminuir los daños de la atrocidad esencial que es la guerra!

Miles de años antes el pueblo judío ya recibió la orden Divina de llevar una conducta digna en la guerra. Obviamente que el ideal es que no exista el guerra, pero mientras el mundo siga siendo gobernado por el EGO en lugar de dirigido por la NESHAMÁ, entonces surgirán conflictos. Es lamentable, pero es la realidad por ahora. Lo que se espera que sea radicalmente diferente en la Era Mesiánica, pronto y plenamente en nuestros días.
Pero, mientras tanto, la guerra está ahí.
¿Qué ordena la Torá al combatiente judío?
Que de ninguna manera se aproveche de las damas y las veje, a la usanza del resto de los soldados. Él deberá cuidar la integridad de las mujeres, respetarlas, no abusar de ellas de ninguna manera. Habrá que hacer un gran esfuerzo para controlarse, pero es una orden de Arriba. Por lo tanto, mejor cumplirla.
Si igualmente el hombre en guerra desea a esa mujer, entonces hay todo un procedimiento que está descrito en la Torá y ampliado por la legislación. Con este proceder se evita la violación, se guarda la integridad de la dama y se le da la opción de vivir con dignidad y en paz, restañando las heridas evidentes que deja todo conflicto armado y recomenzando una vida de bienestar.
Para el hombre, nada de dejarse llevar por el salvajismo, no hay excusas.
A la mujer se la respeta, punto.
Que a usted le parezca humillación y maltrato, bueno… eso no me habla a mí de la Torá o la Tradición, sino de usted… dicho con todo el respeto posible…

2- La historia dentro de la cual usted extrajo ese párrafo es larga y complicada, no la explicaré aquí.
Simplemente debemos saber que sacar de contexto es una agresión, y se amplifica cuando el descontextualizar sirve para tergiversar y pretender llevar a conclusiones que son por completo ajenas al texto en su integridad.
Por tanto, es imprescindible estudiar el capítulo completo, para darle cierto sentido y orden coherente, que lo tiene. Allí se vivía en un período de caos y extrema violencia. Cosas espantosas ocurrían y la gente lo iba asumiendo como normal. Casi parecido a lo que pasa actualmente en muchas sociedades, en donde los honestos vivimos detrás de rejas y los malandros andan libres y haciendo de las suyas. Donde los jueces se juntan con los otros corruptos y la justicia parece ser un cuentito de hadas.
Como sea, una época dolorosa y realmente desagradable, hace unos tres mil años atrás, o un poquito más.
Por esas cosas que no contaré aquí un pueblo de judíos debía ser destruido por sus propios hermanos, todos sus habitantes perecer. Es horrible, pero así se vivía y para esa gente era lo normal. Aceptarlo o no, tal es la realidad de aquel contexto social y cultural.
Evidentemente NO era la prédica de la Torá y de sus emisarios, quienes tenían una ardua tarea para educar a la gente a vivir más desde la óptica de la NESHAMÁ y menos desde el EGO. Todavía hoy seguimos trabajando lenta y constantemente en lo mismo.
Como sea, un pueblo de hermanos judíos sería exterminado, pero surgió una chispa de misericordia dentro de esa justicia extrema, la de salvar a las chicas que no estaban casadas para así poder salvar algo de ese pueblo y además ayudar a los de la tribu excomulgada de Biniamín a no perecer también ellos. Es largo, y ya lo dije que no lo explicaré, quien quiera saber más que se consiga en persona a su maestro judío idóneo y que le enseñe el tema.
Por tanto, allí en donde usted encuentra humillación y maltrato, yo veo un esfuerzo inmenso para salvar al menos a unas jóvenes damas, para de esa manera resguardarlas, cuidarlas, respetarlas y además así también salvar la memoria y la herencia de un pueblo que desaparecería y por si fuera poco salvar a una tribu en riesgo de desaparecer.
Sin dudas son eventos violentos a más no poder, pero si quisiera ver algo en particular de misoginia aquí, realmente no lo encontraría.
Por el contrario, tanto aprecio y cuidado por las damas que sería ejemplar que otras culturas de aquel entonces hubieran tomado ejemplo, así hoy las cosas serían bien diferentes.
Pero bueno…

3- Sabían que eran vírgenes porque no estaban casadas.
Nadie iba a hacer una inspección íntima en las chicas ni dedicar una Gestapo sexual al respecto.
Si eran solteras se presumía que eran vírgenes, como es actualmente… ¿no?
También los varones se supone que son vírgenes hasta el matrimonio, así debería ser.

C) Esa manera de expresarse de su parte habla más de usted que de la Tradición que está pretendiendo agredir.
Sin más comentarios.

Para finalizar, hay tanto para estudiar y crecer, tantísimo.
Por lo que cada uno, judío y gentil, debe hacerse con el maestro judío apropiado para que le enseñe Torá, aquello que le sea correcto y adecuado.
No se debe leer y menos pretender que se estudia apoyándose en las propias ideas, en los preconcepetos que nos manipulan. Tampoco tiene validez recibir instrucción de pastores, falsos rabinos seudo judío mesiánicos, rohes, curas y otros clérigos y similares que no tienen parte en la Torá ni andan por el camino espiritual sino solamente en el de la religión.
Cuando no se lee y estudia Torá bajo la estricta dirección del maestro judío especializado, se termina creyendo cualquier disparate y actuando de maneras que podrían ser aberrantes.

Para finalizar, evidentemente que hay mucho por hacer para mejorar este mundo, por ello tenga en cuenta un único principio: construir SHALOM en todo momento, para adentro y para afuera, con acciones de bondad y justicia en sus pensamientos, palabras y actos.

Luego verá los asuntos «teológicos», si competen de alguna forma.
Porque, «derej eretz kadmá laTorá».

Buen día.

Enviar una pregunta   Ver otras preguntas