El hombre, cuanto más separado de las imaginaciones de dioses, se transforma en más humano,
porque recién entonces podrá encontrar la vocecita de Dios en sí mismo.
Luego, ¡qué no caiga en las trampas del EGO y haga de la tenue y sagrada voz otro motivo para el error!
Me pongo a pensar y pienso que el hombre fue insertado en un cuerpo maravilloso pero con un iman con un fuerte magnetismo hacia lo prohibido (El mal).
Gracias @more.