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Parashá Pinjás (Bamidbar/Números 25:10-30:1) comienza con Dios recompensando a Pinjás por su celo al matar a Zimri y a la madianita Cozbi, deteniendo una plaga entre los israelitas. Se le otorga el pacto de paz y el sacerdocio eterno para su descendencia.
Censo y Distribución de la Tierra: Se realiza un censo de los hijos de Israel en preparación para la entrada a la Tierra Prometida, enumerando a las tribus y distribuyendo la tierra por lotería y según el tamaño de cada tribu.
Las Hijas de Tzelofjad: Las hijas de Tzelofjad solicitan su herencia, ya que su padre no tuvo hijos varones. Moshé consulta a Dios, quien dicta que las hijas pueden heredar, estableciendo precedentes para las leyes de herencia en Israel.
Sucesión de Moshé: Dios instruye a Moshé a subir al Monte Avarim y ver la tierra que no entrará. Moshé pide un sucesor, y Dios designa a Yehoshúa bin Nun para liderar al pueblo, ordenando a Moshé investirlo públicamente.
Ofrecimientos y Festividades: La parashá detalla los sacrificios diarios y las ofrendas especiales para Shabat, Rosh Jodesh (el comienzo del mes), y las festividades anuales: Pesaj, Shavuot, Rosh Hashaná, Iom Kipur, Sucot, y Sheminí Atzeret.
Reflexión Actual
La Parashá Pinjás nos inspira con la valentía de Pinjás, la justicia de las hijas de Tzelofjad, y la sucesión de Moshé a Yehoshúa. Estos relatos nos enseñan sobre la importancia del celo por la justicia, la equidad de derechos y la transición de liderazgo reflexiva. En tiempos modernos, estos valores siguen siendo cruciales para construir comunidades justas y equitativas. Sigamos estos ejemplos para crear un mundo mejor y más justo para todos.
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