Resp. 6086-Ezequiel 28

Shalom, buen día.

Ante todo, el libro sagrado del judaísmo, el TANAJ si es leído por gentiles (no judíos) o incluso por judíos sin preparación, NO se debe interpretar libremente dicha lectura. ¿Por qué? Porque se termina en ideas o conclusiones que suelen estar bastante alejadas de la realidad y pueden conducir a graves consecuencias.

Además, el estudio del TANAJ, así como el resto de las fuentes del judaísmo, debe ser realizado bajo la tutela o guía del maestro judío estudiado e idóneo para tal finalidad. ¿Para qué? Para llevar un paso adecuado y con un rumbo claro, y así evitar inconvenientes, falsas interpretaciones, deducciones erróneas y cometer acciones prohibidas.

Con su misiva encontramos precisamente manifiesto el error de no haber tenido un maestro judío preparado conduciéndolo en sus lecturas del libro que pertenece a la nación judía. Disculpe la franqueza.

Porque, ¿dónde está escrito, o que sabio ha indicado, que estos pasajes se refieren a lo que usted ha llamado «satan»?
Yo leo el capítulo 28 de Ezequiel y me encuentro que estas palabras están dirigidas a quien está a cargo del reino de Tiro, lo que sería el Líbano actual. Lo dice textualmente, sin necesidad de mucha información accesoria. Si estudiamos los comentaristas clásicos descubrimos exactamente lo mismo, se corrobora la identidad del receptor de esta profecía, que no es un ángel, ser místico, o entidad cualquiera, sino aquel ser humano que estaba a la cabeza del reino vecino del norte. De hecho, si hasta lo expresa claramente el capítulo que se está refiriendo a un hombre, a un mortal, y no a un ser sobrenatural.
Pero entonces, ¿cómo está dicho que es un querubín?
Ya lo responderé, pero antes tengamos en claro que el texto NO dice que sea un «querubín protector», como menciona usted, sino que es un «querubín distinguido».
El profeta está usando un lenguaje metafórico, poético, al comparar al rey de Tzur/Tiro con los querubines que estaban por encima de la tapa del Arca de la Alianza en el Santo de los Santos, recinto más consagrado dentro del Santuario del Eterno.
¿Y esto por qué?
Porque el rey de Tiro supo ser socio del rey judío que construyó el Templo. Le ayudó con arquitectos y artesanos, estuvo al tanto del diseño y planos, daba ideas y mecanismos, proveyó de materiales y otros trabajadores especializados. Una interesante parte del sagrado Templo se apoyaba en el aporte de este personaje. Entonces, se lo podía visualizar exactamente como uno de los querubines encima del Arca. El Arca como símbolo del Templo, el rey de Tiro como aquel que estaba distinguido encima de él, a su servicio. Una persona que tuvo tan alto privilegio como el de servir al Eterno en la construcción de Su Templo, y que luego se dejó llevar por su EGO hacia lugares inhóspitos, que le apartaron de la LUZ.

En cuanto a su pregunta de seres que podían entrar en el monte del Templo sin autorización, no me queda claro a qué se está refiriendo. ¿Seres? ¿Cuáles? Bichos entraban, aves también, y cuadrúpedos, personas a miles todos los días, bacterias y hongos, sin dudas, vegetales a no dudarlo. Entonces, ¿a qué seres se refiere? ¿Acaso a entidades paranormales?

Tengo la impresión de que la ideología extraña a la LUZ ha provocado en usted estas dudas poco pertinentes. Recuerde, el TANAJ es un libro judío, de judíos, para judíos que debe ser estudiado bajo la directa directriz del maestro judío idóneo. Las interpretaciones fantasiosas, doctrinales, cristianas o cualesquiera otra no cuentan con ningún valor positivo, pero sí muchísimo negativo pues pervierten el sentido y llevan al error que pudiera ser terrible.

Ahora, antes de finalizar la duda me queda a mí: ¿para qué le sirve todo esto en su vivencia como noájida, es decir gentil que sigue el camino de Dios? ¿Acaso ha fortalecido así su experiencia como leal al Eterno para compartirla con el prójimo?

Gracias.

Buen día.

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